MCI: Beyond

7. Turbulencias

EN EPISODIOS ANTERIORES...

Abrió un cajón y vio una foto en la que se encontraban Arodi y Bailey posando frente al One World Trade Center.

Elina: ¿Muchos recuerdos?

Bailey: Le echo de menos. Necesito tenerle aquí conmigo. Es como si me hubiese acostumbrado a su presencia. Ahora que no lo tengo, siento que tengo la vida vacía.

***

Elina: ¿Por qué no le llamas?

Bailey: No quiero parecer pesada ni desesperada.

Elina: No vas a parecer nada de eso. ¿Qué vas a perder?

Bailey agarró el teléfono, buscó el contacto de Arodi y pulsó su teléfono.

Elina: Pon el manos-libres, que me quiero enterar.

-Hola, soy Arodi. En estos momentos no puedo atenderte. Deja tu mensaje y te llamaré cuando pueda.

Un agudo pitido sonó tras el buzón de voz.

***

Yoni: Yo soy muy amigo suyo... Me hablo con él un par de veces a la semana.

Bailey: ¿Y te habla sobre mí?

Yoni: Pues no, no me habla sobre ti. Tampoco yo le he hablado de ti.

Bailey: ¿Qué pasaría si le hablases de mí? ¿Cómo crees que reaccionaría?

Yoni: Igual me manda a la mierda. Aun así, si quieres, yo le hablo de ti.

Bailey: No te preocupes. Seguiré dejándole llamadas en su lista de perdidas...

Yoni: Confía en mí. Conseguiré que Arodi te vuelva a hablar...

PRESENTE

La noche oscurecía los barrios de la periferia de Nueva York. Una chica se acercó hasta la puerta de una vivienda. Era una casa muy bonita de dos plantas pintada de blanco. Encima de la puerta, una luz iluminaba la entrada.

Introdujo la llave en la cerradura, abrió la puerta y, antes de entrar, vio un papel tirado en el suelo. La chica se agachó a cogerlo y leyó el sobre:

De Arodi para Bailey

Después, dio la lámpara del salón que iluminaba la estancia de un blanco cálido y se sentó en el sofá de dos plazas de poliéster gris claro a la vez que sacaba la hoja del sobre y la leía en voz baja:

Hola, Bailey. Soy Arodi.

Me he enterado que me echas mucho de menos y por eso me he animado a escribirte esta carta. Antes de nada, quiero que sepas que yo también te extraño mucho y me encantaría que estuvieses aquí, conmigo, en Gran Canaria. Todos los días, nos imagino a ambos en la playa, escuchando las olas del mar mientras que nos comemos hasta que nos vigile la luna.

Entiendo que quieres que nos demos una segunda oportunidad. Sin embargo, no creo que sea una buena idea volver a estar juntos. Durante todo estos años, se ha formado entre nosotros un vínculo de amistad que nunca me gustaría perder por culpa de cuatro noches de desenfreno amoroso que volverían a terminar en tragedia. Siento que tengas que oír algo que no esperabas, pero es como lo siento y no me gustaría que las cosas cambiasen o se estropeasen.

Tengo muchas ganas de volver a verte y que nos contemos cosas, como lo hacíamos antes de que el amor separase nuestros caminos.

Ojalá nos veamos pronto, Bailey.