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Día 25 de Sunghoon fingiendo que la presencia de Sunoo no le afecta.

(Todo lo que hizo fue permanecer serio durante cinco minutos y luego inmediatamente comenzó a murmurar por la atención total de Sunoo. Pero le gustaba creer que estaba haciendo un buen trabajo).

—Pareces un tonto. —dice Bloo.

—¿Eh? —Sunghoon no estaba listo para tal ataque.

—Actuar como si Sunoo no te importara no va a ayudar. ¡Solo invítalo a salir! Incluso si dice "no", nunca haría las cosas incómodas o las arruinaría.

Sunghoon siente que sus emociones se apagan.

—Pero yo lo haría. —susurra.

—¿Qué?

—¡Yo sería el que arruinaría las cosas, hyung! Soy tonto, inexperto y lo estropearía todo... es demasiado pronto para esto. —y sin esperar a que su entrenador diga nada, se va (como siempre lo hace).

Pero lo considera.






Con la nieve cayendo y la gente deambulando con grandes bolsas de papel llenas de regalos de navidad o postres, Sunoo desea estar con alguien en este momento, son las ocho de la noche, está fuera porque tiene hambre y quiere distraer su mente.

Cuando se cruza con una panadería que ofrece donas frescas, Sunoo decide comprar más de lo que normalmente comería.

Las donas tenían glaseado rojo y perlas comestibles verdes, algunas de ellas estaban diseñadas para parecerse a santa claus o un reno. Lo hace sonreír, lo consuela que la idea de la navidad, con decoraciones y villancicos genéricos.

Camina hasta el departamento de Sunghoon, sus mejillas están hinchadas por el frío y el entumecimiento. Se estremece ligeramente.

Sunghoon parece que acaba de despertarse.

—¿Decidiste dormir temprano? —Sunoo pregunta, entrando.

—Algo así... ¿por qué estás aquí? Son tus vacaciones.

—¡Vi estas donas! —Sunoo muestra:—No quería... comer solo.

Sunghoon nota la tristeza que surge de vez en cuando y le da mucha curiosidad acerca de Sunoo, pero nunca dice nada.

—No me gustan las cosas dulces. —comenta, hoy no ha comido nada.

—¿¡Sabes lo caras que eran!? ¡También son frescas! ¡Siéntate y come, si no lo haces, te obligaré a comer! —exige Sunoo mientras se quita el abrigo y la bufanda.

Sunghoon finge estar irritado, pero en realidad disfruta cuando Sunoo lo alimenta a la fuerza.

Las donas no eran nada especial. Dulces, suaves...

Sunoo enciende la televisión, pone una película aleatoria de los 90 con el volumen bajo. Las luces están apagadas, pero el árbol de navidad que estaba cerca de la ventana del balcón tenía luces brillantes (Sunoo había sido quien compró y decoró el árbol) que iluminaban ligeramente el lugar.

Miran la película en silencio durante un rato. Sunoo se está acercando, su cabeza descansa sobre el hombro de Sunghoon y el atleta se está volviendo loco.

Esto... esto es demasiado perfecto. ¿Debería decir algo?, se pregunta.

Sunghoon realmente había estado considerando confesarse, después de que Bloo se burlara severamente de él.

QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora