Capítulo 10

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Varias horas más tarde, Lucas estaba sentado en la incómoda silla de la sala de estar de la enfermería mientras esperaba para saber de su compañero. Aunque los gritos se habían detenido en torno a las cuatro, el pesado silencio era muy estresante, ya que sólo servía como un recordatorio burlón de que Lucas no tenía ni idea de cuál era la condición de Kun.

Cuando Hyukjae se acercó y se sentó pesadamente en la silla junto a él, Lucas observó que la camisa de su hermano estaba manchada de sangre y en la parte posterior de sus nudillos se advertían más que unos cuantos cortes. Él arqueó una ceja. —

¿Tuvimos un poco de alboroto?

—Sí, me hice cargo de Salvador y sus amigos —dijo Hyukjae con una mueca salvaje.

—¿Qué hiciste con ellos? —Lo único que lamentaba Lucas, era que no había estado allí para ver el castigo.

—Los golpeé hasta dejarlos con un aliento de vida y luego los expulsé de la sede.

—Maldita sea —Lucas soltó un silbido—. Tú no juegas suavemente.

—Kun es ahora mi familia. Aunque no he hecho nada que no hubiera hecho si la víctima fuera otra persona.

Lucas tragó el nudo de su garganta. —Gracias por defender su honor.

—También celebré una reunión con todos los nuestros y les expliqué la condición de Kun. Como no estaba seguro de cuál era el diagnóstico exacto, simplemente pasé por alto

algunas partes. Pero aun así sabemos que el chico no pudo evitar algunas de las cosas que ha hecho.

—¿Cómo lo tomaron?

—Parecía que todos lo entendieron. Aunque, estoy seguro de que algunos de ellos sintieron una dosis bastante fuerte de culpa. No hay manera de que todos los Halcones ignoraran de las acciones de Salvador. Tengo la sensación de que había algunos que querían ayudar, pero pasaban de puntillas.

Jin entró por la puerta de la sala de espera. El corazón de Lucas golpeó en su pecho mientras el médico tomaba una silla frente a ellos y se pasaba la mano por la cara.

—¿Cómo está? —preguntó Lucas.

—Le hemos dado medicación suficiente para que descanse un poco. Se calmó mucho y ahora ya puede mantener una conversación civilizada.

—¿Qué pasa con él?

Jin pasó la mano por su rostro con un suspiro. —El diagnóstico más cercano que hemos sido capaces de conseguir, es que tiene un trastorno bipolar.

—Pensé que eso era solamente una enfermedad humana — dijo Hyukjae.

—Yo también, pero desde que hemos visto todos los cambios del águila, quizás podría ser común entre los de su raza. No me sorprendería, sobre todo después de conocer la historia de su familia.

—¿Puede ser tratado? —preguntó Lucas.

—Por lo general, sí. Con la medicación adecuada, los pacientes pueden llevar una vida muy productiva. El problema es que la parte cambiaformas de Kun rechaza los medicamentos. De manera que, aunque los medicamentos lo mantienen tranquilo, también le dañan el estómago.

—¿Hay algo que podamos hacer para ayudarlo? —ofreció Hyukjae.

—El Doc llamó a un colega suyo. Se supone que el hombre trababa a las Águilas hasta poco antes de su extinción. Viene de camino a ver si él puede hacer cualquier cosa por Kun.

—¿Cuánto tiempo tardará en llegar? —exigió Lucas.

—Un par de horas como máximo.

—¿Puedo verlo?

Serie de los CP 11 - Los Lamentos de KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora