VIII

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(Se me borro el cap, asi que lo subo de nuevo, perdon x el restraso amores)

Pocas horas despues.
Puerto de Euyil.

El barco llego triunfante y fue gratamente recibido por la gobernante; Ninghuang.

Beidou junto con algunos mas, se dirigieron hacia la plaza de mercados; para vender y comprar productos con lo adquirido.

Poco a poco en Crux comenzaba a ser reparado, con ayuda de algunos lugareños y la mayoria de tripulacion; Tomo incluido.

Mientras, el joven de cabello crema caminaba inquieto por las calles de la Isla; buscando a algo, o mas bien a alguien, que tal vez tendria una buena respuesta a su problema.
Los vientos no respondian, cono su ya no estuviesen ahi, como si el mismísimo viento estuviera perdido.

Escuchó de los propios comerciantes cosas parecidas a la suya propia.
Ventiscas tropicales por el norte, en sumeru, que mezcladas con incendios habian destruido bosques enteros.
Nevadas al sur, en mares cercanos a Euyil e Inazuma.
Hasta un huracan en Mondsladt.

Siguió caminando, de un lado a otro, buscando al hombre de ojos ambar, el que llevaba desde siempre en esa Isla.

Un sabio; por decirle de alguna manera.
Le busco en el puerto; que solia frecuentar en las mañanas, mas no estaba. En la cafeteria y en la taberna tampoco.

Era como si el oceano se lo hubiera tragado.

¿A quien buscas, joven Kazuha?

Reconocio aquella voz casi al instante, imponente y arrogante.
Como siempre.
Rodo sobre sus pies e inclinó ligeramente la cabeza; en señal de respeto.

Lady Ninghuang. -Saludó— Disculpe, buscaba a un amigo.,

Se a quien buscabas. A mi consejero Zhongli, y te dire que tiene asuntos mas importantes que atender., —Suspiró- Igualmente, lleva dias desaparecido y nadie sabe de el. Te agradeceria que si lo ves; le digas que le necesitan en palacio.

La mujer caminó hasta Kazuha, con esa elegancia natural que poseia.

Entiendo..-Contestó el joven, con calma.- Tal vez usted pueda ayudarme. ¿Sabe algo sobre usuarios.-

Se vio interrumpido por aquel sonido sordo que no olvidaría en dias. Ambos fueron lanzados hacia delante, estrellados en el suelo.
Y aquel insoportable pitido en los oidos.

Kazuha reconocio eso a duras penas como una eplosion, que por poco no los habia matado.

La vista nublada por el humo, tosia. No le llegaba aire a los pulmones.

Piratas y ladrones || Genshin/- Kaedehara KazuhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora