Capítulo 14

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Ya estaba por anochecer, ambos se despidieron de la abuela de ella y tomaron un autobús hacia la casa de Azul; al llegar, Brandon la acompañó hasta la puerta de su casa y con las manos en sus bolsillos le dijo:

-Ya... llegamos.

-Sí... ha sido un día largo -Saca las llaves de su mochila y abre la puerta, cansada -. ¿Quieres entrar para comer algo?, hemos estado afuera mucho tiempo y tengo hambre.

Él aceptó la propuesta y entró con una sonrisa.

-Puedes ir mirando algo en la televisión; dejo la mochila en mi cuarto, me doy una ducha y salgo para comer algo -manifestó la pelinegra con una sonrisa.

Pasaron cincuenta minutos desde que Azul se fue a su cuarto, en eso suena el timbre.

-¡Yo abro! -vociferó Brandon.

«¿Quién será?, yo no espero a nadie», pensó ella, mientras se cepillaba el cabello preocupada. «Maldición, no me dijeron cuando volverían».

Azul no lo pensó más y fue corriendo a la sala.

-¡Mamá no lo regañes, él no hiso na... -El asombro la invadió, por lo que no concluyó sus palabras.

Brandon no se contuvo y soltó una gran carcajada.

-Tranquilízate Dory, estas pálida -expresó Brandon entre carcajadas-. Vi en la nevera que no tenías nada que se pueda preparar rápido, así que pedí una pizza y unos refrescos.

-Me asusté, idiota. -Suspiró, aliviada-. Si llegan y te ven, me va ir muy mal.

-No te preocupes por eso y anda a lavarte las manos, me muero de hambre -le respondió risueño con las bolsas que pidió en las manos.

Ambos se sentaron en el suelo y disfrutaron de su merienda; al terminar, ella tomó un sorbo de su bebida y le propuso a Brandon con un tono curioso:

-Brandon... ¿Qué te parece si jugamos "Respuesta o castigo"?

-¿Ese juego aburrido que si no respondes la pregunta del otro, tienes que hacer lo que la otra persona diga? -cuestionó, algo disgustado-. Ni en broma juego.

-Oh vamos, es divertido; nos preguntaremos cosas triviales, como por ejemplo la comida favorita del otro, su color favorito, etc. -Se levantó para recoger los desperdicios y luego se volvió a sentar-. ¿No te intriga saber más sobre mi?

Brandon hizo un gesto de resignación y aceptó jugar con la pelinegra.

-Bien, empiezo yo -propuso ella, sentándose al frente de Brandon-. ¿Cuál es tu color favorito?

-Negro, rojo y turquesa -respondió el castaño, rodando los ojos-. ¿Cuál es tu estación favorita del año?.

-Invierno. ¿Cuál es tu comida favorita?.

-Todas las comidas marinas, excepto algunos mariscos que no los como ni de broma.

-¿Enserio?, ¿Cuáles? -preguntó ella, curiosa.

-El cangrejo, los camarones, las langostas y los langostinos -respondió él, disgustado-. Y ¿Cuál es tu comida favorita?

-El mío es la comida oriental, menos el sushi -imitó el gesto del castaño.

-Te entiendo -respondió él-. A mí tampoco me gusta el sushi. -Ambos sonrieron por lo dicho.

-Sigamos, ¿A qué te quieres dedicar cuando terminemos el colegio? -preguntó Azul, atenta a la respuesta del castaño.

-No lo sé; estas subiendo el nivel de las preguntas Dory, no se vale -protestó el castaño en forma de juego.

-Lo sé, se vuelve más interesante. -Soltó algunas risas por lo último de dijo-. Pero no me cambies de tema, ¿A caso no mandaste el formulario que te dio el profesor después del día en que faltaste?.

-No sabia qué escribir, así que no lo entregué. -Dio un sorbo de su refresco y luego continuó-. ¿Tú si lo entregaste?.

-Yo... no sabia qué escribir, sin embargo, me hice un autoexamen y descubrí que desde pequeña siempre me gustó escuchar historias o anécdotas de mi abuela y de los vecinos, también soy muy curiosa sobre el porqué de las cosas, así que coloqué eso; no puse una carrera en especifico, pero me gustaría dedicarme a escuchar a los demás y a saber más allá de mis conocimientos, creo que me vendría bien cualquier carrera que incluyan los aspectos que mencioné -respondió ella, mientras alzaba los hombros en forma de indiferencia-. Pero tú... ¿Nuca has querido ser algo de pequeño?.

-Pues... -Se tocó la nuca, incómodo por aquella pregunta-. De pequeño, siempre decía que era...

-¿Qué eras? -preguntó ella, luego de dar un sorbo de su refresco.

-Spider man (el hombre araña)... -Se cubrió el rostro son sus dos manos y sus orejas se tornaron rojas de la vergüenza.

Azul no se pudo contener más y soltó un gran carcajada, a lo que Brandon la imitó por unos segundos, porque luego, la sonrisa del castaño se le fue borrando hasta cambiarla totalmente por una expresión seria y con una mirada vacía.

«¿Qué le ocurre?, no se habrá molestado porque me burlé de él ¿verdad?», pensó Azul, con una expresión confundida.

-Oye... ¿Estás bien? -le preguntó la pelinegra-. Si te molestó que me riera... no fue mi intención, yo...

-Se hace tarde Azul, es mejor que me vaya-. Se levantó del suelo con una mirada vacía, tomó su mochila y se dirigió a la puerta.

Azul lo siguió con los pasos apresurados hasta afuera y vociferó su nombre, a lo que Brandon se detuvo y le dijo sin voltear a verla:

-No me siento bien Azul... vuelve, nos vemos el lunes en la escuela.

Ángel al CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora