" Porque sí, la violencia también se mide. "
Chifuyu después de tanta lucha, logra conquistar el corazón y tener una relación con el capitán de la primera división de la pandilla Tokyo Manji, que fuera de eso es la persona que más admira en todo el...
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La pareja de adolescentes llevaban un mes y algo en una relación, todo parecía maravilloso e ideal, especialmente para el menor de los dos.
Todos (o gran mayoría) de sus amigos y conocidos sabían de su relación, por lo que no era vergonzoso el darse uno que otros mimos en público, viniendo más que nada del rubio.
Era un día especial, pues se celebraba el cumpleaños de uno de sus amigos en común; Manjiro Sano, quién no quería hacer nada en especial pero sus hermanos le obligaron aunque sea a hacer una pequeña reunión en su propia casa para estar con amigos y con su novio.
El rubio aceptó gustoso, el azabache no le quedaba de otra que ir.
- ¡Los quiero a todos en mi casa a las 7:30 PM! si llegan después de esa hora no les permitiré entrar. - se cruzó de brazos. - Ah, y no olviden los regalos, si lo olvidan tampoco podrán entrar. -
- Uh... ¿Por qué esto no suena cómo una invitación de cumpleaños? - Le susurró Hakkai a su compañero.
Sus amigos aceptaron de todas maneras, aún conociendo la actitud del cumpleañero le tenían bastante cariño y total admiración, así que todos estarían allí.
...
-
Vaya, ¿Qué debería usar? ¿Algo elegante? ¿Algo casual? - habló Chifuyu mientras estaba en boxers mirándose al espejo.
No había nadie más que el y su gato, así que obviamente no recibió respuesta alguna.
- ¡Ya sé! ¡Iré con algo casual! de todos modos es Mikey. - Dijo con una sonrisa victoriosa en el espejo.
Otra vez no recibió más que un simple "miau" por parte de su mascota.
El rubio jamás se preocupaba por su apariencia, siempre se vestía casual, y aún con ello siempre recibía uno que otros halago por su simple apariencia. Eso cambió un poco desde que conoció a su actual novio, pues le gustaba arreglarse un poco más para recibir halagos por parte de este... tristemente aveces no lograba conseguirlo.
Después de otro gran rato batallando por su ropa (aún siendo casual) decidió elegir unos Jeans negros; que provocaban que su trasero se viera un poco más grande, un poleron blanco ancho con un estampado de gato, y sus zapatillas favoritas de siempre; unas simples converse.
Ya estaba listo, su regalo lo tenía a mano, y su mejor amigo le estaba esperando afuera de su departamento.
Se despidió de su madre y claramente de su pequeño Peke J, y dió en marcha con una sonrisa.
Afuera del departamento estaba Takemichi esperándole cruzado de brazos, y con un lindo regalo en mano también.
- ¿No puedes demorarte más? ¡Ya son las 6:50! - Se quejó, a lo que el menor sólo sonrió.
