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Hace un mes, dos semanas

La lluvia es mi tipo de clima favorito.

Las tormentas de verano con mis favoritas, con sus fuertes vientos y aire caliente, la forma en que me hacen sentir como si estuviera sentada en el interior húmedo de un globo que está a punto de estallar. Cuando era niña, salía corriendo tan pronto como empezaba a llover solo para mojarme, lo que parecía indignar a mi madre a más no poder.

Pero me conformo con poco. Apenas es febrero, temprano en la noche, y las duras gotas golpeando en el plástico de mi paraguas, simplemente me hacen feliz. Sonrío cuando abro la puerta principal. También voy tarareando. Camino por el pasillo, escuchando la lluvia en lugar de lo que sucede dentro de la casa, y esa debe ser la razón por la que no los escucho.

Harry y una chica. No: una mujer. Están en la cocina. Juntos. Él está recostado contra el mostrador. Ella está sentada sobre este, a su lado, lo suficientemente cerca como para apoyar su mejilla en su hombro mientras le muestra algo en su teléfono que los tiene a ambos sonriendo. Es lo más relajado que he visto a Harry con nadie. Claramente, un momento muy íntimo que no debería interrumpir, excepto que no puedo obligarme a moverme. Siento que se me hunde el estómago y me quedo clavada en el suelo, incapaz de retroceder mientras la mujer niega con la cabeza y murmura algo en el oído de Harry que no puedo oír, algo que lo hace reír en voz baja y profunda, y...

Debo jadear. O hacer algún tipo de ruido, porque en un momento se están riendo, con los brazos apretados el uno contra el otro, y al siguiente ambos están mirando hacia arriba. A mí.

Mierda.

Intento con todas mis fuerzas no dejar que mis ojos se fijen en lo acogedor y cómodo que luce, lo familiar y en paz que está. No se parece en nada a lo que ocurre cuando él y yo chocamos accidentalmente en el pasillo, a esa tensión eléctrica que parece crepitar entre nosotros cuando olvidamos que el otro está en la misma habitación y nuestras manos se rozan. Pero de eso se trata, ¿no? Cualquier contacto físico entre Harry y yo es probablemente no deseado por su parte, mientras que esto...

Esto es mortificante. Quiero salir de esta habitación y nunca volver. Comprar una bolsa térmica para el almuerzo y una estufa para acampar, llevármelos a mi habitación y ser completamente autosuficiente. Sin embargo, la mujer no parece tan inquieta o cohibida por el hecho de que está sentada en un mueble en una casa que no es la suya, con la falda levantada para mostrar unas piernas largas y tonificadas. Ella me sonríe, y de alguna manera, en algún lugar, encuentro mi voz.

—Lo siento. Lo siento mucho, no quise interrumpir... Quería agarrar algo de beber, y yo... —¿Y yo? Y ahora iré a mi habitación a tirarme por el inodoro. Adiós mundo cruel.

—Pensé que estarías... —La voz de Harry parece más grave de lo habitual. Me pregunto si estaban a punto de llevarse, lo que sea que estaba sucediendo cuando interrumpí, a su dormitorio. Oh Dios. Oh Dios, acabo de interrumpir a mi compañero de piso y a su novia. Soy una perdedora—. Fuera. Pensé que estarías fuera.

Vaya. De acuerdo. Se suponía que yo misma tendría una cita. Con Dean. Algo que acepté hacer el otro día bajo el ímpetu de: «meh, ¿por qué no?» Esta mañana le dije a Harry que llegaría tarde a casa, excepto que terminé cancelando porque... Realmente no tenía ganas de ir.

Por alguna razón.

Que aún no tengo del todo clara.

—No. Quiero decir: Sí. Lo estaba. Pero... —Hago un gesto vago en el aire. Tan buena explicación como se me ocurre.

—Oh.

—Sí. Yo... —Realmente debería ir a mi habitación y desaparecer dentro del inodoro. Pero es difícil, con Harry mirándome así. Mitad curioso, mitad feliz de verme, mitad... algo más. Es la primera vez que lo encuentro con alguien que no es Draco u otro de sus amigos a los que obviamente conoce desde siempre, alguien que es claramente... Bueno. Está en una cita. Con una mujer. A punto de echar un polvo, probablemente. Y yo interrumpí. Mierda—. Yo... Me voy a ir ahora, para que ustedes puedan...

Bajo un mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora