Ya habían llegado al estadio. Los tres se bajaron del auto y entraron.
—¡Chicos!— exclamó Madison antes de seguir entrando y ambos se voltearon a verla— yo iré a la cancha.
—¿Qué?¿Por qué?— preguntó Lydia.
—No lo sé. Tengo la sensación de que tengo que ir. Ustedes vayan a los pasillos. Los veo luego— explicó y no les dio tiempo de responder cuando ya se encontraba corriendo hacia el campo. Corrió y se sentó en una de las gradas.
«¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒉𝒂𝒈𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐?»
Se preguntó a si misma y continuó viendo el juego.
[...]
𝗖𝗲𝗿𝗰𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗽𝗼.
Scott y Eli corrieron hacia el entrenador mientras este gritaba a los de su equipo.
—¡Entrenador!— dijo Scott— oiga, oiga—dijo agarrandolo del hombro.
—Oh, no, no— bajo la mirada un segundo a la sangre de el alfa y volvió a negar rotundamente— Inaceptable. Te graduaste Mccall. No me arruinaras esto.
—Escuche cada persona en este estadio está en peligro, ¿Hay como sacarlos a todos sin entrar en pánico?
—Sí, Ganando el juego.
—¿Y si empatan?
—Muerte súbita.
—Escuche, habrá 10.000 mil muertes repentinas sino lo detenemos.
Los tres se quedaron en silencio y vieron hacia el campo. Los del equipo contrario ya habían anotado otro punto.
—¡Maldición!— exclamó el entrenador— no sentí tanta decepción desde que perdí la virginidad— Confesó él— ¿Quieres ayudarnos a ganar?— inquirió hacia Scott—Toma— dijo y le dio un palo de Lacrosse.
Los dos se habían puesto los uniformes del equipo.
—hagamoslo, muy bien. Cuatro minutos, el que anota primero gana— explicó el coach para todos en voz alta.
—¿Número 11? ese era mi número— le Confesó Scott a Eli.
—¿Lo quieres de vuelta?
—No, no. Está bien, pero si lo vas a usar será mejor que anotes.
—Eso intentaré.
—¡Vamos!¡Hagamos esto, todos al campo!— gritó el coach y todos entraron— ¡nosotros anotamos primero!
[...]
Madison estaba sentada esperando al segundo tiempo del partido. Cuando empezó, vio como nuevos jugadores entraban. A la mayoría los conocía por la secundaria. Entraron los números 13 y 11.
«¿𝒀 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔?¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏?»
Tu tío y el amor de tu vida.
El número 13 corría y estaba por anotar. Cuando tiro la pelota al arco, termino yendo hacia el indicador de puntos.
«𝑾𝒐𝒘, 𝒆́𝒍 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒋𝒖𝒈𝒂𝒅𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂»
El número 11 se veía en el campo y se giro hacia las gradas. Ella no tardo en verlo un poco mejor.
«𝑬𝒔𝒆 𝒆𝒔... ¿𝑬𝒍𝒊?»
Bajo corriendo de las gradas y se acercó hacia el entrenador y este la miró confundido.
—¿Y tú quién eres?— preguntó mirandola con el ceño fruncido.
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Generations | 𝘌𝘭𝘪 𝘏𝘢𝘭𝘦
Werewolf𝖬𝖺𝖽𝗂𝗌𝗈𝗇 𝖲𝗍𝗂𝗅𝗂𝗇𝗌𝗄𝗂 llega a la ciudad de Beacon Hills para empezar temporalmente unos meses en la secundaria, pero las cosas nunca salen como lo planeado. Ella conocerá a viejos amigos de su padre y volverá a ver a su abuelo. Incluyend...