Los nervios recorrían todo su cuerpo y sentía que su corazón iba un poco más rápido de lo normal. No sabía que iban a decirle y eso la aterrorizaba muchísimo más.
Se sentó al frente de ambos adultos y se removió en su silla incómoda. Nadie decía nada y eso empezaba a irritarla.
—Bien...¿Qué sucede?— rompió el silencio mirando a los dos adultos.
—Yo...amm... le expliqué a tu padre porque me fui. También le explique otra cosa...
—¿Por qué te fuiste?¿Otra cosa?¿De que hablas Lydia?
—Vamos por partes, ¿sí?— intentó calmar la situación Stiles.
—Bien. ¿Por qué te fuiste?
hubo unos minutos donde ella se quedó callada. No contestó. Se le notaba tensa, incómoda, pero no hablaba.
—Me fui... me fui por un sueño— dijo con voz entrecortada— yo... tuve un sueño...
—¿Qué sucede en el sueño?— cuestionó Madison tragando grueso e intentando mantener la compostura.
—Mis ojos se abren... y veo vidrios rotos... es de un parabrisas. Gateo en el pavimento, intento llegar a Stiles. Hubo un choque y nos tiraron del auto, excepto que él no se mueve... sin parpadear ni respirar— su voz empezaba a ser más baja— y cuando te busque, estabas tirada del otro lado. Estabas... llena de sangre... tus ojos cerrados... sin respirar. Llena de golpes. Ninguno de los dos respiraba...
—Fue solo un sueño— comentó la castaña intentando convencerse a sí misma.
—Hasta que lo volví a tener. Una y otra vez. Se convirtió en un sueño recurrente. Hasta que ya no podía saber si era un sueño o...
—Una visión...
—Si nunca estuviera en un auto con ustedes no tendría que haber un choque. Y ustedes no tendrían que morir...
«¿𝑴𝒐𝒓𝒊𝒓?»
«¿𝑪𝒉𝒐𝒒𝒖𝒆?»
«¿𝑬𝒔𝒕𝒖𝒗𝒊𝒆𝒓𝒂»?
«¿𝑽𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏?»
—Pequeña... tenemos algo más... otra cosa— Habló su padre intentado sonar lo más comprensivo posible.
«¿𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒂́𝒔? 𝑸𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒓𝒂𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓𝒆 𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒊𝒅𝒐?»
—Ella...— levantó la vista del suelo cuando él comenzó a hablar.
—𝑆𝑜𝑦 𝑡𝑢 𝑚𝑎𝑑𝑟𝑒, 𝑀𝑎𝑑𝑖𝑠𝑜𝑛.
No, no, no, no.
Esto no está pasando.
Esto no está sucediendo.
Por favor, no.
«¿𝑴𝒊... 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆?»
«𝑵𝒐, 𝒏𝒐, 𝒏𝒐. 𝑬𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆»
Madison sentía sus ojos llenarse de lágrimas y sentir escalofríos al escuchar esa palabra. Estas no eran las típicas novelas que una mujer llega después de años y revela que es la madre de la niña cuando se perdió toda su vida. Cuando en todo momento de la vida de la chica, ella ya tenía a su madre. Ya tenía una y no era esa persona. ¿Cómo podía decirle eso?
Es decir, era imposible. Ella era hija de Alyssa Lewis. Quien después de casarse con su padre, se llamaba Alyssa Stilinski. Era una Coyote, nació en Manhattan, Nueva York. Su familia era sobrenatural desde pequeña y ella nació así. La castaña era su hija. No de Lydia.
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Generations | 𝘌𝘭𝘪 𝘏𝘢𝘭𝘦
Werwolf𝖬𝖺𝖽𝗂𝗌𝗈𝗇 𝖲𝗍𝗂𝗅𝗂𝗇𝗌𝗄𝗂 llega a la ciudad de Beacon Hills para empezar temporalmente unos meses en la secundaria, pero las cosas nunca salen como lo planeado. Ella conocerá a viejos amigos de su padre y volverá a ver a su abuelo. Incluyend...