♡Una vida, dos universos❦ [Bakugo×Tu]

♚[Cap.8]♚

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  —¿Comiste algo en casa? —pregunta el joven.
   —Si —miente la chica.
   —Entonces... ¿Me permitirás invitarte un postre?
   —¿Postre?
   —Si, hay un excelente café aquí demasiado cerca.
   —Bueno, suena bien —sonríe la chica.
   —Genial. Puedes dejar tu ropa en el caballo.
   —Claro.

     Iida llama a uno de los soldados que hacen guardia en muchas de las esquinas y este ordena traer el caballo de Iida. T/N queda sorprendida ante el liderazgo que ejerce su "compañero" en el lugar y las personas.

   —Listo —dice Iida esperando que la chica deje sus cosas sobre el animal.
   —Gracias.

     La chica no lo piensa dos veces y deja su ropa gastada ahí solamente.

     Ambos caminan por el lugar, las personas siguen viendo a la pareja con asombro y unos hasta chiflan, Iida se sonroja un poco mientras que T/N no entiende por qué pasa eso. Un dulce aroma se va haciendo presente mientras caminan. Tenya nota como la chica disfruta el aroma, y sonríe.

   —¿Te gusta?
   —¿Eh?
   —El olor.
   —Oh, si, huele muy bien.
   —Me alegra, justamente el olor viene de la cafetería a la que vamos.
   —¡Que bien!
   —Ya estamos cerca.

     Al llegar, el establecimiento tiene una fila demasiado larga llena de personas queriendo entrar.

   —Que mal, creo que duraremos mucho aquí, ¿No? —pregunta T/N algo intimidada por la enorme cantidad de tiempo que tendrán que esperar.
   —No, descuida —sonríe.

     El peliazul se acerca con la chica a la entrada y uno de los meseros abre la puerta sin problema alguno para que los dos pasen.

   —Por aquí, porfavor... —dice el mesero quitando uno de los letreros de reservación en una de las mesas para que la pareja pueda tomar asiento.
   —Señorita —Iida acomoda la silla para que T/N pueda sentarse.
   —Gracias.

     Ella está asombrada, es un espacio hermoso y bastante cómodo, aparte, los meseros toman la órden de ambos de una manera muy atenta y cortez.

   —Espera a probar los pastelillos, son deliciosos y muy suaves —explica el chico algo emocionado después de acomodar un poco sus lentes.
   —Vi una pequeña foto en la carta, se ven muy apetitosos.
   —Todo lo que comemos es cultivado aquí por los mejores agricultores.
   —Vaya... Es asombroso, pero debe ser un trabajo muy duro, ¿O no?
   —La verdad si, pero excelentemente pagado si la comida es para la Casa Real.
   —¿Casa Real?
   —Oh, cierto, se me olvida que eres nueva en esto. La Casa Real es el castillo, es donde viven los Reyes y sus hijos.
   —«Sorprendente». ¿Los príncipes?
   —Si, ellos.
   —Entiendo.