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lisandro no tenia problema en admitir que amaba ese momento, despues de buen sexo con cristian.

hacía mucho tiempo no podían tener su intimidad, con valentino y todo no tenían mucho tiempo solos, pero la noche anterior la hermana de licha había insistido en que quería cuidarlo y aunque al mayor le había costado demasiado, cristian lo convenció con algunos susurros indecentes y besos en el cuello.

por lo que ahora estaba disfrutando como nunca los mimitos post sexo. eran ellos dos, hablando boludeces, jugando con sus manos entrelazadas, dandose besos ocasionales, recibiendo mimos del otro y durmiendo siestitas de no más de media hora cuando encontraban una posición cómoda.

𝐝𝐨𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora