Catorce.

374 30 5
                                    

El corazón amenazaba con salirse de mi pecho, intenté mantener la calma, sin embargo, mi cuerpo temblaba poquito y sentía miles de escalofríos recorrer toda mi espina dorsal.

—¿Hay algún plan?—. Pregunté mirando al peliverde—. Debemos actúar rápido.

—Todoroki, enserio me alegra que estés aquí—. Cnontestó—. Pero no podemos hacer nada, yo no puedo hacer mucho, mi brazo derecho está roto y mis piernas no responden—. Murmuró con voz rota— No soy de gran utilidad.

Maldecí en voz baja—. Iré yo, lograré aunque sea un golpe.

No le dí tiempo de responder y corrí a los malos, Eri y Kota estaban abrazados, la pequeña llorando en  los brazos del niño, él mirando con ojos llorosos a los villanos.

—¡¿Meterse con dos pequeños?!—. Grité, llamando la atención de todos— ¡Eso si es de cobardes!

—¡Héroe Shoto!—. Sentí bonito al escuchar la esperanza en sus pequeñas voces.

—¡Pero mira quién está aquí!—. Habló un tipo de cabello amarillo.—¡Es el hijo de Endeavor!

—¡Vaya! Casi no lo reconocí—. Interrumpió otro sujeto—. ¿No es el que huyó al exterior?

Tragué duro y sonreí poquito—. Les gusta más habar de la gente que cuidar a sus reos ¿cierto? No sirven ni para eso.

Al entender lo que traté de decir, ambos miraron a sus espaldas, Eri y Kota se encontraban en brazos de mi vecinito.

—Ahora sí, cabrones—. Susurré con un poco de ira.

Ataqué de frente con picos de hielo, lastimándolos con pequeños rasguños y algunos cortes profundos, esquivé sus golpes y lancé un ataque especial, ambos cayendo de rodillas ante mí. Pisé sus pechos, algo de sangre saliendo de sus bocas.

—Pequeño bastardo—. Dijo uno, mostrando sus dientes llenos de ese líquido rojo—. ¿Qué no te avisaron? Somos 5 pequeña mierda.

Cabrón si es cierto.

Un golpe en mi espalda me hizo perder el aliento, traté de recuperarme con rapidez, pero mi cuerpo fue lanzado contra un edificio, y en su paso choqué con varios árboles. Toqué el suelo para formar una defensa de hielo, lo que amortiguó mi golpe. Corrí con fuerza y golpeé sus rostros con una arma de fuego, literalmente hecha de fuego.

—¡Hijo de puta, quema!

Su mano golpeó mi labio y la sangre brotó de él, intenté devolver el golpe pero al tratar de hacerlo, solo pude sentir una presión fuerte en mi estómago.

—Me sorprende la cantidad de voluntad que tienes—. Se burló—. Pensé que te afectaría al primer golpe, aunque fue al segundo, no es tanta diferencia.

Volví a tratar de patear sus piernas, y sentí dolor en las mías, me quejé un poco al crear otro ataque defensivo, pero el dolor se apoderó de mi pecho.

—¿Que no lo ves? Es mi poder mágico, todo ataque que trates de lanzarme, lo sentirás en carne propia—. Tomó mi mentón y caí al suelo—. Mientras más fuerte sea tu ataque, tu dolor será 100 veces peor.

Escupí en su rostro al ya no sentir mis brazos—. Bastardo.

Un quejido lleno de asco salió de su boca, y volví a ser tirado al suelo, mi cara tocaba el piso un montón de veces, hasta que la tierra entró a mis ojos y ardían como el infierno.

—¡Eres un hijo de puta! ¡¿Cómo se te ocurre escupirme?! ¡bastardo malnacido!

Una explosión hizo eco en mis oídos, pronto dejando de sentir la presión de sus manos agarrando mi cabello.

—¡Cabrón estúpido! ¡El único que puede insultar al bastardo mitad y mitad soy yo! ¡Hijo de perra!

























































Q tal.

Yo ya me quiero dar de baja en la vida.

Coman, tomen agua y cuídense.

los kiero pollitos.

Ramen. (Shoto Todoroki  y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora