𝙿𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚙𝚊𝚜 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚎𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚗𝚘. 𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚛𝚞𝚒𝚗𝚊.
•
•
•
•
•
•
•
•
Un matrimonio es un deber, sí. Pero eso no nos impide hacer lo que queremos. De follar a quien queramos.•
•
•
•
•
•
•
[EL NORTE - 5 meses después]
La princesa Visenya Targeryan. - anunció Ransy Arryn quien se había convertido en guardia juramentado de la joven.
Princesa, espero que su estancia en el norte esté siendo placentera. - hablo Rickon con una gran sonrisa en su rostro al ver a la platinada embelesada con Ares un pequeño lobezno que al parecer su hijo le había regalado a la joven.
Muchas gracias Lord Stark, el tiempo en el norte ha sido magnifico especialmente porque ustedes me han hecho sentir como en casa. - respondió la joven mientras jugueteaba con el pequeño Ares.
Me alegro, espero que mi hijo no la inoportune siguiéndola a todos lados. - dijo el viejo pelinegro entre risas.
Claro que no, de hecho es una compañía bastante agradable, algo torpe pero siempre es recibido con favor en mis paseos. - hablo nuevamente la joven con calidez en en su tono de voz.
Cregan se había acercado mucho a Visenya en estos meses, siempre estaba cerca de ella, eran como una pareja de recién casados y siempre que se les veía juntos pasando el rato, ya sea paseando, cazando, visitando las tierras de otros lores o simplemente conversando en la habitación de aquella platinada. Nunca faltaban las risas y sobre todo alguna que otra estupidez por parte del joven tratando de impresionar a la joven platinada. Muchos decían que los jóvenes parecían gustarse pero Rickon puso fin a esos rumores puesto que el honor de la princesa no podía ser cuestionado, especialmente porque ella estaba casada con Daemon quien era popular por ser posesivo y demasiado temperamental cuando se trataba de su esposa o su hijo, el viejo lobo no quería que aquel hombre llegara al norte a pedir la cabeza de su hijo solo por simples chismes.
ESTÁS LEYENDO
𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕾𝖎𝖓 𝕲𝖑𝖔𝖗𝖎𝖆. [ℍ𝕠𝕦𝕤𝕖 𝕠𝕗 𝕥𝕙𝕖 𝕕𝕣𝕒𝕘ó𝕟]
Historical FictionÉ𝒓𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂𝒔 𝒑𝒊𝒆𝒛𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒖𝒏 𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒏𝒐𝒓𝒎𝒆, 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒇𝒖𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒖𝒕𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒂 𝒔𝒖 𝒂𝒏𝒕𝒐𝒋𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒉𝒐𝒚 𝒎𝒆 𝒏𝒊𝒆𝒈𝒐 𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒊𝒆𝒛𝒂 𝒎á𝒔, 𝒉𝒐𝒚 𝒎𝒆 𝒄�...