Sentimientos Encontrados [Slayers]

5° parte: Esperando...

  A la mañana siguiente, Lina y Gourry se despertaron a buena hora, se levantaron y comieron su desayuno para, después de pagar la cuenta, continuar con su viaje hacia Seillune, pues según lo acordado, allí era donde debían reencontrarse con sus amigos.

  Llevaban ya un par de horas caminando por un polvoroso camino de piedras y tierra bastante maltrecho, ubicado al lado del Río de Plata, y siguiendo su curso río arriba.

  Todo debería ser paz y tranquilidad teniendo de un lado el tranquilizante sonido del agua, y del otro, el bello sonido de las aves matutinas al trinar, ¿No? Pues así no pensaba nuestra querida protagonista, quien estaba actuando muy extraño, imagínense ustedes que cada cinco minutos miraba en todas direcciones, como si estuviese esperando encontrarse con algo o alguien en cualquier momento, un movimiento que comenzaba a irritar ligeramente a nuestro rubio favorito.

— Lina, si sigues moviendo tu cabeza de ése modo terminarás mareandote o con una fractura en el cuello —le reprendió como un padre le hablaría a su hija— detente, ¿Quieres?

— tsk, aguafiestas, —susurró girando los ojos— está bien, o–tu–san.

— Lina~... —Gourry no había dejado su toque paternal con la chica, y es que encontraba totalmente infantil y peligroso jugar así con el cuello.

   Lina echó una última hojeada a su alrededor antes de entablar una conversación con su autoproclamado "guardián".

— Y... ¿Cuánto nos falta para llegar a Seillune...?

♠♣♠♣

   Lina estaba nerviosa, no, decir eso es quedarse corto. Comencemos de nuevo.

  Lina estaba muy pero qué muy nerviosa... Sí, así está mejor, estaba muy pero qué muy nerviosa, todo por culpa del estúpido demonio ése.

   Así es, nuestra pequeña amiga estaba así de tensa por obra y gracia de la "conversación" que había tenido la noche anterior con su... "amigo".

  Por culpa de esto, sabía que Xeros no había pasado a saludar precisamente, por lo que, según ella, debería estar por las cercanías, y buscaba constantemente indicios de éste espiándola, pero no hallaba nada, nada de nada.

  Y eso le hacía sentir de una extraña manera, se sentía cansada (aunque ella auto justificaba esto con su "insomnio" de la noche pasada) y decaída (según ella, por culpa de no haber dormido, también), sentía que le faltaba algo (lo que hacía pasar por hambre), y, además, sentía un ligero dolor en el pecho (el cual no tenía cómo excusar, así que simplemente lo ignoraba).

— Lina, si sigues moviendo tu cabeza de ese modo terminarás mareandote o con una fractura en el cuello —el tono de Gourry era bastante paternal, hasta el punto de molestarle ligeramente— detente, ¿Quieres?

  Aunque, ahora que lo pensaba detenidamente, Gourry le hablaba como si ella fuese su hija, algo que, en ocasiones normales, le habría cabreado un poco, pero como estaba así de... extraña, decidió fingir su enojo, aunque quizá tampoco fuese buena idea cabrear a Gourry, por lo que se decidió a simplemente molestarlo un poco.

— tsk, aguafiestas —susurró para sí, como normalmente lo haría— está bien, o–tu–san.

— Lina~... —sonaba cansado. Aún así, a estas alturas Gourry ya se parecía a su padre, pero no iba a ignorarlo.

   Decidió dar un último escaneo a su alrededor antes de entablar una alegre conversión con el cabeza de zombie con peluca que le acompañaba.

— Y... ¿Cuánto nos falta para llegar a Seillune...? —para ser sinceros, esto era algo que realmente le intrigaba, ya que estaba ansiosa de volver a ver a sus amigos.

— No estoy muy seguro, Lina, pero creo que nos faltan unos... —hizo cuentas con los dedos— cuatro o cinco... Días.

  El faceplam que se dió Lina sonó tan, pero tan bien, que todas las aves cercanas salieron volando del susto que les dió semejante golpe.

  El estómago de Lina comenzó a rugir escandalosamente, tanto así, que las aves que no se asustaron con el sonido de su faceplam, lo hicieran con la protesta de su estómago.

  Ante tal agitación estomacal, la pequeña chica decidió sentarse en una roca cercana, intentando mitigar aunque sea un poco su hambre.

— Vamos, ¿Qué pasa? ¿No me digas que ya te cansaste? —el silencio fue la única respuesta que tuvo Gourry, por lo que decidió seguir— recuerda que, cuando el camino se pone rudo, los rusos caminan.

— Vale, pero ¿Cuándo se van a parar a comer los rudos?

  Gourry pareció pensarlo un par de segundos, hasta que suspiró.

— Lo siento, Lina, la siguiente posada está a dos días de camino, aunque... Yo también muero de hambre, ¿Qué tal si usas tu magia para cenar, eh?

— Mm~, ¡Muy bien pensado! —buscó el río que estaba próximo, seguida de cerca por Gourry, recitó en voz baja el hechizo de pesca que había creado hace un par de años atrás y comenzó a pescar lo que, según las horas y el sentido común, debería ser su cena, pero en realidad era su almuerzo.

   A medida que iba sacando peces, Gourry los limpiaba y cocinaba, así dividían siempre el trabajo y ambos quedaban contentos. Luego de pescar unas 3 docenas de peces, quedaron finalmente satisfechos.

— Uff, Gourry, siento que voy a reventar...

— Eso te pasa por comer más de lo que debes —dijo un hinchado Gourry mientras se rascaba la tripa— no es sano que alguien de tu porte coma semejante cantidad de pescados.

— No estás en posición de discutir... —rebatió apuntando con un dedo la barriga de su acompañante.

— Mm~, buen punto... —dijo mientras se observaba la panza, para luego traspasar su mirada a Lina y exclamar con felicidad— ¡Hey! ¡Mira! ¡Tus pechos han crecido! ¿No te alegra?

— ¿Ah~? Si, cla–... —cayó en la cuenta de lo que acababa de decir— espera ¡¿QUÉ?! ¡PERVERTIDO! —la ahora "no tan pechiplana" levantó a Gourry por los cabellos para, acto seguido, golpearlo en la entrepierna mientras se sonrojaba.

— ¡Auch, Lina, ésta vez te has pasado!

— ¡¿CÓMO TE ATREVES A FIJARTE EN LOS SENOS DE UNA BELLA Y DELICADA DAMA?!

— ¿Bella y delicada? Quiero decir... no es para tanto, tranquilizate, ¿Ya?

— ¡¿Cómo que no es...?! —Lina se detuvo, ya que detrás de Gourry creyó ver la silueta de alguien...

— ¿Lina? ¿Te pasa algo?

  ¿Será ésa acaso la presencia que tanto había estado esperando? Observó unos segundos más, pero la silueta ya había desaparecido— N–no, nada... Mejor, hagamos un campamento, ya tengo sueño...

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Eso es todo por hoy, reitero mis disculpas por la demora... ¡Ah, si!

Les advierto que me demoraré un poco... Seguid leyendo!

Nos leemos! @-@