Capítulo #4: Sensaciones con un Desconocido Parte. 2:

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[Track #5: Timebelle - Apollo]

-Te he echado mucho de menos... Wheein.

Me besaba desenfrenadamente. Y sus labios eran justo como los había imaginado: finos y suaves pero igualmente desarrollados en el arte de besar. Trataba de aferrarse a mi cuerpo como si su vida dependiera de ello, y éste se sentía atraído por instinto hacia el suyo.

El tiempo parecía haberse detenido, pero entre nuestros gemidos sonando a través de aquel invernadero, la voz de Lee Oh se escuchaba fuera de aquel lúgubre lugar:

¡Quiero dedicar unas palabras, a mi bella esposa... ¡¿Gabriella?! La ropa comenzaba a desaparecer, mientras que Lee Oh buscaba exponer su discurso a una persona totalmente ausente de aquel animado lugar-. ¡¿Ahm... ¡¿Gabriella?! -Quería sentirme culpable. Debía sentirme de esa manera ya que estaba literalmente engañando a mi marido.

-... Lo siento, no puedo hacerlo... -Tal y como si me leyera la mente, el chico misterioso detuvo los besos y terminó apartándose de mí. -Hace unas horas, habría hecho esto sin pensar en las consecuencias -susurraba con la cabeza agachada-. Dado que aún podía decir, que eras mía. -A continuación pasó a abrazarme rápidamente, y fue cuando la culpa por fin me invadió. Al llevar mis manos hacia su espalda y abrazarlo en respuesta, sentí que era el momento de hablar por fin:

Yo quería hacer esto -le indiqué susurrando-. Por encima de toda atadura, yo quería... -pero sus labios terminaron frenando mis palabras en el momento perfecto. Exactamente en el instante en que la primera lágrima comenzaba a rodar por mi mejilla.

Ese es el problema, ambos queríamos hacerlo -dictó-. Fuimos inmaduros durante unos minutos, luego... -siguió, ahora bajando mi blusa y colocándome el abrigo. Me sentía mimada por él, y eso parecía gustarme mucho-. Nos dejamos llevar, sin pensar en como esto nos afectaría... -a continuación terminó de ponerse su camisa y volvió a colocarse la máscara-. Yo especialmente debí pensar en la forma en que esto traería repercusiones para ti, Wheein.

... Y yo...

-¡¿Alguien ha visto a Gabriella?! -De cierta forma, me alegró escuchar a mi madre en el exterior. Estuve a punto de desvelar a este chico la verdad sobre mí. Solo que como el ser egoísta que soy, decidí quedarme callada y robar unos besos que no me pertenecían. -¡Gabriella! -Gritó mi madre al entrar en el invernadero, que de un momento a otro dejaba pasar la luz de la luna perfectamente al interior.

-¡¿Mamá?! -Me aparté por completo de aquel chico, preocupada por el escándalo que mi madre podría ocasionar. Sin embargo eso demuestra que aún no la conocía bien del todo, dado que Hye-ri no es el tipo de persona que resuelve sus problemas a ojos del público.

-Debí saber que te esconderías en un lugar de tan poca clase como éste Gabriella... -comenzó a exponer cerrando el invernadero, dejando una pequeña abertura por la que aun podía colarse un poco de luz-. Tus genes de pobre será algo que arreglaremos más adelante... ¡Usted joven, aléjese de mi hija!

-¡¿Por qué toda esta gente parece vivir en Los Estados Unidos?! -Empezó a decir la persona a mi lado, totalmente despreocupado de un momento para otro-. ¡Nunca usarán su nombre real, ¿cierto Hye-ri?!... -Ahora fue con todo hacia mi madre, aferrándose a mi mano con desición-. ¡Es Wheein, anciana consumida!... ¡Jung Wheein!

-... ¿Taehyung? -No me sorprendió escuchar ese nombre por parte de mi madre, de hecho lo suponía. La voz de Taehyung era algo difícil de discutir y olvidar. -¿Qué haces aquí?... ¿Cómo volviste?... ¿Le has contado algo de... -Taehyung terminó interrumpiendo a mi madre:

¡No le he dicho nada, pero pensaba hacerlo! -Dictó, y por su tono de voz se sentía su enojo bajo la máscara.

-¡¿Pensabas hacerlo?! -Reí sobre la situación soltando la mano de Taehyung para colocarme frente a él-. ¡¿Decirme qué?!...

-... Wheein...

¡Deja de llamarme así!... -Exclamé apartando los brazos que Taehyung trataba de acercar a mi cuerpo, para comenzar a empujarlo hacia el lado contrario del invernadero. -¡¿Qué es tan importante que debía esperar a que terminaras de acostarte conmigo?! ¡¿O que dieras tu discurso motivacional?!... ¡¿Que mi madre apareciera para pillarnos, estaba en tus planes también?!... -Mi madre parecía estar muy contenta con todo lo que estaba pasando, la escuchaba sonreír tras mi espalda. -¡Habla Taehyung! -Tras un último empujón terminé arrebatándole la máscara. Mis pupilas se dilataron al observar su rostro y mi boca quiso colgar por sí sola, no debía perder el hilo en ese momento pero me estaba resultando sumamente difícil mantenerlo.

-Wheein, por favor, deja que... - Tae me observó con culpa pero con una enorme sonrisa, lo interrumpí:

Corré... -susurré. Taehyung me observó confundido. Solo al ver mi sonrisa, mi mano extendida hacia él y la apertura abierta detrás de su espalda, fue que lo comprendió todo.

Mi madre estaba totalmente distraída, así que Tae me dedicó una sonrisa en respuesta y colocó la máscara sobre mi rostro. Tomó mi mano sin pensarlo dos vez, y juntos salimos corriendo del invernadero.

A la distancia pude escuchar a mi madre, gritando mi nombre en total agonía, junto a la música y la confusión de un gran grupo de personas. Taehyung no soltaba mi mano y no parábamos de correr. Por primera vez en mi segunda vida me sentí libre, sin objeciones, sin ataduras. Veía todo un mundo nuevo frente a mis ojos, y quería descubrir todas las cosas que este tenía para ofrecer.

Continuará...

SOMBRAS DE PRIMAVERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora