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breaking up, making up


baton rouge, louisiana
marzo


m a d d i s o n

Joe y yo nunca hemos peleado con frecuencia, así que ninguno de los dos sabe cómo manejar esta situación entre nosotros

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Joe y yo nunca hemos peleado con frecuencia, así que ninguno de los dos sabe cómo manejar esta situación entre nosotros.

Técnicamente todavía no hemos hablado del problema real y empieza a ser un gran elefante en medio de la habitación, cada vez que queremos empezar a tocar el tema terminamos haciendo algo más en su lugar. Y por algo me refiero a quitarnos la ropa y terminar enredados sobre la superficie más cercana.

Si, hemos estado utilizando el sexo para tapar el hecho de que ni el ni yo queremos hablar de lo que pasa. Me avergüenza un poco admitir todos los lugares en los que lo hemos hecho esta semana, me recuerda mucho al inicio de nuestra relación, cuando no podíamos quitarnos las manos de encima por muy diferentes razones.

Hoy llegué de mi clase de dirección teatral y Joe estaba al teléfono con su agente, cuando colgó no me atreví preguntar porque sabía que inevitablemente iba a llevarnos a hablar del próximo año así que en su lugar comenzamos a besarnos y terminamos sobre el sofá.

Mi mentón descansa sobre su hombro, su piel cremosa está hirviendo bajo mi toque. Sus manos me sostienen los muslos, acariciando mi piel delicadamente con su pulgar. La falda de mi vestido sigue arremangada por encima de mi cintura y su respiración pausada me hace cosquillas en el cuello.

—Nos odio. —murmuro.

—¿De que hablas? Estuvo increíble. —replica dejando un beso en mi cuello, la sensación húmeda me da escalofrío— . Cada vez somos mejores en esto.

Suelto una carcajada, alejándome un poco para verlo a la cara.

—¿Estás diciendo que antes éramos malos?

Ríe— . Honestamente, no hay nada en el mundo que tú y yo no haríamos bien juntos.

Me besa la mejilla y luego atrae mi cuerpo de nuevo para besarme la boca. Suspiro enredando mis dedos en sus rizos, fueron solo dos días los que estuvimos peleados pero lo extrañé. Tampoco soy estúpida como para no darme cuenta que nuestra necesidad por sentirnos cerca ha aumentado porque los dos sentimos como el tiempo se nos empieza a escapar de las manos.

No he tenido novedades sobre Nueva York todavía, lo cual me está volviendo loca. Todos en el departamento me han dicho un millón de veces el buen trabajo que hice con el musical, yo también lo siento así. La profesora Hoffman está contenta, pero me recalcó que tomaría tiempo para Julliard y Tisch tomar una decisión y cuando llegue lo más probable es que tenga que viajar para una audición. Mi mente está corriendo desde ya en mil direcciones diferentes intentando anticipar que pieza de teatro preparar para audicionar.

Hasta ahora que tengo que esperar no me había dado cuenta de que en realidad si quiero ir. La idea de atender clases de teatro con las mentes más creativas del país en una ciudad como Nueva York me causa cosquillas en la panza. Cuando elegí LSU ni siquiera lo hice por mi, si no porque quería estar allí para la carrera de mi hermano. Esta es una oportunidad para por fin hacer algo por mi misma.

Evito pensar las diez horas que separan Cincinnati de Nueva York.

Ni siquiera eso está a nuestro favor, hubieron cuatro equipos luchando por el pick que va a seleccionar a Joe y tres de ellos estaban en la costa este. Lo terminó ganando el único equipo que no.

Dado que ya no tengo más clases por hoy y Joe está básicamente de vacaciones hasta que acaben de cambiar la modalidad de las materias que le faltan, pasamos el resto del día en casa. Cocino la cena, que demora el doble porque lo tengo pegado como koala a mi cuerpo todo el tiempo y comemos sentados en la barra mirando televisión.

Una vez que los platos están en la lavadora y al cocina está limpia, nos tiramos en la alfombra frente al televisor. El rubio está apoyado en el sofá, yo entre sus piernas con la espalda apoyada en su pecho, sus brazos me rodean casi por completo. Es mi abrazo favorito, me siento envuelta de él.

—¿Qué pasa? —pregunta, rompiendo el silencio que solo el bajo volumen de How I Met Your Mother en nuestro televisor estaba irrumpiendo.

—¿Por?

—Es la quinta vez que suspiras en un lapso de diez minutos, baby girl. —responde.

Involuntariamente suspiro de nuevo, haciéndolo reír.

—Me gusta estar así contigo. —murmuro, apoyando mis dos manos sobre las suyas, que descansan en mi estómago bajo.

—A mi también. —replica, suelto una risa cuando lo siento aspirar el olor de mi pelo— . Mi casa... mi hogar siempre ha sido en donde tú estés.

Hay días en los que nos siento invencibles, como si no hubiera prueba que no pudiéramos atravesar. En días como estos me siento estúpida por dudar.

Por los siguientes noventa minutos, solo me enfoco en él, en recordar todos sus mínimos detalles. La forma en la que su pecho vibra en mi espalda cada vez que se ríe, como siempre mira la televisión con media sonrisa cuando estamos viendo esta serie, que es nuestra favorita, la manera en la que su bicep siempre tiembla un poco cuando tiene su brazo alrededor de mi cuerpo, como no puede pasar cinco minutos enteros sin besarme en alguna parte, el olor picante de su perfume mezclado con el olor propio de su cuerpo.

Todo va a estar bien.

Intento que mi cerebro le comunique a mi cuerpo ese mensaje.

Si los dos lo queremos lo suficiente, vamos a estar bien.




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LOL, por suerte esta gente habla de sus problemas.

Bueno, los bengals empezaron la temporada terriblemente pero el platinado de Joe está ganándose un lugar en mi corazón

Comenten mucho! Quiero leerlas, ahora que comenzó la temporada volvimos oficialmente a esta fic 🤪

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⏰ Última actualización: Sep 10 ⏰

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𝐂𝐇𝐀𝐌𝐏𝐀𝐆𝐍𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐒 | 𝐉𝐨𝐞 𝐁𝐮𝐫𝐫𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora