Comienza un nuevo año en Elite Way School, pero protagonizando a una chica más; Erika Grecco Salas, hija de una diseñadora española y un gran abogado francés.
Aquí se narrará toda la historia de Rebelde way, pero de manera distinta, con más dramas...
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Sujetó aquella foto entre sus manos a la vez que una mueca de asco se dibujaba en su rostro.
- No te lo puedo creer, Vico.- Negó entregando la fotografía a la pelinegra.
La mencionada la dejó sobre la mesa, colocó sus codos sobre esta y suspiró mirando a su amiga. Sabía que no era fácil ver de esas maneras a Felicitas, aquél bañador de color rojo, según sus mejores amigas le quedaba horrible, es más, se podría considerar un insulto a la moda.
- Creéme, así la sacó Manuel, al frente de todos.- Explicó llena de rabia.- Fijáte que ahora ni nos registren por la culpa de esa vaca.- Victoria golpeó la mesa, ya era suficiente lo que pasó con Pablo, cómo para tener que aguantar todo el Vacance Club sola.
Colucci frotó su frente admirando la foto, intentando convencerse a sí misma que no le quedaba tan mal. Pero para ella era imposible, suspiró y tiró la foto al suelo intentando sacarse esa imagen de la mente.
No quería admitirlo, era su amiga, su mejor amiga.
Pero no podía negar lo evidente, por mucho que le doliese, ella lo veía así y no parecía ser la única, ya que en la foto aparecían varios compañeros riendo a carcajadas, posiblemente por verla de esa manera.
- Ya sé, Vico, pero no podemos hacer nada.- Murmuró desganada apoyando su cabeza en la mano.
- Dale, Mía, despertáte.- Paz chasqueó los dedos frente su amiga, buscando algún tipo de coherencia en sus palabras.- Esta nena es una grasa, sólo fíjate.- Victoria se inclinó hacia abajo, con la intención de buscar aquella foto, pero para su sorpresa, ya no se encontraba en el suelo.
Levantó la mirada desesperada, esperando que Mía saque la foto de algún lado, pero la confusión de ésta indicaba que no tenía nada. Ambas quedaron en silencio, analizando que posiblemente en menos de dos segundod la imagen estaría rondado por todos los alumnos presentes, intentaron buscarle alguna lógica, a lo mejor fue una corriente de aire o simplemente haya quedado bajo una mesa cercana.
Victoria, totalmente convencida que la fotografía estaba en la sala se levantó de su silla pero un grito ahogado y unos sollozos le frenaron al segundo.
- ¡Felicitas!- Colucci se levantó preocupada, su amiga lloraba desesperada, al borde de quedarse sin aire.
Mitre estaba extremadamente colorada, con una hinchazón importante en sus ojos y una dificultad para hablar bastante preocupante. Entre sus esfuerzos fallidos de expresar su tristeza consiguió que ambas chicas entendieran algo; Manuel.
- Te dije, Feli, ese idiota no valía para nada.- Reclamó Victoria, la cual ya estaba cansada de tantas tonterías.
- Vico...- La mirada de Colucci intentó que la pelinegra entre en razón.- Pero tiene razón, Feli, ese simio azteca sólo quería tu dinero.
Esta misma acaricó el pelo de Felicitas, la cual comenzaba a tranquilizarse e intentó recuperar el aire que estuvo perdiendo en el trayecto.
- Pero me trataba re lindo, Mia, me decía que era la mujer de sus ojos...- Murmuró cabizbaja a la vez que corrían varias lágrimas por sus mejillas.
