Horas antes...
Midoriya acababa de despertar de la inconsciencia... Estaba perdido. Su cuerpecito le dolía, dolía mucho... Comenzó a soltar ligeros sollozos. Cómo pudo se levantó, en el intento se tambaleó provocando que se cayese de nuevo al piso, logrando que se lastimara más.
Un sonido proveniente de la puerta captó su atención. Sus ojitos tuvieron un pequeño brillo.
¡Ah! Tal vez sea mami. Seguro fue a comprar medicamentos ¡Si!
Con ese último pensamiento se aproximó cuando la puerta fue abierta y abrazo la pierna de la persona que ingresó.
-¡Mam-!.- No terminó la frase pues en ese instante alzó su cabecita y aquella persona lo miraba con unos ojos fríos y llenos de odio. Eso provocó que el pecoso temblase...-P-papá.
-Suéltame.- El pequeño captó de inmediato la demanda de su padre, pues este le provocaba un sumo miedo. El respeto por aquel hombre se había esfumado hace mucho (o simplemente nunca existió), convirtiéndose en aquel desfavorable sentir...
El hombre suspiro cansado e irritado. Dejó su saco en el perchero y se deshizo de su corbata.
-¿Dónde está tu madre? Dile que me sirva la cena.
-... Mami s-salió... No sé dónde está.- Dijo con la mirada clavada en el suelo.
-Ah, esa idiota... -Suspiro- Debe estar revolcándose con alguno de sus amantes.
El hombre notó las marcas que tenía el infante, claro que lo hizo. Son demasiado notorias para no darse cuenta, sin embargo, no le dió importancia. Le daba igual...
-Sube a tu habitación, no quiero verte.-
-...-
-¡Ahora!-
Midoriya dió un respingo y se marchó lo más rápido que pudo de ahí. Tuvo suerte en que no viniese de muy mal humor y no lo golpeara... Tanto como sus piernas podían, subió las escaleras hacia su cuarto, fue directo al baño para subirse en un pequeño banco para así alcanzar la cajita con alcohol, algodón y un par de curitas... Es lo que tenía por ahora. Tenía que soportar el ardor y tratar de curarse lo mejor que podía con lo poco que tenía.
Comenzó limpiando y desinfectando las heridas que eran más profundas y llegaban a derramar ese característico líquido carmesí. Lo hizo con el mayor cuidado posible, luego colocó se colocó las curitas.
Ya están las 9:45 p.m y su mamá aún no llegaba y su padre estaba molesto con ella, temía que discutan como siempre lo hacían. Cada vez que eso sucedía, se sentía impotente por no poder hacer nada por apaciguar las cosas, pero era solamente un niño. Estaba imposibilitado a realizar cualquier acto que tuviese que ver con sus padres...
Con eso último decidió ir a dormir, puesto que mañana tenía escuela. Si, sus padres lo habían ingresado a una.
☆゚.*・。゚
Dos y media de la mañana
-Ya era hora de que llegaras, querida esposa.
-Agh, apártate. No estoy de humor para tus reprimendas.
-No, Inko. Ya estoy harto de esto. No sé cómo te deje pasar todo esto, pero ya no.
-¿Ah? ¿Que estás tratando de decir?- Su esposo simplemente ignoro aquella pregunta cómo si en un principio no la hubiese realizado y miro amenazantes al acompañante de esta.
-Hey, tú. Será mejor que te largues ahora mismo.- Este realmente ni se inmutó por aquello, por el contrario.
- -Esboza una sonrisa- Nos vemos luego, cariño.- Se marcha luego de decir aquello.
-Quitate, me estorbas.
Inko se estaba por ir a su habitación, pero una mano es su brazo la detiene con un agarre meramente fuerte.
-Suéltame.
No lo hizo, por el contrario lo apretó más...
-Inko, querida. En este mismo instante agarras tus cosas y te vas de mi casa.
La expresión que la peli-verde esbozó fue digna de un Grammy. Esta se petrificó en su lugar. Palideció. Imposible, eso no iba a pasar. No si ella lo impedía.
-Se suelta agresiva- Ni creas que lo haré, soy tu esposa.
El hombre soltó un jadeo lleno de diversión, luego la miró con una mirada asesina.
-Puedo arreglar los papeles del divorcio. No pienso estar ni un segundo más contigo.
-(Imbécil) P-pero cariño. Todos estos años juntos, cada momento... ¿No... S-significó nada para ti acaso?
-Ah, mira. Por ti conseguí Toda la fortuna de mi padre, pero... Ya no me sirves. Tan solo mírate.- Se fue acercando a paso lento y peligroso hacia la peli-verde, una vez a su lado le susurró.- Das asco.
La fémina se enfureció por tal comentario, así que sin pensarlo de más, alzó su mano.
-¿¡Cómo te atreves, infeliz!?- Fue detenida por un agarre en su antebrazo.- ¡Me lastimas, suéltame!
-He dicho que te largaras de mi casa. ¿¡O acaso quieres que te saque a patadas!?
Hizo más fuerte su agarre para luego tirarla al piso, provocando que se lastimase las muñecas al intentar amortiguar el impacto...
☆゚.*・。゚
El pequeño están plácidamente dormido, pero unos gritidos lo hicieron levantarse, luego salió al pasillo he allí estaba la escena que no había querido presenciar... Estaba a punto de irse cuando vislumbró a su padre agarrar del cabello a su amada madre. Sin pensar en las consecuencias corrió a intentar detener a aquel hombre que le estaba haciendo daño a la mujer.
Una vez estubo cerca solo atinó a sujetar de la camisa a su padre, tirando con toda la fuerza que tenían sus pequeños bracitos.
-¡Déjala, déjala! ¡No le hagas daño a mami! ¡Suéltala!
El al sentir al pequeño detrás suyo lo que hizo fué agarrarlo de su brazo y arrojarlo, haciendo que este se pegase en uno de los muebles. Por aquello el pequeño se quejo, claramente.
-Y de una vez te digo ¡Te llevarás a ese bastardo! ¡No lo quiero aquí!
-Hipidos.- M-mami... P-por favor, no le hagas n-nada.
-No lo llevaré conmigo. Tu lo trajiste...¡Tu te haces responsable!
El pequeño no acabó de entender aquellas palabras. Que... ¿Q-que quiere decir e-eso? E-ella... Ella no e-...
En ese momento un cuadro que estaba encima del pequeño se cayó justo impactando en la cabeza de este... Volviendo todo en una completa obscuridad...

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Aquel Día [DabiDeku]
FanfictionPorque fue la luz más resplandeciente en su mundo de oscuridad. Porque todo cambio gracias a aquel día. DabiDeku FanFic ©Todos los derechos reservados Historia sin quirks, ni súperhumanos. Los personajes que se muestren a continuación no son de mi...