Piratas y ladrones || Genshin/- Kaedehara Kazuha

I. Prologo

El más joven de la tripulación Crux se encontraba hablando tranquilamente con otro muchacho recién llegado. El otro era más alto y fornido que el más sin embargo le mostraba una suave sonrisa amable.
Se encontraban ahora ambos en la popa del barco contemplando las suaves olas subir y bajar, así como lo hacía la marea. Una mar tranquila, a media noche, únicamente iluminada por la tenue luz de la luna y un farolillo que cargaba el más mayor de ambos.

— Pensé que irías con Beidou y los otros-comentó el más pequeño mientras contemplaba el horizonte, al escuchar al contrario acercarse con la pequeña y frágil luz.

—Estaba allí pero se pasaron de copas y... Sin ti es algo aburrido-contestó-además te empecé a buscar para que no pase como hace dos meses ;Kazuha

El chico de ojos violetas termino de hablar, haciendo recordar al de mecha roja aquel día en el que un antiguo tripulante borracho comenzó a intentar besarle, hasta que llegó ella. El menor sintió un escalofrío recorrer su espalda, al oír su nombre pronunciado por su amigo rodó suavemente los pies, para darse la vuelta y poder mirar al contrario mayor que él por unos tres años.
La tripulación del Crux estaba bebiendo y de fiesta, anunciando su partida, hacia unas islas en la costa del Mar del Norte, decidieron atracar en aquella isla Euyil, una de las favoritas de su capitana.

El olor a sales, bullicio y que esas eran admirables desde todas partes. Preciosas según el.

Su mirada pasó al fondo de la ciudad, un gran palacio se encontraba en la cima de la montaña jade.

Un espacio colosal, lleno de oro y piedras preciosas paredes de mármol blanco, con detalles de oro y Topacio.

Solía preguntarse por qué la sencilla de su capitana, le gustaba ir a aquella isla.
Era muy ostentosa y algo cara sin embargo con mucha belleza además era una ciudad hermosa y, por algún motivo., Siempre tenía cerveza gratis de parte de su regente, Ninghuang.

Regresó su mirada hacia su amigo, el cual seguía sosteniendo el farolillo entre sus manos.

—¿ Lo dices por ese día que estuvieron coqueteando demasiado...? Ya te dije que no pasaría nada... Además, esta isla es la favorita de la capitana, es normal que no quieran irse partiremos al Alba. Ahora sin excusas ¿Por qué has vuelto conmigo al barco?

No entendía el porque a su amigo y habido eran los que más les gustaba y llamaba un buen alcohol, llegó de hecho a ver momentos en los que el aguantaba más Beidou.

Entonces por qué vino, para qué, simplemente no tenía sentido.

—Kazu, ¿ puedes parar de pensar tanto en todo? Solo quiero admirar el puerto con mi mejor amigo-termino la frase acariciando la mejilla de Kazuha, enredó sus dedos en el cabello ajeno y puso su mano en su nunca. Atrayendo hacia sí mismo abrazándole.

–De acuerdo...-Contestó el abrazando a su amigo-Pero... El viento está extraño... Como si quisiera avisarme de algo.

–Kazu, ¿ Que podría pasar? Vamos... Solo iremos a las islas comerciales y daremos un par de vueltas, oro ,alcohol ,amigos... A mi me suena bien-le dijo al otro para calmarlo.

– Tal vez tengas razón ¿vamos con Beidou? Los demás estarán también allí-preguntó el más pequeño, ya bastante más animado- ¿Vienes Tomo?

— Claro Kazuha, vamos a por Ron.

Ambos amigos se fueron caminando por las callejuelas de aquella isla, entre risas, juegos, hasta llegar al conocido bar de la joven Xiangling.
Bebieron hasta el cansancio, para después volver a trompicones al barco partirían a la mañana siguiente, con el Alba. Sin embargo esta aventura no sería como las demás..

Especialmente para el verdadero heredero del clan legendario, Kaedehara.
Para el elegido por el trueno, para el Rey de las olas, para el bardo de los cuatro vientos , el hijo de un demonio, Y para un pequeño detective.