Capitulo 12

847 41 0
                                    

Habían pasado algunos días después de la catastrófica fiesta. Enzo no aparecía por ningún lado, nos informaron que tenia una licencia de 3 meses por motivos personales.
Dani estaba mas tranquila. Y yo, aunque quería estarlo, no podía parar de pensar que iba a pasar cuando el volviera.

Aquella noche entre juego y juego, habíamos acordado que el próximo fin de semana largo lo íbamos a pasar todo en el sur. Ale tiene una cabaña y después de un par de lloriqueos nos prometió que nos la iba a prestar. Algunos se sumaron y otros por alguna que otra cosa no pudieron aceptar la invitación. Al final íbamos a ser, Ale, Ota, Julia, Leandro, Julian, Dani, Emi y yo.

Miércoles 28 de Junio
19:30pm

Estaba armando la valija con estrés. En menos de una hora salíamos y yo por algún motivo había dejado la tarea mas importante para lo ultimo. Que pelotuda.
Estaba emocionada, todo se había dado perfectamente bien. Este finde a mama la iba a cuidar la tia Carla. Termine de armar la valija y me despedí de mama.

- Que disfrutes mucho este viaje corazón. – Me dijo con una amplia sonrisa.

- Muchas gracias ma. – La abrace.

- Como crecen los pibes por dios!

Nos íbamos a encontrar todos en la terminal de colectivos. Por obra de dios, logre llegar a tiempo. Vi a los chicos parados en algo similar a una sala de espera y me acerque a ellos.

- Hola mamuuu!! – Me saludo ota y rápidamente fue interrumpido por Ale.

- Mira Nicolas cállate la boca porfavor te lo pido. – Se notaba enojado.– Mas te vale que no te hayas olvidado nada porque te juro que nos vamos todos sin vos. – El estrés que manejaba Alejandro era impresionante.

- Uy, estamos de mal humor mepa.. – Emiliano se apareció por detrás mio mientras me abrazaba por la cintura y me plantaba un beso en el cachete.

- Callate vos también. – Lo miro Ale pensando en si decir o no lo siguiente. – Poste de luz. – Emiliano se reía a mas no poder.

- ¿Enserio me vas a criticar la altura Ale? – Seguía riéndose.

- Si ya se, que ridículo, basta. – Ahora se reian ambos.

- Buenas buenas,, buenas, buenas!! – Dani nos saludo a todos.

- ¿Trajiste todo no Daniela? Jurame que trajiste todo, porque si me vuelve a pasar como la ultima vez que lo invite al pelotudo de Nicolas y trajo todo menos lo que tenia que traer te juro que yo- Dani lo interrumpió entre risas.

- Relaje hombreee, trabajo en administraciones! Obviamente soy una persona ordenada. – Ale sonrio aliviado.

Pronto llegaron los últimos tres que faltaban. Ale les hizo el chequeo para procurar que nadie se hubiera olvidado nada.

- Necesito que todo salga bien porque me mato.

- Alejandro, a mi mama la tengo en casa, no necesito otra mas acá. – Dijo Julian mientras todos nos reíamos.

- Mira nene, vos todavía debes estar rindiendo materia de 5to año no te me vengas a hacer el pillo.

Pronto llego el horario de partida y todos nos subimos contentos al colectivo. Yo, por supuesto, me sente con Emiliano.

- ¡Quiero la ventana! – Dije antes de darle tiempo de pensar.

- ¡No es justo Elena! – Emiliano se quejaba. – No te la pienso dar. – Se empaco.

- EMILIANO NO SEAS TRAMPOSO.

- PERO ELIIIII. – Pedía porfavor con sus manos.

- NO. – Le di un besito corto en los labios. – Así son las cosas ahora corazón!

Después de un rato de estar viajando, como era de madrugada, Emiliano se quedo dormido sobre mi hombro. Mi corazón latia a mil por hora, tenia ganas de matarlo a besos.

- No Eli noo.. – Susurraba Emiliano. – Como vas a hacer eso!! – Estaba hablando dormido y yo me aguantaba las risas mientras lo escuchaba. – Ay pero que linda que sos mi vida, mírate. – Agarre mi celular, entre al grupo que teníamos con los chicos del viaje y empecé a grabar un audio de Emi hablando dormido. – Eli que te pasa!!! Nooo no me rompas el peluche porfavor. – Hablaba triste. – Sin eso no puedo dormir porfavor nooo. – Trataba de no reírme, pero me fue imposible, la risa se me escapo y Emiliano se despertó.

- QUE, QUE, COMO. – Sacudio rápido la cabeza mientras repetía rápido las dos palabras, no podía parar de reírme. – ELENA!

Pronto había amanecido y la mayoría de los chicos ya estaban despiertos. Como podíamos, nos estábamos cebando unos mates entre nosotros.

- Toma Ele, te toca a vos. – Leandro me paso el mate.

- Gracias Lean!

Estaba relajada con el mate en la mano. En el momento que quise dar el primer sorbo, Emiliano poso su mano sobre mi muslo. Por el nerviosismo, tome demasiado rápido, me queme y volque el mate. Todos los chicos se rieron de mi torpeza.

- ¿Tan nerviosa te pongo? – Me dijo Emiliano en el oído. Su voz era seductora.

- Ay cállate tarado.. – Dije entre dientes muerta de la vergüenza.

- Te pusiste colorada.

- No, no me puse colorada.

- Si, te pusiste colorada.

- Que no! Vos estas colorado.

- Yo no estoy colorado, vos estas colorada!

- No, vos.

- No! Vos Elena!

- Te dije que no, deja de mentir porque si no te voy a- Emiliano me interrumpió con un beso desprolijo debido al movimiento del colectivo. Al instante escuche como Ale y Ota daban señales de que les había gustado lo que habían visto.

- Awwww no puede ser!! – Dijo ota susurrándole en el oído a Ale.

- Me muero de amor Nicolas basta.

- Podríamos estar iguales pero a vos te gusta tirarle a paredes. – Dijo indignado Otamendi.

- Es que con estos ojitos. - Se giro para verlos Leandro.- Imposible no enamorarse.

𝑼𝒏 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒛 / 𝑫𝒊𝒃𝒖 𝑴𝒂𝒓𝒕𝒊𝒏𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora