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Cuando entraron a la escuela lo primero que vieron fue el cuerpo de Peter completamente hecho piedra, por lo que rápidamente se acercaron.

—No está muerto— Dijo Malia rodeando su cuerpo— No puede ser.

—Tiene latido pero muy débil— Dice Laia, y en eso se escuchan ruidos.

—No estamos solos— Dice Derek.

—Voy al laboratorio— Laia comenzó a alejarse, pero Derek atrapó su brazo.

—No puedes ir sola, Laia.

—¿Por que no?

—No puedes defenderte.

—Tal vez no tengo un arma, pero soy bastante buena con estas— Dijo mostrando sus garras.

—Laia— Derek no queria dejarla sola.

—Tranquilo, si necesito ayuda te llamaré, lo prometo.

La castaña se alejó del pelinegro y se fue rápidamente al laboratorio que química que quedaba en el segundo piso de la preparatoria, para tomar los químicos y crear una mezcla entre cenizas de montaña y aconito. Durante su tiempo en L.A. había estudiado lo suficiente como para poder tocar la ceniza de montaña, curar hombres lobo, y deshacerse de entidades sobrenaturales. Prácticamente había estudiado medicina, pero medicina sobrenatural.

Mientras esperaba a que las cenizas sacaran humo, escuchó un disparo y el rugido de Malia, alertandola, y a los minutos llego Derek con Scott en brazos.

—¿Que pasó?— Derek apoyo a Scott.

—Cerval amarillo— Rápidamente Laia dejó de hacer humo con las cenizas y tomo el mechero.

—Solo hay una forma de deshacerte de él— Laia prendio el mechero— Quémandolo.

—¿Qué?

—Escucha, no podrás hacer mucho hasta que sanes— Se escucho un ruido por lo que Derek encendio sus ojos y salió, justo antes de que Laia posara el fuego sobre la herida de Scott.

—Tranquilo, ya está— Laia lo dejo en el suelo.

Mientras tanto Derek afuera miraba hacia todos lados hasta que escuchó una voz.

—Derek ¿Eres tú?— Los ojos de Derek dejaron de brillar en su color azul al escuchar la voz de Laia, el lobo se giro dandole la espalda a la sombra que se acercaba a el mientras cerraba los ojos— ¿Derek? Derek soy yo. Soy Laia, tu Laia.

Derek saco sus garras, convenciendose a si mismo de que no era Laia, ella jamas diría eso, no era Laia, no era ella, no era su Laia, jamás lo fue, por más que quisiera.

—¿No quieres verme?— La castaña se acercaba a el lentamente—¿Dejaras que me vuelvan a romper el corazon? ¿O vas a amarme cómo el primer dia? ¿Por fin dirás todo lo que sientes por mí?

—No eres real— Derek ya no sabía si se lo decia al ser que tenía frente a él o a si mismo.

—¿No sueno real? Si no lo fuera no recordaria la primera vez que te vi Derek, o como me decías que Isaac no era para mí y tenías razon, o cómo fuiste a buscarme cuando casi mueres por culpa de los alfas— Derek comenzo a retroceder y "Laia" a avanzar— ¿No puedes verme?— Derek dio un manotazo al aire, intentando alejarla— Derek mírame, abre los ojos— Derek volvio a dar otro manotazo pero "Laia" tomo su brazo.

—No eres Laia— Dijo entre dientes.

—Soy tu Laia, Derek. De la que has estado enamorado desde el principio, pero tu pequeño beta te la arrebató de tus brazos. Por culpa de el estuve lejos de ti por mucho tiempo ¿No quieres verme una vez mas?— "Laia" llevo la mano de Derek a su mejilla, logrando que Derek sienta el suave tacto de "Laia"— Mírame, Derek. Mírame, lobito— Dijo usando aquel apodo que Laia únicamente usaba con él, causando que abra los ojos.

Labyrinth_ Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora