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Abro la puerta del departamento con un suspiro mirando a Valeria sentada en la barra de la cocina comiendo helado directo del bote y mirando dancing with the stars. Suelto una carcajada al verla, es tan real.
—¿Por qué vuelves tan tarde, Mimi? —pregunta al percatarse de mi presencia— . No es seguro que camines sola hasta aquí a las nueve de la noche.
Dejo mi mochila en el sofá junto con mi bolsa de teatro y mi chaqueta antes de unirme a ella en la barra. Busca otra cuchara en el cajón y me la ofrece. Río, hundiéndola de inmediato en el chocolate.
—Las audiciones para el musical de primavera son en dos semanas, tengo que estar preparada.
Es una verdad a medias.
Vamos a hacer Chicago, lo cual requiere que me prepare más de lo normal en canto y baile, sin embargo mi decisión exagerada de quedarme en el campus hasta tan tarde no tiene nada que ver con ello. La verdad es que extraño a mi novio, Joe está en Indianápolis preparándose para el combine y el departamento se siente horrible sin el aquí. Valeria se está quedando conmigo mientras tanto, y aunque amo mucho a Val, no es lo mismo.
Han pasado cinco días y empiezo a asustarme sobre cómo van a ser las cosas una vez que tenga que mudarse permanentemente.
—Entonces es Joe, ¿huh?
Suelto una risa— . ¿Si ya lo sabías para que me lo preguntas?
—Quería ver si me lo decías. —responde— . Yo también extraño a Justin.
Apoyo la cabeza en su hombro y suelto una risa leve. Justin también está en Indianápolis, aunque ellos lo tienen mucho más fácil que nosotros. Val se gradúa en un par de meses y va a alcanzar a JJ en donde sea que lo drafteen.
—¿Has hablado con el hoy?
Asiente— . Acabé de colgar justo antes de que llegaras.
—¿Cómo está?
—Confiado. —responde riendo— . Hoy ingresaron los datos de todos; medidas, peso y esas cosas. Mañana empiezan las pruebas. Dice que no ha visto mucho a Joe pero que se encontraron en el hotel en la mañana y parecía contento. Los dos están bien.
Sonrío, ya lo sabía pero me hace feliz escucharlo de la boca de alguien como Justin, que conoce tan bien a Joe. Todavía no he tenido la oportunidad de hablar con él, mis horarios cada vez que empiezan las producciones de temporada son loquísimos y el rubio también está en un régimen muy estricto. Sin embargo nuestro chat es como un podcast, ambos nos enviamos audios larguísimos cada vez que tenemos la oportunidad y lo amo por eso.
