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first steps

Baton Rouge, Louisiana
agosto 2019

m a d d i s o n

A la mañana siguiente me despierto emocionada, y aunque pretendo no saber la razón por la que esperaba que amaneciera, creo que cierto rubio tiene algo que ver con ello

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A la mañana siguiente me despierto emocionada, y aunque pretendo no saber la razón por la que esperaba que amaneciera, creo que cierto rubio tiene algo que ver con ello.

Salgo de mi habitación con ganas de buscar desayuno rápido antes de clases y lo primero que me encuentro es a Bianca y Halley tiradas en el piso del salón completamente dormidas. O muertas. Las muevo con el pie para asegurarme de que no sea la segunda opción.

—¿Noche larga?—el quejido que sueltan al unísono me hace reír— . ¿Se puede saber a qué hora llegaron?

—¿Se puede saber en donde te metiste tú toda la fiesta? —pregunta la rubia abriendo solo un ojo— . La gente estaba diciendo que te fuiste con Joe Burrow, ¿es cierto?

—No pensé que hubiera un alma sobria que se diera cuenta. Sobre todo no tú, estabas un poco ocupada con mi hermano.

—¡¿Entonces es cierto?!

—¡Bianca, deja de gritar a las siete de la mañana por Dios! —interviene Halley todavía medio dormida.

—Se ofreció a acompañarme para que no volviera sola, nada más. —explico rápido— . Supongo que no van a molestarse en ir a clase hoy.

—Supones bien.

—Les dejaré ibuprofeno en la mesa de la cocina, traten de no morir hasta que vuelva con el almuerzo.

Bianca me da un pulgar arriba antes de volver a tirarse en el sofá. Me aseguro de que las dos estén tapadas y cómodas por última vez antes de comenzar a arreglarme para clase.




...




Cuando llego al edificio central del campus, Joe ya está allí. Lo encuentro parado a un costado de la fuente con su mochila colgada de un hombro y su bolsa de deportes en la mano. Me río internamente antes de acercarme, se ve tan perdido.

—Un chico puntual, me gusta.

Mi voz hace que levante la vista de la pantalla de su teléfono. Inmediatamente su expresión se suaviza y sus labios forman una sonrisa tímida.

—Si no recuerdo mal, dijiste que no esperarías ni un minuto más después de las ocho. Sonó a amenaza.

—Fue inteligente de tu parte no arriesgarte a averiguar si lo decía en serio o no. —replico riendo— . Ahora empecemos o ambos vamos a llegar tarde a clase. ¿Puedo ver tu horario?

Asiente y teclea un par de cosas en su teléfono antes de pasármelo. Leo minuciosamente cada una de sus clases memorizando en mi cabeza la lista de edificios que debo mostrarle. No oculto mi sorpresa cuando veo que su grado no es negocios, si no literatura—Okey, no está tan difícil, la facultad de letras está en la parte este del campus así que tus clases son en los edificios E y F. —le explico— . Vamos.

Mientras caminamos voy mostrándole cada uno de los lugares por los que pasamos. La cafetería, el edificio de ciencias médicas, el gimnasio, los bloques de dormitorios, etc.

—Ya sabes todo de mi horario y mis clases y yo no se ni que estudias. Es un trato un poco injusto.

Río— . Estudio Arte. Mi facultad está del otro lado del campus.

—¿Estás diciéndome que no voy a poder chocarme contigo por casualidad entre clases? —cuestiona sobre dramatizando su voz— . Eso es triste.

—Cuando empieces a verme todos los días en los entrenamientos y todos los fines de semana en los partidos vas a agradecer tener ese espacio.

—No veo alguna forma en la que eso sea cierto.

Lo miro de reojo con una ceja arqueada y me río lo más sutil que puedo. Es bueno, no soy experta en coqueteo, pero el suyo es el mejor que mis oídos han escuchado. Todas las palabras sumadas a su lindo rostro es demasiado para cualquiera.

Dios, si esta es una prueba quiero que sepas de antemano que no soy tu mejor guerrera.

—Este es el edificio E. —apunto al llegar a la esquina entre los dos edificios— . Y ese el F. En el de la derecha tienes las clases de la mañana y en el de la izquierda las de la tarde. Los salones están numerados de acuerdo al piso, entonces por ejemplo el aula 320 está en el tercer piso. Te hicieron un horario demasiado sencillo, creo que tiene ventajas ser el quarterback.

Ríe— . No estoy acostumbrado a estudiar en doble jornada, en Ohio estudiaba en la mañana y entrenaba en las tardes. Me va a tomar un tiempo maniobrar esto.

—Ja'Marr lo hizo terrible el primer año, su GPA bajó un punto y medio.

—Gracias por las palabras alentadoras.

Río— . No lo tengas en cuenta, mi hermano es un idiota que siempre tuvo miedo de pedir ayuda. No seas como él, si necesitas mi ayuda o la de cualquiera, pídela. Tienes demasiado ya con tener que memorizar todo el libro de jugadas en una semana.

Sonríe— . Anotado. Gracias.

—Bueno, espero que eso haya sido útil. —murmuro después de unos minutos de silencio— . Tengo que correr a clase o voy a llegar terriblemente tarde.

—Oh, okey. —asiente y me mira un momento antes de acercarse a besarme la mejilla despacio— . Gracias por el tour. 

Río— . No fue nada, de verdad. Ahora si tengo que irme o me van a cerrar la puerta. Te veré luego, Joe.

Le sonrío una última vez y me volteo para comenzar la larga caminata que me espera para llegar al otro lado del campus. Sin embargo, no logro dar ni cuatro pasos antes de que su mano agarre la mía y me voltee con sutileza.

—Lo siento, no quería asustarte. —dice al ver mi cara, pero susto no es precisamente la emoción que estoy sintiendo ahora— . ¿Quieres desayunar conmigo mañana?... digo, como agradecimiento por toda tu ayuda y eso.

Río con nerviosismo porque su mano todavía sostiene la mía y el tacto cálido de su piel con la mía me causa cosquillas. También siento los latidos de mi corazón en mis oídos, no me puedo concentrar.

—Tengo clase a las diez. —respondo.

—Oh, está bien. Otro día, no importa.

—¿Me recoges a las ocho entonces?

Sus ojos claros se iluminan y sus labios se curvan en una sonrisa enorme.

—Te recojo a las ocho. —contesta— . Te veo mañana, preciosa.

Sonrío— . Adiós, Burrow.




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𝐂𝐇𝐀𝐌𝐏𝐀𝐆𝐍𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐒 | 𝐉𝐨𝐞 𝐁𝐮𝐫𝐫𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora