PLAINFIELD, WISCONSIN
Después de varios parpadeos, unas luces blanco cálido iluminaron una estancia con poca luz. Unas manos de hombre, con las venas resaltadas y conectadas a unos brazos que se escondían tras una chaqueta de color verde militar, agarraban los brazos descubiertos de una joven de pelo negro y rasgos asiáticos ensangrentada que lloraba pidiendo ayuda mientras la arrastraba por el suelo de piedra de la estancia.
Allí, pegados a las paredes, se encontraban los cuerpos de otras chicas, jóvenes, de no más de 40 años, a las que les faltaban diversas partes del cuerpo: brazos, piernas, dientes... Todas las jóvenes yacían sobre un charco de sangre que empapaba y manchaba sus cuerpos.
El hombre subió a la chica a una camilla y encendió una pequeña lámpara de techo que alumbraba, con un neón blanco, su rostro.
Ella tiritaba mientras que su cara se empapaba a causa de las lágrimas.
-Suéltame... Por favor... No te he hecho nada...
El hombre colocó una mascarilla quirúrgica sobre su boca. Después, agarró una pequeña varilla de metal terminada en una gran punta y se acercó de nuevo a la chica.
-¿Usted tiene familia? -Lloraba-. Por favor... ¿Tiene familia? La mía me busca... -Su pecho se movía velozmente debido a su acelerada respiración.
-¿Cómo te llamas? -Preguntó el hombre con una voz grave de mediana edad.
-Lora... Lora Pruitt.
-Querida Lora... Relájate y disfruta de la noche... Se va a poner interesante.
El hombre, lentamente, acercó la varilla hasta sus ojos.
Lora: ¡Noo! ¡Pare! -Sacudió su cuerpo intentando escapar de los cinturones-. ¡¡Pare, por favor!!
-Shhh... Tú solo tienes que mantener la calma y todo saldrá bien...
Lora: Por favor... -Suplicaba a la vez que lloraba desconsoladamente-. Que alguien me ayude, por favor...
-Contemos hasta 3, Lora. 1...
Lora: Oiga. Si me deja ir, le juro que no le diré nada a nadie.
-2...
Lora: No, por favor... No me haga daño...
-Y 3.
Violentamente, clavó la varilla en su ojo izquierdo. Un chorro de sangre impactó contra las paredes de la estancia y manchó con pequeñas gotas su mascarilla mientras que Lora gritaba a causa del dolor.
***
El despertador, que marcaba las 07:00, emitió un pitido agudo varias veces. De pronto y de un golpe en el botón superior del reloj, la alarma se apagó.
Una chica se levantó de la cama. Tenía los pelos alborotados y un antifaz azul con dos ojos rosas tapándole los suyos. Como pudo, se quitó el antifaz de la cara y lo lanzó contra la pared. Kelley se desperezó.
Después y con una energía abrumadora, se levantó de la cama y se dirigió a la cocina. Abrió la puerta derecha de la nevera, cogió un brik de leche de soja y lo sirvió en un tazón junto con cereales redondos y de colores.
Su teléfono comenzó a vibrar.
Lo agarró y, tras encender la pantalla, vio cómo una videollamada entrante de Webb esperaba a ser respondida. Deslizó el botón verde hacia arriba y comenzó a ver el rostro de su compañero.
Kelley: ¿Qué se cuenta su santidad?
Webb: Nada bueno. Me acabo de incorporar al trabajo esta mañana y me han dejado un informe encima de la mesa que es de especial relevancia.
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MCI: Beyond
Mystery / ThrillerUna ola de secuestros y asesinatos que atemoriza a Estados Unidos ha sacado a los agentes del MCI de sus vacaciones para involucrarles en el mayor caso que nunca han tenido. Aunque el sujeto actúe en Plainfield, el coche y la carretera serán sus may...