VII

1.1K 71 1
                                    

Un estruendo se escuchó en toda la capital, escombros, fuego y sangre era todo lo que se podía apreciar y por los cielos tres enormes dragones arrasaban con todo a su paso buscando a su dueña quien luchaba cuerpo a cuerpo contra sus captores.

Desciende Vermithor - gritaba la joven platinada a su dragón en alto valyrio mientras luchaba contra Sir Criston por su libertad.

No haga esto más difícil princesa, no saldrá viva de aquí. - amenazo Cole a la platinada mientras daba una estocada penetrando el vientre bajo de aquella joven.

Visenya tocó su herida, la sangre brotaba sin parar y cuando la platinada pensaba que daría su último aliento de vida en ese lugar, Vermithor descendió con furia, a su par Baelorys y Melys lo resguardaban mientras a lomo de este último la princesa Rhaenys se encontraba con una semplante demasiado preocupado pero también la ira se había apoderado de ella.

Dracarys Melys - ordenó Rhaenys a su dragona- sin más está obedeció dejando calcinado al que un día fue el protector de la zorra Higthower, Sir Criston Cole.

****

[Drangonstone]

Por favor madre tienes que tranquilizarte - hablo un tanto inquieto el mayor de los Velaryon.

No Jace, siento que algo malo está sucediendo, hace días que mi corazón no está tranquilo. - respondió Rhaenyra a su hijo, no sé porqué pero... - está no pudo terminar de contestar pues uno de los guardias había entrado interrumpiéndola.

Princesa, se nos ha informado que la princesa Rhaenys y Visenya  han llegado en mal estado. -

Rhaenyra salió apresurada de aquel salón, era tan rápido su paso que tuvo que agarrar su largo vestido para poder dar pasos más largos y apresurados, entro de inmediato a aquella habitación en donde su joven hermana se encontraba tendida en la enorme cama casi muerta, su rostro totalmente pálido sin rastro de vida, sus labios morados y una cantidad de sangre en su vestimenta... aquella mujer simplemente se derrumbó al borde la cama a llorar, su joven e inocente hermanita estaba allí luchando por su vida, y ella no sabía porque estaba en ese estado, Rhaenys entró a la habitación y sin más arrojo un duro golpe ante aquella desconsolada mujer.

Viserys está muerto - dijo está haciendo que Rhaenyra se pusiera de pie - Lamento esta pérdida contigo Rhaenyra, mi primo, tu padre poseía un corazón amable - volvió a hablar esta mientras se acercaba a la joven conmocionada - pero hay más - contuvo sus palabras un poco pensando como debía decirlo - Aegon fue coronado como su sucesor, además de eso pretendían casar a Visenya con él  para que así el pueblo lo legitimara.

Alicent demandó que tú y mi hermana legitimaran a Aegon - Pregunto la platinada con lágrimas en sus mejias.

Si - contesto rotundamente.

Rhaenyra sintió como su mundo se venía a abajo, el dolor se apoderó de su cuerpo y alma, no podía contenerse y gritó, grito tan fuerte que en los siete reinos fue escuchada, aquella joven había sido traicionada por la que un día fue su gran amiga, fue traicionada por su propia sangre y eso lo pagarían caro.

[...]

Una semana había pasado desde aquel fatídico día, Visenya no había despertado aún y Rhaenyra se culpaba por su estado, Daemon por su parte había calcinado cada barco que se atrevía a llevar suministros o oro a la capital, también voló hacia Antigua con Jace, Luke y Rhaenys, los tres dragones y sus jinetes reducieron a cenizas y escombros aquel lugar y la furia de aquel hombre no había terminado, el error más grande de los verdes había sido tocar a Visenya, y Daemon se encargaría de cortar sus cabezas por haber dañado a su mujer.

𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕾𝖎𝖓 𝕲𝖑𝖔𝖗𝖎𝖆. [ℍ𝕠𝕦𝕤𝕖 𝕠𝕗 𝕥𝕙𝕖 𝕕𝕣𝕒𝕘ó𝕟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora