V
Jim y Hoji estallaron en estridentes carcajadas cuando escucharon las respuestas de la controladora: «¿Truman? ¿1946?». Fokker ni siquiera se dio cuenta de que mantenía presionado el comunicador y que sus risas debían estar oyéndose en todos los radios que estuvieran abiertos. ¿Qué importaba? Estaban metidos en un gran lío. La mujer de la torre les dijo que desalojaran la pista y la obedecieron. Apenas estaban dando la vuelta al final cuando el avión se detuvo de golpe.
La cabina entera vibró.
—¿Qué carajo?
Algo los había frenado. Jim dejó de reír de inmediato y miró por la ventanilla.
—¡¿Qué demonios está pasando aquí?! —gritó cuando vio que la pista ya no estaba. En su lugar, se encontraba una tierra cenagosa, en la cual se había atascado el tren de aterrizaje del avión. El aeropuerto tampoco estaba, ni la torre de control, ni los edificios de la ciudad de México, sólo el campo y, al fondo, una columna de humo que se alzaba sobre los cerros.
FIN
Nota del autor:
Quienes sepan cómo funcionan las comunicaciones aeronáuticas y el control de tráfico aéreo, se dará cuenta que en «El vuelo de Fokker» me he tomado algunas libertades al respecto. Además, en 1946 no había controladoras de tráfico aéreo en México. La primera mujer en desempeñar dicha labor en el país fue María Larriva Sahd hasta el año de 1976, en el aeropuerto de Monterrey. Le dedico a ella esta historia y también al personal de torre de control y operaciones del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, con quienes tuve la fortuna de hacer equipo.
Música: The Outatime Orchestra & Pink Floyd
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El Vuelo de Fokker
Science FictionDos pilotos veteranos vuelan un avión de carga que despega de un aeropuerto en Japón. A mitad de su viaje sobre el Océano Pacífico, se encuentran en medio de una extraña tormenta de rayos iridiscentes. Los eventos que seguirán a partir de ahí pondrá...