Piratas y ladrones || Genshin/- Kaedehara Kazuha

Cartas del viaje. I

Estuve pensando si escribir esto, pues corro riesgo de que lo encuentres; mas sin embargo necesito desahogar todo lo que siento, mi mente es una tormenta. Demasiados pensamientos, mezclados con el sabor amargo de aquella pelea con el Quinoe.

Oh Kazu, ojala no encuentres nunca estas cartas.
Se que van dirigidas a ti. Y que las escribi para ti, pero.. no se como reaccionarias.
Y eso, inevitablemente, me asusta.

Se que tu presentimiento probablemente sea cierto, porque yo mismo he notado cambios en el elemento Electro.
Probablemente sean los dioses, esos reyes absolutos los que tengan la culpa, aunque ya se que es raro que yo escriba esto, pues sabes bien que nunca he creido en cosas eternas, ni mucho menos absolutas.

Ni en los dioses.

Sin embargo, volviendo al motivo principal, aparte de auto convencerme de que mentirte sobre los susurros del viento era por tu bien para que al menos disfrutes algo.

Hace unas horas casi te pierdo Kazuha.
Casi me dejas solo.

Hoy al medio dia encontramos al Quinoe, Beidou me mando a proa. Tu te quedaste en cubierta con todos los demas.

Beidou y yo atraiamos los rayos como podiamos, para que no os hirieran mientras le quitabais las escamas al Quinoe, tu saltabas de un lado a otro, empujando las grandes olas que La Serpiente creaba con la cola, esquivabas, es un parpadeo estabas en el palo mayor, pero el Quinoe reacciono y clavo sus colmillos en donde estabas tu. Dañando el mastil tambien.

Tu pierna derecha sangraba, pero viste que el mastil hecho pedazos caeria encima de uno de los tripulantes, Yuma.

¿Porque no te quedaste quieto? Podiamos prescindir de el, pero tu.. siempre igual. Ayudando a todos. Incluso cuando no se lo metecen.

El Quinoe chillo, tu caias directo a salvar a aquel chico, llegaste a cubierta y el Quinoe volvio a morder, clavo sus colmillos en vosotros y se dispuso a lanzar un rayo.

Me movi instintivamente; Beidou levantaba su manodoble; los marineros contenian el aliento, y tu, tu estabas en el suelo, sangrando.

Y sonreias.

Sonreias porque habias salvado aquel chico que conocias de hace ocho dias. Sonreias a pesar de que podias morirte.

Y yo te devolvi la sonrisa, porque pienso proteger la tuya hasta mi ultimo aliento.

Mis latidos resonaban en mis oidos, de la nada todo era silencio, una lagrima que cayo por mi mejilla mientras te sonreia.

"Todo ira bien Kazuha. Tranquilo"

El tiempo se ralentizo, y en un microsengundo estaba delante de ti con mi espada en la mano.

A partir de ahi nada mas. No recuerdo
No recuerdo nada. Nada mas aparte de eso, lo siguiente que consigi recordar fue que estaba a tu lado, con dos escamas en mis manos, luego me contaron que consegui ahuyentarle.

Mi espada estaba ensangrentada, Beidou me dijo que le corte el ojo al Quinoe, una raja de arriba abajo.

Despues, el Quinoe se sumergio y que fue entonces cuando me desmaye.

Lo bueno es que tu me cuidaras un par de dias gatito.