A la salida aún puedo sentir la adrenalina en el pecho. Cristóbal me sigue de cerca, y sin girarme puedo notar su enfado.
Llegamos al estrecho callejón, donde la moto nos espera.
Nos detenemos y lo enfrento. Si creía que iba a a achantarme como una nenaza estaba muy confundido. Aprendería a controlar sus emociones.
—¿Se puede saber qué te pasa?
—Te dije que no te movieras, ni hablaras con nadie. Ha podido pasarte algo.—dice, su tono bañado en frustración.
—¡¿Perdona?!—lo miré, los ojos en grande. — ¿estás diciendo que ha sido mi culpa que ese hombre intentara sobrepasarse?
—yo no he dicho eso—gruñó.—diablos, yo mismo lo hubiera matado si no le hubieras pegado y-
—Pero no ha hecho falta. —al darme la vuelta mi largo pelo le atiza en la cara. Es la exteriorización física de la impotencia femenina.
Corto sus palabras y entonces pasa algo raro, nos quedamos ahí mirándonos y mi confusión aumenta cuando no descifro la emoción en su rostro.
POV Cristóbal:
Mierda.
Eso es lo que soy, una mierda de persona. Siento un tic en mi pectoral izquierdo.
No debería haber abandonado a Vivienne de esa manera y menos aún comportarme como lo estoy haciendo. Pero, ¿qué cojones me pasa?
Es como si no pudiera controlar mis reacciones, y de tan solo recordar las manos de ese bastardo
mamon encima de su cuerpo semi inconsciente, me hierve la sangre de nuevo. Puedo sentir mis gemelos tensarse.—Pero no ha hecho falta.—dice, y en el fondo de mi cabeza sé que piensa que soy un inútil.
La miro a los ojos durante no sé cuánto tiempo, lo que se es que pierdo la batalla y acabo mirando sus labios. Una luz aparece de fondo pero no aparto la mirada, no me pierdo ni un segundo, ignoro cualquier advertencia y por un momento no se lo que estoy haciendo.
Las luces vuelven y parpadean hasta que me cuestiono si se trata del angelito en mi hombro, que juzga mis deseos. Vivienne no se ha quejado de que seguramente esté pareciendo un puberto rarito, y por primera vez, me sorprende que no lo haga, porque no podría estar más de acuerdo con ella.
Cuando vuelvo la vista a su rostro, soy incapaz de verla por completo, está ahí, creo que sus labios se mueven, pero no la oigo y sus rasgos son borrosos, intento extender la mano hacia ella pero ella también está demasiado lejos, las Luces vuelven y suenan y se van. De un momento a otro, me pierdo en esa acera. Escucho mi nombre con claridad, pronunciado por una voz desesperada, debo de estar siendo arrastrado por el barquero del infierno porque es imposible que esa sea Vivienne.
POV Vivienne:
El chico delante de mí me mira como si no hubiera nadie más en la calle, y en cierto modo es así. Un foco a lo lejos se enciende y escucho un motor rugir, parece que soy la única de los dos que se percata de esto.—Ey eso ha sonado como algo que saldría de tu moto.
No recibo respuesta.
—¿Cristóbal?—vuelvo a mirarlo a los ojos—¡Cristobal!
Lo sujeto antes de que pierda el control de su cuerpo, se estampa de frente contra mí y yo lo sostengo como puedo, pesa un quintal. Su cuerpo da espasmos y pronto me doy cuenta de que no está bien.
Claro que no, tiene epilepsia.
Reparo entonces en las Luces, seguramente las causantes, cuando se vuelven a apagar esta vez, alcanzo a ver una figura sobre la moto, moto que pertenece al chico en mis brazos.
Demasiado condicionada como para actuar, no hago más que sumirme en la impotencia mientras le roban el vehículo, caigo al suelo, arrastrando a Cristóbal conmigo. Acabo sentada en la acera con su cabeza en mi regazo. Pasan unos minutos en los que no se qué hacer, ¿debería hablarle? Recuerdo algo que solía funcionar cuando Alvin tenía ataques de ansiedad, me da un poco de vergüenza, pero ver los ojos perdidos de Cristóbal en el cielo nocturno me llena de decisión.
Cierro los ojos y empiezo a cantar bajito, solo para nosotros.
<<Now he's grabbing her hips, and pulling her in
Kissing her lips, and whispering in her ear
And she knows that she shouldn't listen
And that she should be with me by the water fountain.>>—hey.
Me callo de repente. Bajo la mirada y lo veo, no se leer todas las emociones que veo en sus ojos llorosos.
—Hey. No pude evitar que se la llevaran.
Por un momento veo confusión. Luego sonríe.
—Pero te quedaste aquí conmigo, y supiste calmar mi infierno, el torbellino en el que me había convertido.—me encojo.—supiste cómo llegar a mí Vivienne.
No se por qué pero aparto la mirada, unos dedos tibios se posan en mi barbilla, vuelvo a él.
—Gracias.
Entonces recuerdo algo, algo importante.
—mis bolsas.
—¿que?
—¡MIS BOLSAS! ¡DE NINGUNA MANERA! Ese malnacido...—recuerdo la silueta del bandido, aprovechando nuestra distracción para largarse. No sabía con quien se había metido. Ni de lejos.
—Cristóbal, arriba. ¿No estarás esperando que te bese o algo no? No hay tiempo.
Entonces veo algo inusual, por no decir imposible, Cristóbal se sonroja, solo lo aprecio unas milésimas de Segundo Antes de que sepulte su rostro en amargura. Se levanta, no sin mi ayuda, aún sigue bastante descolocado.
—Tienes razón, no hay tiempo para besuquearse. Aunque no lo atraparemos esta noche, eso ni de coña, y tú estás demasiado lejos de donde vives, pasarás la noche en mi casa.
—¡¿Qué?! Woah woah, ¿qué te hace pensar que voy a aceptar eso?
El pelinegro sonríe ampliamente, como si le hubiera contado un chiste.
—Bueno princesa, digamos que soy tu única opción disponible, ¿o acaso tu móvil no estaba en el compartimento de la moto?
Está recordándome todos los motivos por los que haberlo dejado tirado era una buena idea.
—Bien. —digo entre dientes.
—Bien.— responde.
————————
Buenas misniños. 💘
Mamá Castor al ordenador 👩💻
Espero que os haya gustado este capítulo ;))Opiniones sobre Vivienne? —>
Y de quién será la silueta misteriosa?—>
Nos leemos 🥺‼️
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Mamá, creo que me gusta el bad boy. [+21]
ChickLitEs la guerra. Él, frío y popular, pero inhumanamente atractivo y desvergonzadamente arrogante. Ella, picará con ahínco cada pedazo de su superficie, sin siquiera darse cuenta de que poco a poco, está desnudando su alma. ¿podrá él resistir el enca...