IX

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Aquella tarde, llegué a mi departamento completamente cansado sin explicación alguna. Al entrar, pude ver a Milo recostado en el sofá, el que maulló cuando me escuchó entrar por la puerta. Tiré mi mochila por algún lado cerca del comedor y fui hacia mi habitación, recostándome en mi cama.

Aquella tarde Marco se veía algo desanimado, así que se me hacía inevitable pensar en él. Nunca habíamos ido al cine juntos, pero la razón por la que lo hizo me sorprendió, quizá había invitado a Giorgia porque quería hablar con ella sobre sus sentimientos encontrados, pero no tenía cómo saberlo si él nunca me confirmó que fuera ella la persona a la que se refería. De todas formas, si eso llegara a resultar me pondría muy feliz, ambos tienen actitudes algo similares y podrían complementarse fácilmente, creando una relación que podría durar muchos años.

Si esque Marco se motivara a decirme que es ella la persona a a que se refería, incluso podría ayudarlo a acercarse a ella, ya que últimamente hemos estado hablando más de lo normal, así que de esa forma podría intentar sacarle algo de información para el beneficio del pecoso. Pero en vez de ayudar a los demás debería estar viendo que hacer con mi propia vida para dejar de ser un desempleado mantenido por su madre que no convive con nadie más que su gato, que sospecho que me odia.

Froté mis ojos con mis manos y me senté sobre la cama, mirando a mi alrededor algo desconcertado. ¿En qué momento había descuidado mis cosas para llegar a este punto? Jamás fui un obsesionado con la limpieza ni nada de esas cosas, pero aparentemente me vino un golpe de realidad que hizo que me diera cuenta que estaba viviendo entre todo mi desorden. Me levanté decidido y entreabrí la ventana y las cortinas, pero no por completo ya que hacía un frío infernal y no quería pescar un feo resfriado.

Al cabo de un rato, mi habitación estaba como nueva, no sabía que lucía de esa forma. ¿Hace cuánto no invertía tiempo en mi espacio personal? No recuerdo la última vez que lavé mi ropa sin que alguien tuviese que recordármelo.

Fui hacia la sala y finalmente me dí cuenta de que habían más de diez botellas de distintos tipos de alcohol por ahí tirados. También de las manchas de pintura sobre las paredes, a veces, llegaba a casa con pinturas que hacía en la universidad e inevitablemente las paredes se ensuciaban.

El único que mantenía una vida normal y que cumplía las medidas necesarias de higene era Milo. Me gustaría poder ver lo que él puede, ¿pensará que soy un fracasado que ni siquiera puede mantener su hogar limpio y vive a costas de lo que su madre le da todos los meses?

Pero claro, eso es exactamente lo que soy, a mi edad una persona estaría tratando de armar su vida, como Marco, quien tiene un gran futuro como abogado o Sasha que está desempeñando en ser maestra. ¿Y yo? ¿La carrera que estoy siguiendo de verdad me ayudará para ser alguien en la vida? Por parte de varios familiares o cercanos, al enterarse que seguiría el camino de las artes no pudieron esbozar algo más que una sonrisa lastimosa. Sólo pensaban en el dinero, pero nunca en mi propia felicidad. A las personas les encanta opinar sobre vidas que no son suyas, y la mía nunca fue la excepción.

Sabía que pararme a pensar sobre mi vida y mis decisiones nunca era una buena idea, prefería continuar de pie sólo mirando hacia el futuro. Nunca fui desafortunado, al contrario, mi madre se encargó de hacer de mi infancia el mejor recuerdo que pueda tener. Ahora, tomando aunque sea un poco de conciencia, debería hacer algo para alivianar a mi madre, quien se esforzó para poder salir adelante teniendo a su lado a mi padre ausente-presente.

Ese hombre nunca estaba en casa, según él trabajaba en la zona norte del país. La única noticia que tenía de él era cuando una vez al mes llegaba un depósito de dinero con su nombre a casa. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que lo ví, que hasta se me dificulta recordar cómo era su rostro, jamás estuvo ahí para alguno de mis cumpleaños y como mucho llegaba a casa cuando se acercaban las fiestas. Claro, gracias a esto jamás me faltó algo en mi infancia, pero me habría gustado haber pasado algún momento con él cómo lo haría cualquier niño.

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⏰ Última actualización: Jan 01 ⏰

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Out Of Time | Jean KirschteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora