Christopher.
Más de mil hombres me dedican un saludo militar, de todos los rangos desde cadetes hasta capitanes, firmes y alineados.
El ministro, Guana y Rick James que acaba de llegar, están pasos atrás.
-Hay una tarea que requiere de nosotros _anunció_ Acabamos de terminar un operativo en contra de la mafia que parecía ser un éxito total hasta que nos dimos cuenta que faltan miembros importantes de nuestro ejército.
Recorro por las finas, mientras hablo.
-Debemos volver al mismo lugar pero esta vez para un operativo de rescaté _informó_ No sabemos que podríamos llegar a encontrar ya que están sobre avisados de que estamos aquí. No les temo y espero que ustedes tampoco, como me valen mierda sus amenazas volveré al territorio enemigo por la teniente Jamen y el capitán Parker, por ello necesito cincuenta hombres valiente.
-No voy a obligar a nadie a ir ya que es una misión suicida, solamente voy a preguntar quien tiene los cojones para acompañarme. El que quiera puede dar un paso al frente.
-Dispuesta y lista mi coronel _Laila es la primera en ofrecerse.
Le siguen Bratt, Patrick, Alexa, Angela, Alan... En menos de nada tengo a más de cincuenta soldados frente a mí. No puedo pasar sobre la orden de Alex así que elijo el número que necesito despachando a los que sobren.
Hago un repaso de todos los que llevaré, se les podría catalogar como los mejores, con un buen plan podríamos salir ilesos.
Se dan ordenes básicas, se rompen filas y todos se marchan a prepararse para partir.
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En el aire hay una espesa nube de polvo contaminando el ambiente causada por la explosión. Aparentemente el área está despejado pero no nos podemos confiar, no sabemos que sorpresa podríamos hallar. El dron sobrevuela lo que queda del edificio, hasta ahora no detecta ninguna señal de vida, eso me da un sin sabor causando un nudo en mi garganta pero no he perder la esperanza de encontrarla con vida.
<<No puede estar muerta>> me repito una y otra vez
-¡Todos preparados! _ ordena el general.
Alistó el equipo y conecto mi mascara de oxígeno a la cápsula que cargo en la espalda. Todos listos nos adentramos al lugar, algunos soldados quedan en la entrada resguardando por cualquier acontecimiento que podría presentarse.
Revisamos la primera entrada tratando de encontrar algún camino para los calabozos subterráneos, pero todo está en ruinas. Estudie el mapa mil veces pero no sirve de nada gracias a las condiciones que se encuentra esto.
Han pasado varias horas desde la explosión, las posibilidades de que estén muertos es del noventa por cierto, son pocos los capaces de sobrevivir a una explosión de tal magnitud y si sobreviven no sabemos las secuelas que podrían presentarse.
La entrada se vuelve tediosa nos toma tiempo mover los escombros que impiden el paso, es difícil el acceso. Se encuentra algunos cadáveres de las víctimas de este lugar que trataron de llegar a la salida.
Un grupo de soldados se encarga de meter los cuerpos quemados en bolsas plásticas y sacarlos mientras seguimos.
-¡Coronel! _ grita Laila._ Ayuda por favor.
La esperanza vuelve un momento a mí, pero se desvanece al segundo. Es Parker tendido en el suelo con varias heridas en el cuerpo, tiene rastros de que se arrastró por varios metros. Su respiración es muy desordenado y tiene el pulso muy lento pero está vivo.
Llega Alan con una camilla para poder sacarlo ya que esta inconsciente.
-Si él está vivo puede que Rachel también_ anima un soldado.
Seguimos la búsqueda por varias horas, moviendo hasta última piedra, sudando y asfixiados por el pesado aire que nos rodea.
Ella es una profesional, una buena teniente tuvo que buscar la forma de protegerse de la explosión. En la cara de los soldados se ve el cansancio, un pitido avisa que el oxígeno ya está por terminar.
Corro una especie de ventana adentrándome en el sitio, una repisa de madera se encuentra recostada por lo que queda de pared, hay varios cuerpos debajo trato de retirar el mueble empujando con todas las fuerzas que me queda. Cae al otro lado dejándome ver lo que tanto buscaba.
Su cuerpo está tirado en el suelo con varios golpes y herida en su abdomen. Junto a ella están tres mujeres que seguro ella quiso proteger.
Me tiro de rodillas a su lado con el corazón latiendo desenfrenadamente, siendo un miedo profundo de que el suyo ya no esté latiendo. Estiro dos dedos colocándolos en su garganta, la saliva se me vuelve ácida y me arden los ojos al no sentir pulso.
<<No, no, no.>>
Llegue tarde. Ella está muerta.
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¿Qué les pareció?
Si tienen alguna idea pueden decirme.
🥰
