Norte de Denver, Colorado.
1978.Un strike más, tan sólo uno más y la victoria era suya, pero antes de lanzar cometió el error de voltear a ver si tenía la atención de la chica morena que tanto le gustaba, pues quería impresionarla, pero grande fue su sorpresa al no encontrarse con los ojos de aquella que buscaba, si no a un par de ojos tan extraordinarios que dejaban atónito a quien los miraba.
Esos ojos tan hermosos eran característica de: Khristeen Evenson. Su compañera de clases y la persona más amable que conocía.
El contacto visual se mantenía con firmeza, pues la mirada de Evenson le brindaba seguridad, pero el sonido de personas gritándole para que lanzara la pelota lo hizo salir de su trance y volvió su mente al juego, se preparo para lanzar, puso toda la fuerza que tenía en su brazo y lanzo la pelota, lamentablemente el bateador logró pegarle; el chico corrió a toda prisa para poder atrapar aquel objetó pero no lo consiguió y eso ocasionó la derrota del equipo. Entre la multitud logro ver cómo Donna, aquella a la que quería ver a los ojos en primer lugar, abandonaba el campo de juego junto con su amiga.
El chico estaba por salir del campo cuando se topo con el asiático.
—Oye tú —el chico, que respondía a nombre de Finney lo vio directamente—me... impresionó tu brazo, —le sonrió— casi me ponchas.
—Bien jugado. —contestó Finney con una sonrisa antes de irse.
—Tu también. —respondió el chico de ascendencia asiática, cuyo nombre era Bruce Yamada. Lo conocía solo de vista, esta era la primera vez que intercambiaban palabras.
Finney siguió su camino pero escuchó algo que le llamó la atención.
—¡Evenson! —gritó Bruce, el chico, un poco alejado volteo y se quedo mirando aquella escena.
—Llevamos tiempo conversando Bruce, deberías llamarme por mi nombre. —escucho decir a su compañera de clases.
—¿Qué te pareció, Khris? —
—Golpe de suerte. —contesto la chica con esa sonrisa juguetona, tan característica en ella.
—Admítelo, te impresione.
—Tal vez si, tal vez no, lo más seguro es que quién sabe.
—¿Me acompañas por un helado para celebrar? —paso un mechón de pelo de la chica hacia atrás.
—¿Tú pagas? —preguntó la joven con una sonrisa.
—Toma esto como...una cita.
—¿De amigos?, claro, vamos Bruce.
El chico rendido comenzó a caminar detrás de la chica, cuando llegó a su lado puso su brazo alrededor de los hombros de su amiga y camino con ella fuera de la cancha.
"Khristeen Evenson..." soltó en un suspiró el chico que se había quedado solo en medio de aquella cancha.
—¡Finney! —gritó Gwendoline Blake, hermana menor de Finney.
—¡Ah! —gritó Finney del susto, pues no estaba concentrado en nada más que seguir viendo a Evenson— ¿Qué pasa, Gwen?
—¿Ya nos vamos?, te quedaste bobo viendo a Yamada.
—Solo olvídalo, vayámonos de aquí.
—¿Quieres palomitas? —ofreció la chica Blake.
—¿Qué tal jugó tu hermano? —preguntó mientras tomaba un puño de palomitas.
—¿Tu jugaste? Mi vista estaba en Yamada. —dijo riendo la chica.
—Que graciosa Gwen. —dijo serio el mayor.
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𝐌𝐀𝐑𝐈𝐎𝐍𝐄𝐓𝐀𝐒 𝐘 𝐓𝐈𝐓𝐈𝐑𝐈𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 || Fɪɴɴᴇʏ Bʟᴀᴋᴇ
Fanfiction𝗧𝗛𝗘 𝗕𝗟𝗔𝗖𝗞 𝗣𝗛𝗢𝗡𝗘 | ❝ Las personas, en general, somos marionetas maltratadas por un titiritero. ¿Cómo sabemos quién es el titiritero si se viste de marioneta? ❞ ─── Kʜʀɪsᴛᴇᴇɴ Eᴠᴇɴsᴏɴ es una chica de gran belleza e intelecto cuyo rasgo más...