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No veo a mis haters, porque tengo astigmatismo

Era un cálido día de primavera.

El pasto estaba más resplandeciente que nunca, los pajarillos trinaban a lo lejos y las hojas adornaban el suelo, el cielo era de un azul profundo y extasiante, pero nada se comparaba con la risa de Lily.

-¡Dime cómo has hecho eso!

El jóven Severus sonrío, hizo un floreo con la mano y le entregó un ramillete de margaritas blancas.

La pequeña niña volvío a reír, el viento acariciaba sus suaves cabellos de color cobrizo mientras algunos rebeldes rayos de Sol besaban su cara, Severus quiso detener ese momento, poder verla así, tan natural, tan pacífica, simplemente siendo ella...

Se sentía privilegiado de ser la razón de sus sonrisas.

La observó desde el pasto, estaban recostados uno a lado del otro.

Dos pequeños jugando a ser magos.

Le pareció que era la niña más bonita que había visto.

Aunque, para ser justos, tampoco es que hubiera visto a muchas niñas en su vida, pero si algo podía decir, es que la hermana de Lily era bastante fea y mandona.

En cambio, Lily era más bondadosa, divertida, inteligente, bonita...

Intentó decirle que la quería, cuando de pronto un grito agudo rompió el ambiente de paz en que se encontraban.

-Lo siento, tengo que irme, Sev, Tuni me llama.

Admiró con tristeza su silueta al alejarse.

Mientras tanto, en otro escenario...

Veamos, lo escribí todo acerca de los bezoares, "son una piedra que únicamente se localiza al interior de las cabras...", ah, y que "poseen habilidades curativas", la pregunta 28...

Atravesé el patio de Hogwarts sin fijarme mucho por dónde caminaba, había concluido con gran satisfacción los exámenes finales, y ahora ansiaba repasar que tan acertadas habían sido mis respuestas, no iba a perdonarme haber tenido un solo error, pasé horas estudiando en mi sala común y en mi habitación.

En la pregunta 28 preguntaban algo acerca de pociones...Tropecé súbitamente con una persona, los libros que traía cargando en las manos se me cayeron.

-Disculp...- intenté disculparme por mis distracciones, cuando me topé con el rostro idiota de Sirius.

No puede ser, tenía que toparme con estas sabandijas asquerosas...

-¡Atiza!, ¡Mira quién llegó, Cornamenta!, parece que Quejicus vino a hacernos compañía.

Dí un paso hacía atrás para zafarme de la situación, no iba a desperdiciar mi tiempo riñendo con unos descerebrados de Gryffindor, claramente los Slytherin somos mejor que eso, ya verían al príncipe mestizo entrar en acción...

-¿Te vas tan rápido, Quejicus?, ¡es una lástima!, los juegos apenas comienzan...

Sin darme tiempo de reaccionar, James Potter levantó la varita y lanzó una serie de maldiciones, rápidamente sentí como me elevaba en el aire, me mareaba, todo me daba vueltas...

El cabello se mecía de un lado a otro, la sangre subía por mi cabeza, tenía el estómago revuelto...no veía con claridad, no escuchaba más que las tontas risotadas de Potter y sus amigos, y una voz...la dulce voz de...

-¡Bajenlo, bajenlo ahora! ¡Déjenlo en paz!

Inmediatamente caí de un golpe al duro suelo.

Lily había presenciado el espectáculo...no podía ser posible, ¿que iba a pensar de mi ahora?

Aimer encore (Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora