Serie de los CP 12 - La Locura de Timoteo

Capítulo 3

Timoteo irrumpió a través de la sede de la coalición, su temperamento burbujeando, tanto que era un milagro que no saliera vapor por sus oídos como si fuera un personaje de dibujos animados. El área donde el pequeño imbécil lo había golpeado todavía le picaba, y su corazón latía aceleradamente por el dolor, casi como si se burlara de él. La gorra del chico estaba en su puño hecha una pelota y eso le calmaba algo los nervios, porque imaginaba que era la garganta del delgado Yunhyuk lo que tenía entre los dedos.

De camino a la oficina de Yunho, se encontró con Xiumin. El cambiaformas leopardo, era un sociópata semi reformado, y era el hombre perfecto para ayudarlo.

Timoteo se detuvo el tiempo suficiente para preguntar: — Xiumin, ¿me acompañas?

Xiumin levantó una ceja, pero como de costumbre, no reveló nada. Aunque su apariencia era juvenil e inocente, con sus grandes ojos marrones y su mata de pelo marrón, debajo se escondía un asesino de sangre fría. Timoteo sólo esperaba que, dado que su buen amigo, Trevor, estaba acoplado con él, el felino estuviera dispuesto a ayudarlo. También apostaba que el hecho de que fuera la casa de Xiumin la que Yunhyuk había estado vigilando, ayudara a desencadenar la cooperación del leopardo. Que lo llamaran loco, pero Timoteo no creía que a Xiumin le gustara la idea de que un extraño vigilara su propiedad.

—¿A dónde vas? —exigió Xiumin, cuando comenzó a caminar al lado de Timoteo.

—Tengo que hablar con Yunho sobre algo que estaba fuera de tu propiedad hoy.

Si eso noqueó o molestó a Xiumin, no lo demostró. Sólo hizo un gesto brusco, con el rostro tan impasible como siempre. Al entrar en la desordenada oficina de trabajo de Yunho, Timoteo no estuvo demasiado sorprendido de ver allí a la mayoría de los hermanos del jaguar. Había llamado antes para decirle a Yunho que tenía algo importante que discutir y la familia del jaguar siempre trabajaba junta. Incluso algunos de los amigos más cercanos de la familia estaban presentes. Una excepción notable era Kun, aunque su compañero, el halcón Lucas, estaba allí. A juzgar por la mueca en el rostro del oscuro hombre, no estaba muy feliz.

Timoteo les dio un breve resumen de su encuentro con Yunhyuk, incluso yendo tan lejos como para decir cómo se le escapó. A pesar de que le jodió admitir que un novato sin ninguna formación consiguió derribarlo, Timoteo no quería que su orgullo se interpusiera en el camino. Era más importante que Yunho y los demás obtuvieran un informe completo para que pudieran tener una idea de la situación. Cuando Timoteo se quedó en silencio, Yunho se reclinó en su silla y reflexionó sobre la situación.

Aunque Yunho era unos veinte años mayor que Timoteo, no lo parecía. Con una alta y esbelta constitución, ojos color ámbar y el pelo marrón moteado, él se veía jodidamente bien. Si no fuera por el hecho de que Yunho estaba acoplado con su primo, Timoteo podría haberse enamorado perdidamente del hombre.

Por supuesto, eso fue antes de que Timoteo se encontrara con Yunhyuk. Ahora, encontraba que quería más de cierto águila rubio que tenía la desagradable tendencia de derrumbar a personas inocentes. Eso le demostró a Timoteo que, o bien había perdido todo su sentido común, o estaba siendo gobernado por

su polla. Pero no lo podía evitar, todo lo que tenía que hacer era pensar en lo bien que se había sentido cuando se apretó contra el cuerpo delgado de Yunhyuk y dejó estúpidamente que su lujuria lo controlara.

—¿Estás seguro de que era Yunhyuk? —preguntó Yunho finalmente.

—Sí, es casi la viva imagen de Kun. Además, el chico se comportó como una perra abofeteada cuando lo llamé Yunhyuk. Trató de ocultarlo, pero era obvio que lo asustó que supiera quién era.

—Si estaba al acecho, como dices, ¿cómo es que no olfateaste su esencia? Deberíamos haberlo olido desde la casa — declaró Lucas.

—Creo que lo enmascara de alguna manera. No pude olerlo hasta que no estuve justo encima de él.