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*narras tú, o Elizabeth sdghj*


 -Elizabeth, ¿podría devolverme mi brazo, por favor?

Abrí los ojos con desconfianza, me faltaba el aire y la habitación me daba vueltas.

 -Elizabeth, mi brazo...

-Oh si, perdón...- solté el brazo de Dumbledore, esperaba no haberle dejado marcas. -Es la primera vez que me aparezco en un lugar, lo lamento mucho.

Me sonrío. -No se preocupe, no pasa nada, sígame.

Luego de entrar a una especie de taberna e intercambiar unas cuantas palabras con un señor algo agrio, atravesamos una pintura, donde una dulce pequeña nos condujo por un pasillo hasta llegar a una habitación cálida y muy elegante.

 -Bienvenida a la sala de los menesteres- hizo una floritura con la varita y me acercó una silla.

-Gracias.- tomé asiento y seguí admirando el cuarto.

 -Hogwarts nunca deja de sorprenderme, en una ocasión, me perdí tratando de buscar el sanitario, y al abrir una puerta al azar, me topé aliviado con una habitación llena de mingitorios... como sea, necesitamos privacidad, y aunque el camino a mi oficina es corto, no es mi deseo ser interrumpidos en tan interesante charla, dígame Elizabeth, ¿tiene hambre?

Asentí con timidez.

 -¡Ah!- me sonrío -no se diga más- haciendo otra floritura con la varita, hizo aparecer en el escritorio una bandeja llena de bocadillos y una jarra de cerveza de mantequilla. -Aliméntese, ande, recupere sus energías.

-Mu...muchas gracias...- no recordaba la última vez que había tenido una comida de verdad... escapar de Tom y buscar respuestas se habían convertido en tareas demandantes.

 -Es lo mínimo que puedo hacer por la persona que salvó mi vida. - sonrío y tomó asiento delante de mí.

Tomé unos bocadillos y empecé a comer. Estaba delicioso. Noté que cada que tomaba uno, aparecía inmediatamente otro, así que tuve precaución de no excederme.

Cuando hube estado satisfecha, me dirigí nuevamente a Dumbledore.

-¿Me permite su mano?

Él estiró su brazo hacía a mi.

-La otra, por favor.

Me miró con desconfianza, pero al final accedió.

La examiné con cuidado.

-Una quemadura por hechizo de linaje. Las familias de largo linaje han protegido sus pertenencias más valiosas, mayormente sus joyas, para que las personas que no pertenezcan a la línea directa de sangre no puedan portarlas. Ha sido muy inmaduro atreverse a usar un anillo tan viejo como ese...

Dumbledore miró al suelo, noté que estaba apenado por mis palabras.

-Pero no  se preocupe - traté de calmarlo - esto tiene solución.

Tomé ingredientes de los bolsillos de mi túnica y los mezclé hasta formar una pasta espesa.

La unté en la mano carbonizada y esperé unos segundos: la piel ya muerta comenzaba a formarse de nuevo y adquirir consistencia saludable, casi como si una serpiente mudara de piel.

 -Pe...pe...¿pero cómo ha hecho eso?

-Polvillo de hadas, lágrimas de basilisco y raíz de ajenjo, un remedio infalible contra todos los males, menos un corazón roto. -bromeé

Tomé un frasco de mi túnica y vertí el restante del ungüento.

-Tenga, deberá de usarlo por al menos siete noches, no desaparecerá del todo ese color negro, pero si recuperará la movilidad y dejará de doler.

Dumbledore tomó el frasco y sonrío.

 -Estoy seguro que nuestro profesor de pociones estaría encantado con usted...lagrimas de basi...¿¡es eso posible?!

Asentí con convicción.

-Bueno, ¿tiene usted un pensadero?

-¿Qué?

-Si... sé que se muere de ganas de saber quien soy yo y que relación tengo con los horrocruxes.

Me miró algo desconcertado.

 -Yo...

-No, no diga nada. Sé algo de legeremancia, así que, cuando los pensamientos de alguien son muy intensos, puedo escucharlos aquí. - me puse un dedo sobre la frente - y sé que usted es bueno, y peleamos contra el mismo mal, déjeme mostrarle mi origen.

Asintió con la boca abierta, se puso de pie y hurgó en unos cajones.

 -A..aquí está.. - puso el pensadero sobre la mesa.

Saqué un tubito de mi túnica y vertí mis lágrimas en él.

Inmediatamente el agua se arremolinó y soltó destellos de luz plateada.

-Es hora - tomé su mano y nos adentramos en el pensadero.

Aimer encore (Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora