VIII Los sentimientos de Damián

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Nada. En las grabación de seguridad no habían encontrado nada. Alana corría hacia la residencia de mujeres y de pronto se espantaba del aire, de alguna sombra que tal vez algún auto proyectó en el muro de la esquina, de las pesadillas que pululaban en su cabeza trastornada.

—Me estoy volviendo loca.

—No, claro que no. Estás nerviosa, tal vez algo paranoica, pero no loca. Lo que a mí me llama profundamente la atención es que Damián haya llegado. Te encontró cuando te desmayaste, cuando pensaste que te perseguían y ahora también. Es como tu Superman. Si no se anduviera cogiendo a Lucy sería perfecto.

—Ya no quiero seguir así, no puedo más.

Ni contarle que alguien había grabado una parte de su pequeño brote psicótico y ahora circulaba por internet. Esperaba que no se volviera viral.

Alana y Ximena no asistieron a ninguna de las restantes clases aquel día.

"Si preguntas tú por ella será menos sospechoso a si lo hago yo", le dijo Damián a Marcos y allá fue él, como el buen beta que era. De paso podría coquetear con Ximena, que estaba tan buena.

—Pronto estará bien, ya fuimos al médico. Ahora está durmiendo —le contó la pelirroja.

—Damián me dijo que ella aseguraba haber visto a un hombre lobo. ¿Cómo es eso posible?

—Se confundió, Alana tiene mucha imaginación y es bastante asustadiza. ¿Nunca creíste que había un monstruo en tu habitación y resultó ser una chaqueta en la silla?

No, él siempre fue el monstruo.

—Gracias por preocuparte por ella, es muy dulce de tu parte, Marcos.

—Es Damián el que quiere saber.

—Si sus intenciones son acercarse a Alana para divertirse con ella le cortaré las bolas. Dale ese mensaje de mi parte.

—Él nunca haría eso, te lo aseguro. No es esa clase de hombre.

—Sus andanzas con Lucy no dicen lo mismo.

—Lucy fue un mal intento para olvidarse de Alana.

Ximena no lo podía creer. Los cinco minutos de confianza que estaba teniendo con Marcos valían oro. Qué entretenido era chismear.

—Eso no tiene ningún sentido —cuestionó ella.

—Para Damián sí. Sus padres tienen bastante dinero y una reputación que mantener. Damián es su único heredero y no permitirán que esté con cualquier mujer.

—¡Qué retrógradas! Alana no es cualquier mujer.

—Pero es pobre. Más pobre que Damián al menos.

—La pobreza de espíritu es mucho peor que la económica. Alana es una joven esforzada, tiene excelentes calificaciones, será la mejor ingeniera y se forrará. A la mierda lo que piensen de ella. Y a la mierda Damián si es tan imbécil como para darle importancia a las diferencias de clases. ¿Tengo que enviarte a la mierda a ti también?

—No, yo soy adoptado.

Ximena lo miró con pasmo y estalló en carcajadas.

—¡Ay, Dios mío! No me estoy burlando de ti es que... ¡Eres tan gracioso!

—Y beso muy bien.

Ximena dejó de reír.

—Soy una mujer de ciencia, exijo una demostración.

Ella sabía de besos, modestamente había besado a bastantes, pero elegidos con pinzas. Y Marcos Zóster llegó rápidamente a la primera posición con sus besos alucinantes.

¿Por qué debías ser tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora