005

98 9 0
                                    

Ya era la hora de la salida, Khristeen estaba adolorida, pero igual debía llegar a casa. Caminaba a paso lento, pues aún sentía dolor en su pie.

Continuó su camino y llegó al parque, decidió pasar un rato en ese lugar, pues la verdad no tenía muchas ganas de volver a su solitaria casa, camino y al llegar frente al columpio de sentó ahí y cerro los ojos, pero después de un rato los abrió debido a que alguien comenzó a columpiarla.

—¡¿Pero que?! —preguntó la chica asustada y volteó a ver quien la estaba columpiando.

—Soy yo. —dijo Finney mientras miraba a la chica.

—Finney Blake. —murmuró sorprendida.

—Recuerdo que cuando era más pequeño mis papás nos traían a mi hermana y a mi a jugar en este parque, en lo personal siempre preferí la resbaladilla, Gwen siempre estaba aquí en los columpios.

Finney intentaba hacer que Khristeen no estuviera incómoda con su presencia.

—Nos quedábamos aquí todo el día, también recuerdo que siempre terminaba con una raspada o unos moretones por estar correteando a Gwen, ella era muy traviesa. Sin embargo, dejamos de venir después de que mi mamá falleció, mi papá prefirió trabajar en vez cuidarnos. —comentó con un tono de tristeza.

Khristeen lo escuchaba hablar mientras la seguía columpiando con cuidado, no creía que seguir la conversación fuera buena idea.

—Cuando entre al colegio estaba muy feliz, creí que haría muchos amigos y que me divertiría con ellos, pero bueno, creo que sabes que mi vida escolar es todo menos así.

—Siempre estas golpeado. Lamento no estas ahí para defenderte.  —por primera vez en mucho rato Khris habló.

—No tienes la obligación de defenderme, soy un hombre y se supone que me debo defender solo pero...

No mal entiendan a Finney, el no era machista, y la verdad no sentía que las mujeres fueran débiles, solo que así lo habían criado: "Eres hombre y debes ser fuerte", era tonto que solo por ser hombre o mujer te asignarán características o trabajos para los que tal vez no eras bueno o no te gustaban. Pero así era la gente y tenía que respetar a los adultos.

—¿No crees tener el valor suficiente? —cuestionó la joven.

—Siendo honesto: no. Hasta mi hermana menor es más valiente que yo.

—Yo no creo que seas débil, más bien creo que tienes miedo de usar tu fuerza. —dijo Khristeen mientras lo miraba.

—No soy fuerte, cuando intento defenderme término más golpeado.

—El chico que jugó en aquel campo se veía fuerte y decidido. —mencionó Khristeen recordando el último juego en el que acompaño a Bruce.

—¿Hablas de mi?

—Eres fuerte Finney, pero debes creértelo, también eres muy inteligente, mucho más que aquellos que te molestan. —hizo una leve pausa y después siguió hablando. —Recuerda que es mejor inteligencia contra fuerza bruta.

La joven le sonrió y continuaron platicando un poco hasta que la tarde se hizo presente y con ella la necesidad de volver a casa, pues estar solo en la noche era peligroso y más para ellos.

Finney trato de acompañar a Khristeen a su casa, pero esta no se lo permitió.

—Tu hermana te esta esperando y me imagino que tu papá también, mi casa no queda lejos de aquí así que estaré bien. —dijo tratando de convencerlo.

—Es que estás lastimada y no me gustaría que te lastimarás más.

—Estoy bien, en serio no necesito que me acompañes Finney.

—Bueno, pero ten mucho cuidado, no camines tan rápido y mejor mantente en lugares donde haya mucha gente.

—Si, además como te dije mi casa no queda lejos, así que no me esforzare tanto. Deja de preocuparte.

—Nos vemos mañana en la escuela, cuídate. —Finney se despidió y comenzó a caminar en dirección a su casa, dejando a Khristeen sola.

Por su parte, la joven perdió de vista a Finney y comenzó a caminar a su casa, si se daba prisa llegaría antes que su padre. 

Finney llegó a su casa y lo primero que hizo fue ver el reloj, para su suerte su papá aun no había llegado, así que se libro de darle explicaciones y recibir una paliza por llegar tarde de la escuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Finney llegó a su casa y lo primero que hizo fue ver el reloj, para su suerte su papá aun no había llegado, así que se libro de darle explicaciones y recibir una paliza por llegar tarde de la escuela. 

Camino hasta llegar a la sala, donde una Gwendoline preocupada y nerviosa lo estaba esperando.

 —¡Finney! ¿Dónde estabas? Pensé que no llegarías antes que papá y comencé a asustarme. —dijo Gwen de manera rápida.

—Solo quise salir a caminar Gwen, no tenía muchas ganas de regresar a casa.

—Ya sé, yo tampoco disfruto estar aquí pero no tenemos otra opción, no hay otro lugar al que podamos ir...

Finney miró con tristeza a su hermana, ambos no tenían una infancia alegre desde que su mamá falleció, o mejor dicho, desde que su mamá se suicido. Su vida se complicó, ellos apenas eran unos niños y se habían quedado sin su amada madre, y su padre en vez de consolarlos y brindarles apoyo hizo todo lo contrario, desde ese día parecía que se habían quedado sin padres.

—¿Ya acabaste la tarea? —preguntó Finney para cambiar el tema.

—Claro, estuvo bastante fácil.

—Iré a hacer la mía y después calentamos algo para comer. —dijo Finney mientras sonreía.

—Acabala antes de que llegue papá, si no se molestará.

Finney asintió, tomó su mochila y camino al comedor para empezar a hacer su tarea, su hermana tenía razón, debía acabar antes de que su papá llegará o ese día terminaría con la espalda marcada. Con gran velocidad sacó sus cuadernos y los puso sobre la mesa del comedor, tomó su libreta de Biología y comenzó a escribir lo más rápido que podía.

 Con gran velocidad sacó sus cuadernos y los puso sobre la mesa del comedor, tomó su libreta de Biología y comenzó a escribir lo más rápido que podía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ay que bonito, debo admitir que me encanta Finney Blake 😍

Siento que Khristeen y Finney son unos angelitos en un mundo de demonios

Nos leemos luego

𝐌𝐀𝐑𝐈𝐎𝐍𝐄𝐓𝐀𝐒 𝐘 𝐓𝐈𝐓𝐈𝐑𝐈𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 || Fɪɴɴᴇʏ BʟᴀᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora