Capitulo 31

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- Si. - El beso que los unio fue capturado por miles de camaras y aplaudido por millones de argentinos.

La noticia se hizo publica, si se puede decir que en algun momento fue privada. Les costo mucho salir del estadio, pero lo lograron.

Ahi en la confencerencia, fue donde pudieron oficializarlo totalmente. Elena estaba realmente emocionada, cada vez que se hablaba del tema, no podia evitar largarse a llorar.

En el camino de vuelta a Argentina, Lucila intento algunos juegos que le fueron inutiles. Estaba decretado que eran el uno para el otro y no habia forma de que se revirtiera el amor.

Lucila se hundio en una grave depresion y se alejo de los medios, tambien del futbol. Por fin parecia que todo marchaba correctamente. Luego de la victoria, habian viajado para que Elena por fin pudiera conocer al padre de Emiliano.

El viaje fue en coche. Ambos equiparon el auto con sus cosas y emprendieron viaje. Mientras Emiliano manejaba, Elena controlaba la radio. Se la pasaban cantando.

Angie, Angie
When will those clouds all disappear?
Angie, Angie
Where will it lead us from here?

Emiliano adoraba cantarle "Angie" de "The Rolling Stones". y a ella le hacia feliz escucharlo. Elena solia recostarse sobre el asiento, sobre su lado izquierdo, mirandolo cantar.

Pronto llegaron y, aunque Elena moria de los nervios, no tenia que temer.

- ¡Que hermosa chica! - El padre de Emiliano la saludo con un cumplido.

- ¡Muchas gracias señor! - Sonrio Elena.

- No me digas señor. Decime Alberto, o Tito, como mas te guste. - La estrecho en sus brazos en forma de bienvenida.

Alberto era un hombre cariñoso, muy demostrativo y un poco infantil. Similar a su hijo, pero con ese corazon de padre tan unico y especial.

Elena se sintio en casa. Aunque la mayor parte de su vida habia sufrido por no saber quien era su padre, sentia que Alberto llenaba de alguna manera ese lugar libre que lastimaba su corazon.

Los dias del viaje pasaron y fue inexplicable como se desarrollaba aun mas la conexion entre Elena y Emiliano. La confianza entre Alberto y Elena tambien se veia favorecida por la cercania.

- ¡¡Pero veni nena!! - La llamaba entre risas Alberto.

- Noo!! Que a usted le gusta hacer chistes malos y yo no se como fingir la risa. - Admitio Elena.

- Ah no puede ser! - Fingia estar ofendido. - ¿Escuchaste lo que me dijo? - Emiliano negaba con la cabeza mientras se reia. - Ya te voy a agarrar a vos que te haces la viva!

- Son dos nenes chiquitos. - Emiliano se reia.

Elena se sentia comoda y aceptada. El viaje estaba planeado para durar mas de dos semanas, casi tres. Pero debido a una llamada de urgencia de Pedro, el tio de Elena, tuvieron que volver antes de lo que estaba previsto.

- Eli, estate tranquila, no va a pasar nada. - Emiliano sostenia la mano de su acompañante con fuerza mientras manejaba.

- Tengo miedo. - Sollozaba.

Durante el viaje la radio no sono. Elena llamaba cada media hora intentando recibir respuestas pero ninguno de sus familiares pensaba responderle.

- Estoy segura que algo le paso a mama. - Elena se agarraba la cabeza.

- Tranquila Eli, no sabemos que paso no pode- Elena lo interrumpio.

- Pero y si, si le paso algo? Emiliano por dios, apurate.

Emiliano hizo caso omiso y no comento nada mas durante el resto del viaje.

Llevaron al hospital donde les habia pedido Pedro que fueran apenas volvieran a la ciudad. Elena entro rapidamente intentando no chocarse con las personas que se aparecian en su camino. Emiliano la seguia intentando alcanzarla.

- ¡Pedro! - Grito Elena apenas lo vio.

- ¡Elena! - Su tio la habia visto llegar y por fin se sentia un poco mas seguro. La abrazo y susurro. - Mi chiquita..

- ¿Que paso tio? ¿Le paso algo a mama? - La joven rogaba estar equivocada.

- Si, pero espe- Elena se derrumbo, el llando fue imparable.

- ¿Que le pasa? Porfavor diganme que esta bien, porfavor.. - Elena estaba desesperada.

- Tranquila. - Pedro la abrazaba con fuerza. - Hubo un problema con el corticoides que estaba tomando. Dejo de funcionar correctamente y le genero una especie de reaccion desfavorable en el cuerpo.

- ¿Y ahora esta bien?

- Ahora esta en reposo. No le permiten tener visitas.

Mientras toda la secuencia ocurria, Emiliano se habia parado al lado del mostrador con todos los trabajadores para darle privacidad a Elena. Debido al reciente triunfo, le habia costado que no lo reconocieran.

- ¡Dibu! ¡Dibu! - Gritaba un niño al que una enfermera paseaba por el establecimiento en silla de ruedas.

- ¡Hola genio! - Emiliano choco su puño con el del niño.

- Cuando sea grande, quiero ser como vos. - Una lagrima se deslizo por la mejilla de Emiliano el cual planto en beso en la frente del pequeño.

Una doctora tomo la silla y se llevo al niño a una de las habitaciones para realizarle un chequeo.

- Acaba de cumplirle un sueño. - Dijo la enfermera. - Ese nene tiene leucemia y esta luchando con todas sus fuerzas. Despues de ver el partido, juro que iba a superar su enfermedad para ser el proximo arquero de la selección. Para ser como usted Dibu.

Emiliano conmocionado saludo a la enfermera y llego hasta donde se encontraba Elena. Saludo a su tio y los tres se sentaron en la sala de espera. Su novia y ahora prometida, estaba inquieta.

- Eli, ¿Y si en vez de estar aca quietos sin ayudar, vamos a visitar a los nenes del hospital? A tu mama no nos van a dejar verla hasta mañana, y quizas conocer a esos nenes maravillosos te haga bien.

- Me encantaria. Necesito pensar en otra cosa. - Sonrio Elena tratando de darse animos.

Emiliano le conto la situacion vivida con el nene hacia un rato y en el camino por los pasillos se tomaron de las manos.

- Elena, tu mama va a estar bien.

- Si lo se..

- Enserio, ella va a estar bien.

- Gracias.

𝑼𝒏 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒛 / 𝑫𝒊𝒃𝒖 𝑴𝒂𝒓𝒕𝒊𝒏𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora