Hiccup Haddock y sus pocas ganas de mantenerse con vida o de una sola pieza.

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Desperté con ganas de golpear a alguien y también sintiéndome horrible conmigo misma. Sabía a la perfección que Idylla era una princesita mimada tremendamente idiota que había perdido la cabeza cuando Hiccup quiso buscar su verdadero hogar, pero si aquello que vi anoche era algo frecuente... sencillamente no podía hacer nada en contra del inmenso odio que sentía por ella. Pero luego estaba el hecho de que Hiccup me había pedido no investigar con respecto a lo qué había pasado aquella noche y haber soñado con aquello se sentía como haber traicionado su confianza, aunque es cierto que yo no puedo controlar lo que veo en mi dormido, aún así me sentía fatal por haber presenciado un recuerdo tan horrible.

Me levanté enfurruñada con la vida, maldiciendo la mala suerte que tengo.

Me vestí sin importarme absolutamente nada, tomando una simple camisa del Campamento Mestizo solo porque me daba pereza buscar alguna sudadera o algo por el estilo, me coloco unos shorts vaqueros, me calzo perezosamente, tomándome mi tiempo para mirar al vacío sin pensar en nada y suelto un último suspiro cuando estoy completamente preparada.

Salgo mientras me pregunto que haré el día de hoy y cómo voy hablar del tema con Hiccup, porque pienso decírselo, necesita ser consciente de que ya sé lo que pasó.

Pego un respingo al encontrármelo esperándome en mi porche, con unos vaqueros negros rasgados que reconozco como parte de la ropa que le compré el otro día, lleva también una de las camisas naranjas del Campamento Mestizo la cual permite ver la mayoría de sus negros tatuajes. Tiene las manos metidas en los bolsillos y el cuerpo reposado contra la columna de madera que estaba al lado de los escalones.

–Buenos días, dormilona, ¿qué tal has descansado? –me saluda con una sonrisa juguetona que le viajaba de lado a lado.

Yo finjo indignarme. –¿Dormilona? ¿Yo? ¿Cómo es que si quiera te has levantado?

Hiccup se hundió en hombros. –Ayer no hice nada que realmente requiriese mucha energía, así que estoy bien –me responde mientras empieza a caminar a mi lado hacia el comedor–. ¿Y bien? ¿Qué tal has dormido?

Chasqueo la lengua. –He tenido un sueño... desagradable.

Lo siento acercarse más a mí, rozando sus nudillos con los míos. –¿Quieres hablar de ello? –me pregunta con una delicadeza que provoca que me sienta aún peor por todo lo que vi anoche. Suspiro pesadamente mientras tomo su meñique con el mío, la diferencia de tamaños me parecía divertida sino fuera por la situación–. Oye, ¿estás bien?

–¿Recuerda que te dije que te había visto en un sueño donde todo lo veía desde... desde la perspectiva de Idylla? –le pregunto dudando cada palabra, apretujando todo lo posible su dedo para que no se aleje. Lo miro esperando una respuesta, él tan solo asiente–. Bueno... ha vuelto a pasar.

–Ah... ¿qué has visto esta vez?

Él me toma por completo la mano, dándome algo de apoyo, incitándome a seguir hablando. Tomo todo el aire para poder encararlo, porque hasta ahora verlo directamente me ha puesto de los nervios.

–La noche que conociste a Dioniso –le termino respondiendo un poco de golpe. Nos detenemos en ese momento y empiezo a parlotear para aclarar algunas cosas mientras tomo con fuerza sus manos–. Realmente no sé por qué terminé soñando con eso, te juro que fui completamente honesta cuando dije que no investigaría sobre lo que sea que hubiera pasado esa noche, no pretendía traicionar tu confianza, yo...

–Lo estás haciendo otra vez –me detiene de golpe, acercándome con un leve tirón a él.

Frunzo levemente el ceño. –¿Qué?

–Lo de culparte por cosas que tú no controlas ni eliges, lo haces todo el tiempo, ¿lo has notado verdad? Cuando te dije que no quería que intentaras investigar es que no quería que le preguntaras a Dioniso o insistieras en preguntarme a mí, ¿cómo voy a enojarme contigo solo porque a Hipnos le pareció buena idea hacerte soñar con eso? –me dice con toda la tranquilidad del mundo mientras yo apretujo todo lo que puedo sus manos. Le sonrió honestamente, mucho más relajada que antes, recordándome que tengo que trabajar en ese temita de no culparme por todo lo malo que pasaba a mi alrededor–. Venga, deja ya de preocuparte por eso, ¿de acuerdo? Me han dicho los de cabaña de Niké que hoy se hará algo llamado Captura la Bandera y que deberíamos participar, ¿sabes de qué va?

Percy Jackson y la Traición del Invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora