Hermano mayor | ShigaDeku

❊↬ 06. || De compras.

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— ¡Onii-Chan, no tengo ropa! — Era la vez número veinte que Tomura escuchaba esa queja en un lapso de quince minutos.

Ya estaba harto. Ambos iban a ir a un hotel con piscina y playa por una semana en unos días y estaban haciendo la maleta.

El la hizo en unos minutos y solo tenía una mochila a medio llenar. En cambio Izuku había dado vuelta su closet con las mejores marcas y nada le gustaba.

— Bien, tu ganas. — Izuku lo miró con una sonrisa mimada, sabía que su hermano mayor tenía poca paciencia. — Vamos de compras. — Izuku saltó de alegría en su lugar.

— ¡Sii! — Gritó y lo fue a abrazar. — Vamos, vamos. — Tomura agarró las llaves de uno de sus autos y partieron mientras Izuku se maquillaba en el espejo del copiloto.

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— Bien, primero vamos allí, luego allá, después cambiamos por la pasarela vamos a mi tienda y luego pasamos a ver zapatos, después vamos a una que esta al final y por último podemos comer un helado. — Dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

Primero pasaron por una tienda de traje baños. Izuku se cambiaba y Tomura daba su humilde opinión.

— Muy revelador. — Izuku portaba uno azul marino que era un short que llegaba a medio muslo.

— Muy chillón. — Una Bermuda color limón también fue descartada.

— Ese me gusta. — Izuku lo miró enojado, era literalmente un short que le llegaba abajo de las rodillas. Izuku se reveló tirándolo por los aires.

Al final el que le gustó a Izuku y fue medio aprobado por Tomura eran unos shorts que eran flojos y eran rojos, con cordones blancos y un estampado de gatos.

Luego fueron a la tienda de ropa normal. E Izuku estaba probándose shorts y pantalones.

— Definitivamente no. — Unos lindos y pegados pantalones blancos fueron casi desintegrados.

— ¡No! — Shorts de mezclilla con rasgados a medio muslo no fueron una buena opción.

— Ese me gusta. — Unos pantalones negros y grandes tapaban por completo sus lindas piernas.

Los elegidos fueron unos moms jeans, unos shorts verdes holgados y unos cuantos accesorios.

Así se pasaron el resto de la tarde, hasta que por fin luego de seis torturosas horas siendo perchero, Tomura consiguió su helado de chocolate.

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