II

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Dos dias despues, en algun lugar del mar de nubes.

¡Kazuha! ¡Sube alli arriba!- Gritó Beidou con fuerza, desde quel timón en lo alto del buque.

Siuio repitirndo el nombre varias veces, hasta que el albino, que e habia quedado completamente dormido, asomo la cabeza, y fuera de su camarote.

Camino tranquilo entre los tripulantes, hasta quedar en plena cubierta. Habia estado durmiendo un par de horas extra, pues habia tenido una mala noche debido a debiles susurros del viento, algo se venia, algo fuerte. Pero cuando preguntaba, el viento no le contestaba.

—Ya voy Beidouuu~—Contesto el.

La vio alli, imponente en el timon, dirigiendo el barco a voces, que escucharian por alli en Sumeru, de lo alto que gritaba.
A veces enserio se preguntaba como le hacia para no quedarse sordo. O ella muda.

O ambas cosas.

Varios tripulantes (la mayoria nuevos en su navio) ataban y movian cabos de un sitio a otro, preparandose para la tormenta que el y Tomo habian advertido dias antes.

Llevaban ya dos dias y algo en altamar. Sin inconvenientes de momento, todo muy tranquilo y normal.

—¿Todo bien pequeñajo?- Pregunto uno de los nuevos, a Kazuha. Con un ligero tono sarcastico que le puso algunos pelos de punta.
Del cabreo.
Porque otra cosa no era.

Mentiria si dijese que no estaba acostumbrado a esos tratos. Vivia desde adolescente entre piratas, practicamente desde niño. Todos fuertes, grandes, anchos, ..

Y el se veia tan... debil.
Tan pequeño, tan fragil, como si un soplido de viento pudiera llevarselo.

Sin embargo, esto era pura y pleba apariencia.
Era el mejor con la espada de todos. Incluso gano varios duelos a la tan temida capitana Beidou, era rapido, y muy ágil. Se movia como viento puro.

A veces una suave brisita de verano. Otras un huracan.

Aunque, siendo el, opto por sonreir y decir un simple "si".
Aunque unos ojos lilas lo vieron todo, mas decidio esperar un poquito mas.

—¿Kazuha? ¡Sube arriba para colocar bien las velas! ¡Esta atascado!-Le grito Beidou.

El nombrado asintio; y se dirigio, a contra de lo que seria obvio (la red) al centro.
Justo debajo del mastil central, algo alejado. Pero no mucho.

—Aqui esta bien..- Susurro Kazuha.

—Por ahi no- Empezo a decir uno, tratando de que no hiciese alguna estupidez, mas se vio detenido por un dedo ajeno en sus labios. Cuando se giro a ver quien lo habia mandado callar, se sorprendio.

No esperaba ver al sub-capitan del Crux, y mejor amigo (segun lo entendido) de Kazuha, Tomo; aguantandose la risa.

¿Que era tan gracioso? ¿Se reia de su propio amigo?

Oh, no. Claro que no. Se rie de vosotros, pobres ignorantes, que no sabéis el poder que tiene ese niño.
En realidad, ni el mismo lo sabe ¿Como lo ibais a saber vosotros?
Tomo solo conoce lo que el mismo Kazuha sabe.

Lo cual no es ni la mitad de la verdad.

Pero, volviendo al tema. Que se nos desvía.
El grumete estaba.. extrañado. Mas guardo silencio.

Y entonces lo vieron. El poder que solo unos pocos dotados tenian, y que incluso entre los dotados era raro.
Aquellos veloces y libres.
Aquellos que, a su vez, huian de algo.

El legendario poder anemo. Concedido a unos pocos por el rey de los 4 vientos. Barbatos.

Kazuha respiro hondo, y canalizo el poder. Vale si, le entro la vena de hacerse el guay, pero despues de escuchar los susurros sobre la conversacion de Tomo y Beidou, entendio que era.. necesario.

Se elevo hacia arriba, y se subio al palo mayor. Coloco bien la vela con su cuerpo aun rodeado de aquella mistoca aura.

Bajo de nuevo, y con asentimiento de su capitana, y el silencio absoluto siendo resquebrajado por la risa de Tomo, volvio a su camarote.

Queria seguir durmiendo.

Piratas y ladrones || Genshin/- Kaedehara KazuhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora