Luo Binghe, el emperador demonio estaba por encima de todo. Todas las personas que solían golpearlo y todas aquellas que nunca lo habían mirado ahora fueron diezmadas hasta la sumisión. Tenía riquezas, fama y todas las esposas que pudiera desear. Sin embargo, en este momento el señor no quiso regodearse en su riqueza ni salir a la calle y escuchar voces temblando a su vista o ir a la cama con alguna de las tantas mujeres que lo esperaban en sus respectivos aposentos. No, ahora mismo estaba sentado en su silla, girando un pequeño fragmento en su mano con mucha atención. El fragmento una vez fue parte de la espada que pertenecía al único ser humano que había representado una amenaza para él.
La espada había sido suficiente incluso envainada para hacerlo temblar en sus días de discípulo. Sin embargo, ahora era tan inútil que ni siquiera pudo darle un corte mientras lo giraba en su mano. Debería tirar el fragmento, pero cada vez que el fragmento giraba para mostrar un poco de su expresión en su reflejo, imaginaba la mirada de otro que había mirado el mismo fragmento y parecía romperse al verlo, como si coincidiera con el estado de la espada. La visión era de su otrora gran Shizun, Shen Qingqiu.
El hombre que estaba imaginando era el hombre al que odiaba, probablemente más que a nadie en el mundo, lo había observado durante años con la esperanza de que su cruel comportamiento se explicara o cambiara, pero nunca lo hizo. Un hombre que lucía el aspecto de un inmortal distante, que en la búsqueda de venganza Luo Binghe lo había torturado y mutilado. Sin embargo, sus ojos solo cambiaron después de ver los fragmentos de esta espada. Ahora, incluso bajo las mayores torturas en las que podía pensar, nunca tiene más que una mirada melancolica en sus ojos. Shen Qingqiu había sido derrotado en todos los sentidos importantes, su cuerpo era solo una cáscara y cualquiera que lo hubiera cuidado murió o se fue de su lado hace mucho tiempo.
Después de jugar un poco más, decidió acostarse con Ning Yingying. Eso al menos debería calmar un poco a Xin Mo. El zumbido en el fondo de su mente comenzaba a agitarse.
Dejando el fragmento en el suelo y poniéndose de pie, Luo Binghe fue empujado repentinamente al suelo por una fuerza invisible. Luo Binghe sacó a Xin Mo para intentar atacar a su oponente invisible, pero la gravedad lo empujó más profundamente al suelo. Se hundió más y más hasta que, de repente, lo levantaron de nuevo.
Luo Binghe fue recibido de inmediato por la vista de una habitación oscura y descuidada cuya única señal de vida era una manta que yacía en la esquina. Parpadeando, Luo Binghe trató de distinguir más en la oscuridad antes de que sus ojos captarán a un niño cerca de sus pies que parecía medio muerto, inclinado pesadamente sobre marcas carmesí pintadas por todo el suelo. El corte que todavía sangraba levemente en la muñeca del niño dejaba en claro de dónde era el líquido carmesí.
Luo Binghe observó al niño, que parecía estar observándolo en silencio... Y cuyo rostro hizo que algo latiera dentro de él al reconocerlo, pero no estaba seguro del por qué. Había inteligencia en esos ojos y también desconfianza. Bien, porque por el momento aún no había decidido qué hacer con este niño por haberlo arrastrado hasta allí. No tenía dudas de que el chico estaba detrás de su situación actual. Estaba claro que la sangre que cubría el suelo se había hecho específicamente para llamar a un demonio.
Luo Binghe agitó su espada como si fuera un gesto casual pero de una manera que mostró el tamaño y el filo de la espada. El chico siguió el gesto y luego se incorporó y se cruzó de brazos "Supongo que lo harás".
Luo Binghe tuvo que contenerse para no hacer un ruido muy poco digno. "Supongamos" ¿hablaba en serio este chico?
A pesar de que trató de ocultar su expresión, el chico pareció darse cuenta de sus pensamientos y dijo: "No seas tan presumido. No te he visto hacer nada, así que ¿qué se supone que me deba impresionar? ¿Tu ropa elegante y tu espada, demonio?"
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Contrato con un demonio
Fiksi PenggemarCuando Luo Binghe es convocado por un niño pequeño, se encuentra inesperadamente entrelazado en un contrato con su antiguo shizun. ✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯✯ La historia no me pertenece, pero cuento con el permiso del autor para traducirla y publicarla...