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Abro los ojos para rápido darme cuenta de que no estamos en nuestra casa en Louisiana. Me ha pasado demasiado estas vacaciones mientras mi cuerpo todavía sigue tratando de dejar los hábitos de la temporada y se prepara para dejar el lugar que me regaló todo para cumplir el sueño mas grande de mi vida.
Las piernas doradas de Maddison me rodean la cintura mientras su cuerpo sigue completamente enredado debajo de mi. Me río al vernos, dormimos tan mal que me sorprende que no nos asfixiemos.
A pesar de que son las siete de la mañana me siento más descansado que nunca. Ese es el poder de mi chica, siempre que está conmigo me siento en paz.
—¿Sigues despertándote a las 7 de la mañana, raro?
La voz de Maddison suena amortiguada por mi piel y sus labios me hacen cosquillas cuando me habla.
—Mi cuerpo no parece entender que estamos de vacaciones.
Ríe levantando su cabeza levemente para mirarme a la cara.
—Buenos días, novio.
—Buen día, novia.
Tengo toda la intención de besarla pero su mano se interpone en mi camino y me aparta despacio.
—No me vas a besar sin haberte lavado los dientes.
Río— . Okey. Cuéntame entonces, ¿cuál es el plan para hoy?
Esa pregunta hace que su cara se ilumine. Nuestras vacaciones incluyen a JaMarr, Bianca, Justin y Val, ya que Hals dijo que preferiría morir que ser violinista de las tres parejas más cursis que conoce. Las chicas han estado planeando las actividades de acuerdo a lo que más les emociona probar y nosotros hacemos cualquier cosa que nos digan.
Me cuenta como el plan para hoy incluye centros comerciales, que no son mi cosa favorita pero su emoción por comprar vestidos locales y mi emoción por verla en dichos vestidos son suficientes para estar a bordo.
Hawai es de los lugares más bonitos en los que he estado, nos estamos quedando en una villa de tres habitaciones en una esquina alejada de la isla y nuestros pasatiempos en la semana que llegamos aquí han consistido en beber cerveza, nadar en el mar, estar tumbados en la playa y salir a pasear en el bote que nos dejaron con la renta de la casa. A pesar de que estamos prácticamente en el paraíso extraño mi casa, extraño llegar a un lugar en donde solo somos Maddie y yo. Cocinar juntos. Besarnos sin tener miedo de incomodar a su hermano.
