2° parte: Invitados... ¿Inesperados?

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  Lina no quería preocupar más a su amigo (bueno, en realidad no quería seguir siendo interrogada, pero aceptar que la mirada de su acompañante le ponía nerviosa era otra cosa) por lo que decidió irse a la cama, además, ella sabía que, si se quedaba mucho tiempo a su lado, él terminaría por descubrirla.

  Luego de acostarse, tomar leche tibia y contar cerca de ochorrocientas ovejas, tuvo una gran revelación, no podría dormir, estaba muy agitada. Miles de preguntas atormentaban su cabeza.

  Estaba sola en medio de aquel cuarto en esa posada que les había llamado la atención.

  Completamente sola... O eso creía, cerró los ojos e intentó dormir por enésima vez en aquella noche, hasta que sintió un sonido cerca, no abrió los ojos, pero sabía perfectamente que el ruido era muy fuerte como para ser producido por el viento o algún animal pequeño.

  Escuchó un suspiro, el que le hizo creer más fielmente en su tesis: era un humano... O al menos, algo similar.

  El suspiro le sobresaltó a tal modo que, como acto reflejo, abrió los ojos, la verdad, esperaba encontraste cualquier cosa, un pez volador, un troll, un hombre lobo ¡Hasta una momia! Pero lo que vió, no se lo esperaba hasta tal punto que la dejó pasmada...

♥♦♥♦

  Mientras entraba sigilosamente por la ventana de aquella posada, recordó lo que su señora le había ordenado...

*flashback*  

  El "hombre" en cuestión entró en la sala en la que estaba su superiora, ama y señora, Zellas, la señora de las bestias.

– Xeros... Tengo una orden para ti, pero... Para que veas que soy buena, ésta misión te gustará, o al menos más que las anteriores —la sonrisa que le envió su señora fue, más bien, traviesa— tu orden es...

— ¡¿Cómo es eso, eh?! —la interrumpió un enfadado monje, ya harto de ser mandado por todos sus superiores... Lamentablemente... estamos  hablando de su creadora... esperemos que se dé cuenta pronto— ¡¿Quién cree que soy, un juguete?!

— ... ¿Disculpa? —una mirada fue lo que hizo temblar de pies a cabeza al pobre demonio— ¿Quieres que te recuerde quién soy yo? Soy tu creadora, estúpido demonio inconsciente.

— P–perdóneme, por favor...

— mm~, bien, te lo diré, tu misión es espiar a Lina Inverse, día y noche, sin que te falte saber nada —hizo una pausa para respirar— me imaginé que te gustaría por el simple hecho de que tienes algo que estudiar, sin mencionar a quién tienes que espiar.

  Xeros enrojeció apenas escuchó el nombre de Lina, pero cuando escuchó el "día y noche", definitivamente, dejó de ser un monje demoníaco para mutar hasta transformarse en un jitomate, aunque debía admitir que la orden le agradaba... y se le hacía muy cómodo el hecho de que sea aquella hechicera.

— ¿Entendido? No te molesta, ¿Verdad?

— N–no, mi señora –Xeros no deseaba continuar con aquella conversación, al menos, no con aquél tono granate en sus acaloradas mejillas, hizo una reverencia, intentando ocultar el nuevo color de su rostro— con su permiso, me retiro.

— Comienzas hoy, a la hora que te apetezca —alcanzó a mencionar Zellas antes de que su creación saliera casi corriendo de la sala.

*fin del flashback*

  El "ver" a aquella muchachita recostada plácidamente sobre la cama le hizo dar un suspiro sin fundamento, a lo cual la chica abrió los ojos y lo observó asombrada. Bueno, no esperaba menos que eso, es más, el creía que ella le lanzaría un hechizo o se pondría a dar grititos mientras lo "golpeaba", aunque sin causarle un daño real.

— Hola Lina-san, tanto tiempo sin vernos, ¿Cómo has estado?

  Lina estaba paralizada al ver a un demonio en su habitación, no, a quién engaña, estaba en shock por el hecho de que sea ése demonio "mirándola" (cabe mencionar que Xeros siempre lleva los ojos cerrados, aunque eso no le impide saber lo que está ocurriendo a su alrededor) como si fuese lo más interesante del mundo.

— ¡Xe-Xeros!

  Lina sabía perfectamente que el ruido no era de un animal pero... ¡Nunca esperó encontrarlo a él! ¡En serio! Cuando decimos que hasta una momia sería más normal ¡Es porque de verdad lo sería!

— ¡¿Que diablos haces aquí?!

— Oh, eso es un se–cre–to —La sonrisa de Xeros era traviesa, amable y divertida la vez, lo que realmente estaba molestando a la pobre adolescente.

— Fabuloso —murmuro más para sí misma, aunque eso no impidió que el demonio la oyese— debí haberlo esperado —hizo una pequeña pausa— Que conste que no te golpeé únicamente porque estoy muy cansada, ¿Si? –se defendió en voz un poco más alta.

— eh~, ¡ah, claro! Lo que digas —misterio resuelto— y... ¿Dónde están tus amigos? No me digas, se enfadaron contigo y decidieron irse por su cuenta...

— ¡C–Claro que no! Ellos... se separaron por...

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Hasta aquí llegamos hoy! Intentaré subir la tercera parte pronto, por ahora os dejo con la duda, ¡seguid leyendo!

Nos leemos! *3*

Sentimientos Encontrados [Slayers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora