La hija falsa

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La multitud de personas se dispersó, dejando solo a Cheng Yang y Xiao Ying en la playa.

Xiao Ying caminó lentamente hacia la orilla del mar y se sentó. Se abrazó las piernas y permaneció en silencio.

Cheng Yang la siguió y le preguntó: "Niña, ¿tienes algún deseo?"

Xiao Ying respiró hondo y reprimió las emociones que surgían en su corazón. "Quiero que vivas una vida larga".

Cheng Yang estaba atónito. No había esperado tal deseo.

Él sonrió y dijo: "¿Por qué uno debe vivir tanto tiempo? La vida es bella porque es corta".

El Cheng Yang del pasado nunca esperaría que esas palabras salieran de su propia boca.

Xiao Ying miró a Cheng Yang y dijo ferozmente: "Ya eres mucho mayor que yo. ¿Qué haré si no llegas a los cien años?"

Cheng Yang no sabía si reír o llorar. Así que esa fue la razón. ¿Pero era tan viejo?

Xiao Ying continuó: "Cheng Yang, debes vivir una vida larga. Si no estás cerca, con mi personalidad, seré intimidado por otros".

Cheng Yang no sabía por qué Xiao Ying insistía tanto en esto. Le acarició la cabeza y dijo: "No te preocupes. Incluso si muero, arreglaré todo para ti. No permitiré que mi niña sea maltratada en lo más mínimo".

Estas palabras atravesaron instantáneamente el corazón de Xiao Ying. Miró a Cheng Yang con enojo. Quería expresar su enojo, pero no pudo controlarse y las lágrimas brotaron de sus ojos.

Cheng Yang dijo presa del pánico: "No llores. Dejaré de hablar."

Xiao Ying lo ignoró y se sentó en el auto enojado. Recordó el destino de Cheng Yang en su vida anterior y recordó su mirada tranquila cuando admitió que era un asesino. Le dolía el corazón solo de pensarlo.

¿Por qué había pasado para volverse así?

Cheng Yang la siguió y miró a Xiao Ying, que todavía lloraba en el auto y dijo: "Voy a vivir una vida larga. Seguro que lo haré."

Xiao Ying sollozó y dijo: "Me prometiste que no harías nada ilegal".

Cheng Yang hizo una pausa. Al ver que ella se estaba poniendo más ansiosa, solo pudo decir: "Te prometo que no haré nada ilegal".

Xiao Ying continuó: "Pase lo que pase, no matarás a nadie. Prométeme."

Cheng Yang lo encontró gracioso. ¿En qué pensaba esta chica todos los días? Dijo impotente: "Te lo prometo, no mataré a nadie".

Las emociones de Xiao Ying finalmente se calmaron un poco.

Cheng Yang le dio unas palmaditas en la cabeza y dijo: "¿Quién crees que soy? ¿Cuándo te di la impresión de un criminal?"

Xiao Ying no sabía cómo explicar. Ella solo pudo decir, "Solo te estoy advirtiendo. Muchas personas harán cosas malas una vez que se vuelvan ricas".

"Mira menos dramas en el futuro. No es como si fuera el primer día que soy rico", dijo Cheng Yang.

"Eres un hombre ahora, así que por supuesto serías diferente de cuando eras un niño", dijo Xiao Ying con rectitud.

Cheng Yang miró profundamente a Xiao Ying. ¿Por qué estaba tan segura de esto?

Sabía que Xiao Ying tenía muchos secretos.

Xiao Ying, naturalmente, sintió su mirada inquisitiva, pero no tenía otra opción. Si no lo decía directamente, no se sentiría cómoda con solo darle vagos recordatorios.

Cuando los dos regresaron a casa, Xiao Ying pensó que la sorpresa de cumpleaños preparada por Cheng Yang había terminado. Inesperadamente, cuando entró a la casa, vio el pastel sobre la mesa.

El pastel blanco emitía un cálido resplandor bajo la luz amarilla de las velas. Cheng Yang sacó el asiento de Xiao Ying para ella como un caballero.

Xiao Ying miró cada movimiento de Cheng Yang con una sonrisa. En el pastel estaban las palabras: Feliz cumpleaños a la hermanita más linda.

Xiao Ying resopló y dijo: "Hermano, definitivamente no escribiste esas palabras".

Cheng Yang también estaba un poco avergonzado, e hizo una nota mental para tratar con el asistente que actuó por su propia cuenta.

El pobre asistente no sabía que el repentino aumento de la carga de trabajo en el futuro se debía a su pequeño acto de travesura.

Después de terminar el pastel, Xiao Ying regresó a su habitación.

De repente, hubo un movimiento extraño junto a la ventana.

Era el sonido de guijarros golpeando la ventana.