Capitulo 34

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22 de Junio de 2023

16:53pm

Narra Elena

No habia estado tan nerviosa en mi vida hacia mucho tiempo. La primera vez que los nervios me habian jugado una mala pasada fue en primaria. Frente a mi profesora de cuarto grado, una maestra maltratadora que no recibia sanciones de parte de los directivos, una acomodada. Ante una de sus criticas, desborde y estalle. Nunca fui una persona que pudiera controlar sus nervios e impulsividades. Desde siempre me costo amigarme con mis sentimientos y manejarlos. Lo que me estaba pasando ahora no se comparaba a algun comentario desubicado de una mujer frustrada. Pero me revolvia la panza de igual manera. 

Habia estado irritable durante toda la semana. Estallaba frente a los que me rodeaban por lo desbordada que estaba. Parecia Elena de nueve años sin saber llevar sus preocupaciones. Me sentia agobiada por los programas de chimento, la prensa y las redes sociales.

Aunque no podia quedarme tranquila, cuando lo veia a el los problemas desaparecian. Se esfumaban. Cada parte de mi cuerpo sentia que pertenecia a el. Era mi hogar.

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- ¿Van a dormir separados esta noche? - Pregunto Julia.

- Si. - Dije mientras bebia mi cafe. 

- ¿Porque? ¿No es un poco anticuado? - Tomo un sorbo de su bebida y luego siguio. - No es como que seas virgen.

- No es por eso Julia. - Movia la taza de manera circular mientras la bebida dentro seguia el movimiento de su envase. - Simplemente nos gusto la idea de reencontrarnos en el altar. - Me sentia presionada.

- Esta bien. 

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- ¿Enserio no puedo usar este vestido? - Daniela intentaba convencerme.

- No Dani. El color de las damas de honor es celeste. - Estaba estresada, mi tono no era el mas sereno.

- Pero esto es celeste.. - Insistia.

- Es turquesa. No jodas mas Daniela, ponete el que te di yo. - La mire malhumorada. - No me la hagas mas dificil.

- Esta bien. 

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- ¿Como que no tiene suficientes jazmines para los centros de mesa? - Dije alterada.

- Si bueno, las flores que nos llegaron no estan en buen estado. Era mi deber avisarle. - Dijo la muchacha a traves del telefono. 

- Se los pedi hace dos meses. - Espete. - No puede ser ¿Donde esta tu profesionalismo? 

- Señorita lo siento, pero no tenemos. - Suspiro. - Puedo ofrecerle alguna otra flor.. la que quiera. No le cobraremos agregados ni nada.

- Que sean blancas. - Me relaje.

- Esta bien.

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- No. Julian te dije que corbata no. - Intentaba desanudarla de su cuello.

- Pero queda mejor. - Tomo mis muñecas. - Dejame usarla - Suplico.

- Basta. Tiene que estar todo perfecto y necesito que te pongas moño. - Suspire. - Ya lo habiamos hablado Julian. 

- Esta bien. 

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- ¿Como que no saben si van a poder poner la rampa? ¿Estamos todos locos? - Espete.

- Es que señorita, la rampa es plegable y en el ultimo evento se rompio. Estamos muy apenados, vamos a buscar la manera de solucionarlo para mañana. 

- Tienen que solucionarlo. Mi mama es discapacitada ¿No va a venir a mi boda? - Gritaba.

- Elena basta. - Silvia me interrumpio. - Corta el telefono. 

- Esta bien. 

- Hija ¿No te parece que estas demasiado nerviosa? - Me miro con el seño fruncido mientras yo me despedia de la trabajadora del salon. 

- Tiene que salir todo perfecto mama. - Me rascaba la nuca por el estres. 

- Te vas a lastimar. Veni. - Me llamo para que me sentara a su lado. - No importan las flores, los vestidos, los moños ni siquiera la rampa. Importa el momento mi cielo. Importa que vos disfrutes a pleno con el. Que te des la oportunidad de despreocuparte y ser feliz. Yo tambien pase por lo mismo, cuando me case, me preocupaban hasta los colores de las uñas de las mozas. Me di cuenta de que, por sambuyirme tanto en cosas sin sentido, no disfrute tanto ese momento precioso con tu padre.

- ¿Como era papa? - La mire y note el nerviosismo en su rostro.

- Tu papa era un hombre maravilloso. - Me sonrio mientras lo recordaba.

- ¿Era? - Senti un peso en mi pecho.

- Fallecio unos meses antes de que nacieras. - Una lagrima se deslizaba por su rostro, la seque. - Lamento no haber podido hablar de esto antes. Aun no puedo recordarlo sin sentir que se me estruja el corazon. 

- Esta bien mama. - Le di un beso en su cabeza. - Lo entiendo.


𝑼𝒏 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒛 / 𝑫𝒊𝒃𝒖 𝑴𝒂𝒓𝒕𝒊𝒏𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora