Out Of Time | Jean Kirschtein

III

Aveces me gustaría estar así para siempre, sentado junto a mis amigos mientras tomamos algo y pasamos un buen rato. Lástima que no puede ser de esa forma siempre, al tener demasiadas cosas en la cabeza de vez en cuando olvidaba que tenía que ser un adulto responsable e ir a la universidad casi a diario, pero considerando que estoy estudiando artes probablemente mi trabajo al terminar la carrera será en el Burger King más cercano -ja, ja-.

-Bueno, nos vimos en el andén de trenes una vez.- Dije mirando inicialmente a Giorgia, para luego desviar mi mirada hacia Connie y Sasha.

-Mhm, algo así fue...- Habló ella, pero fue interrumpida cuando Marco la tomó de los hombros y la volteó.

-¿¡Gio!? --Gritó nervioso.- ¿Que haces aquí, viniste sola?-

Marco comenzó a llenarla de preguntas rápidamente, a lo que ella le respondió que estaba bien, para luego restarle importancia y sentarse en una de las sillas, dejando a Marco con los brazos estirados.

Giorgia lucía de cierta forma más extrovertida que esa vez, personalmente la imaginaba como una persona reservada y que no hablaba mucho, pero era la que más hablaba, incluso más que Connie y Sasha, pero no era molesto que lo hiciera, tal vez era por su confianza con los demás. Entre nosotros no había algún tipo de conversación, pero de vez en cuando chocabamos miradas inconcientemente y las quitábamos antes de que se hiciera lo suficientemente incómodo. A veces me reía de sus comentarios o las cosas que decía, pero no había más comunicación entre nosotros.

-¿Quieres fumar? -le pregunté a Connie, quien estaba sentado junto a mí.

-¿Yo? -preguntó riendo y asentí. -Sip.-

Cuando Connie estaba borracho era un completo ridículo, pero no dejaba de ser gracioso, siempre hacía cosas sumamente estúpidas y su voz se volvía cada vez más arrastrada. Una vez mientras caminabamos a casa -antes de que Marco comprara su auto y nos adueñaramos de él-Connie comenzó a caminar más lento y finalmente cayó de cara sobre el pavimento.

Le pasé un cigarro a Connie cuando Sasha se lo arrebató de las manos, quien se veía más silenciosa de lo normal.

-Está Gio, si queres fumar ve afuera.- dijo totalmente seria, incluso se podía ver intimidante.

-Aaah, que pesada eresss. -y se levantó lentamente para caminar cojeando hacia la entrada del bar.

Miré de reojo a Giorgia, quien se veía algo avergonzada por la situación, no tenía idea que estaba pasando pero en vez de molestarme por tener que salir, me sentí con demasiada curiosidad sobre el tema de ella. Quería saber por qué Marco se preocupaba tanto por ella, o por qué Connie y Sasha se asombraron tanto cuando dije que la "conocía".

Casi de inmediato me paré yo también de mi asiento, avisando que saldría con Connie y comencé a caminar hacia afuera.

Justo al pasar por la puerta, miré hacia todos lados para buscar a mi amigo, pero no estaba, tampoco creo que sería tan dificil encontrar a un calvito de un metro ochenta en plena calle a las once de la noche. Cuando por alguna razón miré hacia abajo y estaba sentado, con un cigarro consumiendose entre sus dedos. Estaba durmiendo, o algo así. No pude evitar reirme de la situación, cuando rápidamente entré al bar y me dirigí a la mesa donde estaban los demás, diciéndoles a los demás que habia sucedido.

-Pero aún no logro que el barman me miree... -lloriqueó Sasha, mientras Giorgia la tomaba de uno de sus brazos casi arrastrándola para que nos fuéramos.

-Ya será tu oportunidad, es tarde. -dijo Giorgia, mientras batallaba por sacarla del lugar.

Varios minutos después y con mucho esfuerzo logramos subir a Connie al auto de Marco y este nos llevó a cada uno a casa. Él decidió que llevaría a Connie a su casa, para prevenir que se ahogue en su propio vómito.