Bien... La vida no es justa, mucho menos piadosa, y aquel ser inocente... Le tocó experimentarlo en carne propia, le tocó vivir una vida de sufrimiento, lo experimento desde que nació. Su niñez no fue como la que deseaba, no fue como la de otros niños.
Ellos jugaban, se divertían... Eran felices.... Mientras el era conciente de toda la crueldad que el mundo cargaba, era consiente que todo el mundo tenía odio y rencor en su corazón y que por más que tratarán de ocultarlo con una mascara de gentileza y humildad por dentro eran otra cosas, por dentro solo quería destruir, por dentro quería hacer sufrir, querían causar dolor. Se disfrazaban con aquella apariencia que los hiciera ver menos monstruos... Pero que con el tiempo se empezaría a caer trozo por trozo hasta revelar lo que en verdad eran... Hasta revelar su verdadera forma...
Izuku Midoriya, aquel pequeño no tuvo la suerte de tener una familia que lo quisiese, que le diesen el amor incondicional que un niño necesitaba, que lo apoyarán en momentos difíciles o que cuando se lastimara lo mimasen para reconfortarlo... Aunque fuese una herida superficial y pequeña... ¡No! En cambio tuvo que pasar una vida de miseria, una vida de porquería con padres que ni siquiera lo consideraban como una persona, lo trataban incluso pero que una escoria...que una porquería buena para nada... Lo peor de la situación es que el estaba empezando a creer aquella horrorosa mentira, haciendo que el corazón puro que poseía se viera corrompido por la crueldad de aquellas personas...
☆゚.*・。゚
Izuku, 5 años.
-Quedate aquí. No te atrevas a entrar a la habitación ¿¡Entendido!? -Demandaba aquella mujer sobre saltando al pequeño.
-S-si mami, no entraré. ¿Pero quién es e-este señor? P-papá se molestaría.
-Mocoso insolente. ¿Te crees con la osadía de cuestionarme? ¡No es tu asunto! ¡Solo lárgate!
La mujer reaccionó de muy mala manera, ella no controlaba para nada sus impulsos con el pequeño, tampoco es que se lamentase por eso. Luego de decir aquello, alzó su mano y le estampó tal bofetada que el pequeño cayó al suelo, sosteniéndose su delicada mejilla enrojecida por el golpe, comenzando a soltar sollozos.
-Eres asquerosamente débil...- Dijo con asco. - Ah, en fin. Vamos a la habitación, cariño.
-¿Cómo pudiste? Es tu hijo...- Aquel hombre había desaprobado la conducta de aquella mujer peli-verde. Se había mantenido callado, pero ya no más.
-¿Eh? ¿Que te sucede? No te amargues, es solo un mocoso, cielo.- Comentó canturreante, despreocupada.
-Inko, eres su madre. Pero no es para que lo trates como si fuese basura. ¿Estás loca acaso?
-Ya lo dijiste ¡Es mi hijo! Puedo hacer lo que sea con el, golpearlo, insultarlo, maltratarlo... Incluso matarlo si se me apetece.
-¿¡Como puedes decir cosas semejantes!? ¡Eres una desquiciada! Me largo.
El hombre fue en dirección de la puerta, listo para marcharse, pero alguien lo tomo de la camisa impidiendo aquello. Miro hacia atrás.
-¡No puedes irte! ¿Tan solo por ese estúpido niño? Tienes que estar de broma.
-Puedo y lo haré, no pienso quedarme con una loca como tú. Suéltame.
-N..-Fue interrumpida pues el tipo solo se soltó del agarre y se marchó. Dejando a la peli-verde más enojada.
-Ahg. ¿Ya ves lo que causas? ¡Todo es tu culpa, mocoso del demonio!
-L-lo siento, mami. Perdón, p-perdón.
-¡Tus disculpas no me sirven! ¡Te enseñaré una lección!
El niño asustado retrocedió, su cuerpecito ya no soportaría más. Estaba muy débil y muy golpeado. Todos los días, sin faltar alguno. Era golpeado con severidad por aquella mujer, ni hablar de lo que le hacía su padre cuando estaba enojado... Era un infierno total.
Inko agarró un cinturón de cuero que estaba alzado y....
Golpe
-AHH!
Golpe
-AH! ¡M-mamá! ¡N-no!
-¡CÁLLATE! ¡No me llames madre!
Golpe
-¡Agh! ¡P-por favor! ¡S-seré un niño b-! ¡AH!
Golpe
-¡He dicho que te callaras!
Lo agarró del cabello sin importarle las quejas del menor, entonces comenzó a golpearlo nuevamente.
Izuku lloraba...Gritaba. Pero nada parecía funcionar, era en vano.
Golpe
-¡M-mamá! ¡Mamá! Ya n-no...
Cada golpe, fue destrozando su piel causando que de ellas saliera una cantidad de sangre considerable. Destrozaba en lo más profundo... Destrozaba su cuerpo y alma... Ya no quería, ya no.
No quiero. Mamá, mami. Te prometo ser un niño bueno. No me golpees, no me peques. Yo te quiero. Te quiero mami... P-por favor...
Inko sequía golpeado, no le importaba... En lo absoluto.
-M-mami, yo... y-yo te...
De pronto las quejas del niño dejaron de resonar en la sala... Inko se fijó... Había...
-Pff, realmente eres patético. Te desmayaste solo por unos cuantos golpes. Tsk.
Inko miró con desprecio al pequeño que yacía en el suelo inconsciente. No se molestó en siquiera llevarlo al sofá, no, solo lo dejó tirado en media sala mientras ella iba por su bolso y las llaves de la casa, dispuesta a salir...
☆゚.*・。゚
-Jaja, shh~ Haz silencio, nos van a escuchar. -Susurros-.
-Ven, cariño. Dame un beso.
Inko se había ido a un bar, dónde conoció a un sujeto. Inmediatamente este le ofreció una bebida, que luego se fueron multiplicando... Hasta llegar a este punto.
Estaban en la puerta besándose desenfrenadamente, cuando una voz los interrumpe.
-Ya era hora de que llegaras, querida esposa...
☆゚.*・。゚
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Aquel Día [DabiDeku]
FanfictionPorque fue la luz más resplandeciente en su mundo de oscuridad. Porque todo cambio gracias a aquel día. DabiDeku FanFic ©Todos los derechos reservados Historia sin quirks, ni súperhumanos. Los personajes que se muestren a continuación no son de mi...