♡Una vida, dos universos❦ [Bakugo×Tu]

♚[Cap. 6]♚

•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ

     La chica no puede articular ni una sola palabra debido a todas las emociones presentadas en ese momento.

   —¡Te estoy hablando! —exclama molesto el hombre—. ¡No se te ocurra ignorarme!
   —¿Eh? Ignorar-... ¿Qué?

     El jinete se acerca a la chica con curiosidad y ella al fin logra verlo con claridad. Es idéntico a su compañero, Bakugo, pero con una diferencia muy notoria, este Bakugo parece tener más edad. Su cuerpo es más ancho, su rostro es el de un hombre ya desarrollado por completo. T/N ya había notado esto con Iida y Jiro, quienes también se veían ya no como adolescentes, pero con Bakugo el cambio es demasiado radical.
     Su vestimenta es muy peculiar. Como si la de caballeros no fuese suficiente, Bakugo porta un pantalón que parece ser de cuero, junto con unas botas de este mismo material, una capa de color rojo con algo de peluche en la parte superior, algo rasgada, y un collar y aretes de colmillos.

   —¿Qué tanto me miras? —pregunta extrañado, ya un poco más calmado.
   —Yo... No quise molestar —tartamudea.

     El inmenso animal sigue sobre la chica, por lo que el hombre da la siguiente órden:

   —¡A un lado, Aiden!

     Esta bestia hace lo que se le ordena y camina en reversa para dejar libre a T/N mientras el hombre baja de él.

   —Ponte de pié —le dice el rubio.
   —...Claro...

     T/N se para y queda inmóvil mientras Bakugo se va a acercando lentamente a ella con una mirada amenazante.

   —«¿Qué hace Bakugo en mi sueño? Creo que fue de tanto pensar en él, pero... ¿Por qué razón se ve así? Se ve... bastante guapo...» —piensa la chica algo ruborizada.

     Bakugo camina alrededor de ella observandola de pies a cabeza, y poco a poco su mirada se muestra más relajada.

   —Mmm... —parece estar pensando mientras se detiene frente a ella.
   —¿Qué sucede? —tartamudea de nuevo mientras lo vé a los ojos.
   —La mayoría de personas tiemblan ante mi presencia, pero tú no pareces asustada. Pareces más, nerviosa...
   —¿Asustada? Lo único que me asusta es esa enorme cosa de ahí —señala a la criatura.
   —¿Nunca habías visto un dragón tan de cerca?
   —¿Dragón?
   —Si, dragón. ¿No sabes distinguir especies o qué? —pregunta algo molesto por su ineptitud.
   —...A esa no...
   —Eres bastante tonta.
   —Oye-
   —Ahora que ví que si puedes hablar, te lo volveré a decir... Estás en mi territorio.
   —Yo no tenía idea... Una disculpa por eso, es solo que... No sé hubicarme correctamente —trata de inventar algún escenario.
   —Pensé que serías algún tipo de espía, un cazarecompensas, o incluso uno de esos molestos peones del estúpido “Rey”... pero no tienes armas, ni tampoco ropa decente como para atacarme.
   —¿A qué te refieres con ropa decente? —pregunta algo indignada por el comentario.
   —Nadie en su sano juicio vendría conmigo buscando pelea con una patética sabana encima.
   —Eso es bastante grosero de tu parte...
   —Jamás dije que te vieras mal.