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Jungwon no es de los que empiezan una conversación, y ni siquiera desea mirar a otras personas. Ha conocido a muchos otros que eran carismáticos y amables, pero él simplemente apartaba la mirada sin interés.

Sunoo era una de esas personas, una cara bonita y una personalidad ruidosa, nada especial. Además, Jungwon podía decir que su sonrisa era falsa y su dulce tono era solo una máscara que ocultaba su verdadero sentimiento.

Tal vez por eso Jungwon se interesó.  ¿Por qué una persona como Sunoo le habló, fingió felicidad para continuar las conversaciones y, finalmente, se sintió atraído por él?

Sunoo podría simplemente haberlo ignorado después de escuchar el tono grosero de las palabras de Jungwon, pero no lo hizo, sino que se obligó a sonar agradable. Y después de que aparentemente mostró interés en él, Jungwon no pudo evitar...

Esperar.

Y quiere abofetearse a sí mismo, en serio. ¿Estaba sonrojado en este momento? ¿¡Sobre el chico nuevo!?

Después de la confesión apresurada, Sunoo nunca más le dijo una palabra acerca del tema, estaba volviendo loco a Jungwon.

¿Cómo funciona esto? Si a Sunoo le gusta, ¿no significa eso que trataría de hablar con él? ¿Invitarlo a salir? ¿Coquetear con él?

Tal vez Jungwon tiene la imagen incorrecta sobre los enamoramientos.


Sunoo se pone de pie y Jungwon lo mira confundido.

—Es la hora del almuerzo... ¿no vas a ir? —pregunta el que está de pie, inclinando la cabeza.

—Uh, s-sí. —el otro también se levanta, arrastrando los pies de su asiento.

Como ayer, Sunoo se sienta con él (junto con el otro chico nuevo). No hace nada memorable, come, hace preguntas al azar y se va.

Jungwon no quiere pensar más, camina solo a casa como de costumbre, escuchando alguna canción con sus auriculares que solo funcionan en un lado, y trata de recuperar su normalidad habitual.


La semana transcurre con bastante claridad y Jungwon no sabe qué espera de Sunoo.

Se está muriendo de vergüenza cuando Sunoo lo atrapa mirándolo.

—¿Escuchaste?

—¿Eh?

Sunoo está sonriendo, algo común ahora, pero esta vez se siente más auténtico.

—Somos compañeros para el proyecto. — dice, su voz perfectamente en un susurro.

—De ninguna manera. —maldice Jungwon.

Era un proyecto de arte; se suponía que debían trabajar en la misma "musa" e interpretarla a su manera.


—¿Qué tal una "vida normal"?—dice Sunoo cuando discuten cuál será su musa.

—No lo entiendo. —es la simple respuesta de Jungwon.

—Como, la vida cotidiana hecha especial, ¿sabes? Tal vez ir de compras al atardecer o conducir de regreso a casa por la noche después de un largo día de trabajo.

—Ah, okey.

—Deberíamos experimentar nuestra musa. —continúa Sunoo. —Deberíamos salir juntos.

—¿Eh?

—Será como una serie de citas estéticas. —dice Sunoo con una sonrisa que no se desvanece.

QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora