scaloneta [one shots]

[7] Nicolás Otamendi

serie: sentidos.
parte 3: "gusto"
nicolás otamendi x vos

La primera vez que viste a Nicolás fue en una fiesta de navidad. Él, junto a muchos otros jugadores del Benfica, estaban presentes, ya que era un evento organizado por uno de los socios del equipo.

Vos fuiste como acompañante de una de tus amigas, que trabajaba para el club y tenía la autorización de invitar a alguien de confianza. De confianza ya que estaba estrictamente prohibido sacar fotos dentro del salón y mucho menos hablar de esto.

Cómo era típico en este tipo de eventos, había alguna que otra persona famosa, que quizás te trataba mal si le hablabas, pero como vos ni los reconocías, ni te gastabas en molestarte por su actitud. Y así fue como tras chocar con una modelo, que vos no conocías siquiera, terminaste volcando el trago que ella tenía en la mano sobre tu vestido.

—No, disculpame. No te vi.— Le ofreciste ir a buscarle otro trago pero ella se marchó hacia los baños más cercanos sin responderte. Como no querías seguirla y enfurecerla más, te dirigiste hacia los baños que se encontraban en el segundo piso.

En esta parte, había menos gente y te costó encontrar los baños entre la gran cantidad de puertas. Pero cuando entraste, notaste que había dos mujeres conversando en voz baja contra una de las paredes, y un hombre lavándose las manos, por lo que fuiste directo hacia los lavatorios con la intención de tratar de secarte lo mejor posible y disimular la mancha que te iba a quedar en el vestido negro que llevabas puesto.

Sacaste una hoja de papel del rollo y te limpiaste las piernas. Pero cuando volviste a sacar otra, te diste cuenta que ya no había más. —¿Por qué, Dios?— Resongaste frente al espejo y te estabas por ir, pero una mano te tendió un pañuelo de vestir antes. Era el hombre que estaba en la otra punta de los lavatorios.

—Secate con este.

—¿Seguro? Porque debe ser caro.

—Nunca lo usé sinceramente.

Te reíste de sus palabras y trataste de secarte el vestido, aunque hiciste lo que pudiste, ya que la mancha rosada iba a quedarse en el vestido hasta que lo laves. Levantaste la vista y casi que se te cortó la respiración cuando prestaste total atención a quién tenías al lado.

Era Nicolás Otamendi. Vos lo conocías como jugador, pero nunca habías tenido la oportunidad de conocerlo a pesar de que solías concurrir a ciertos eventos de su mismo círculo. Habías conocido a amigos suyos, pero nunca hubieras pensado que te lo encontrarías en este baño, con vos hecha un desastre.

—Quedatelo.— Te dijo cuando te vio sostener el pañuelo en tu mano derecha y no saber qué hacer con este. Vos te reíste porque no se lo ibas a devolver todo mojado. —Pero dame tu número.

—¿Tenés el celular acá o para anotar?

—Eh, sí...— Él se palmeó los bolsillos pero terminó negando con la cabeza al notar que no lo tenía encima, y lo debió de haber dejado en la mesa donde estaba sentado. —No, pero te doy el mío y vos me mandás un mensaje.